jueves, marzo 24, 2016

Mafia balconeada


John M. Ackerman

Una de las máscaras más importantes que utiliza el régimen autoritario mexicano para esconder las redes de poder corrupto que en realidad mandan en el país es el mito de la “institucionalidad” democrática. Todos los días nuestros gobernantes insisten en que México es un país de “instituciones” y que lo único que hacen los servidores públicos es “aplicar la ley”. El mismo partido en el poder, el Revolucionario Institucional (PRI), se ufana desde su mismo nombre de ser supuestamente “institucional”.

Sin embargo, en la práctica el PRI, sus funcionarios y sus aliados de otros partidos se empeñan todos los días en subvertir el estado de derecho y poner las instituciones gubernamentales al servicio de los poderes fácticos e informales.

El video de Xóchitl Gálvez en el que balconea a los invitados de la fiesta de cumpleaños de Diego Fernández de Cevallos hace un gran servicio a la sociedad al transparentar las redes de complicidad y contubernio que determinan hoy el destino de la nación. Felipe Calderón, Carlos y Raúl Salinas, Luis Carlos Ugalde, Carlos Slim, Porfirio Muñoz Ledo, José Narro, Jorge Castañeda, Carlos Navarrete, Norberto Rivera, Carlos Marín, Roberto Gil y Ciro Gómez Leyva, todos pertenecen al mismo círculo social y político. Los oligarcas, el PRI, el PAN, el PRD, el IFE, los intelectuales “independientes”, los altos funcionarios universitarios, los periodistas mercenarios y la jerarquía de la Iglesia católica, todos se codean en la misma mesa de la corrupción estructural.