lunes, noviembre 10, 2014

La mujer del César


J. A. Hinojosa, la clave
‘‘Negocios y elecciones’’
Puerta a la represión

Julio Hernández López / Astillero

La clave está en el intermediario y vendedor. Concediendo, sin suponer, que hubiese sido tanta la riqueza acumulada por la señora Angélica Rivera durante su carrera de actriz de telenovelas como para realizar una operación de compraventa a plazos de una residencia valuada en 86 millones de pesos, la historia de exculpación anunciada ayer por el vocero de Los Pinos se enfanga al llegar al quid empresarial: Juan Armando Hinojosa Cantú (JAHC).

El agradecido amigo Hinojosa Cantú es el accionista principal de la firma a través de la cual la señora Rivera hace las operaciones de adquisición de la magna casa, pero también, en un triángulo financiero al estilo que ya es clásico en el historial mexicano de política y negocios, de un consorcio largamente beneficiado por el esposo de la compradora cuando aquél era gobernador del estado de México y ahora desde la Presidencia de la República (el más reciente intento de engrosar las cuentas bancarias del vendedor en abonos de la mansión de Las Lomas de Chapultepec se ha dado en el contexto del grupo de empresas que estuvieron a punto de llevarse uno de los negocios del sexenio, el del tren rápido de México a Querétaro).

Después de Peña


John M. Ackerman

Si México tuviera un régimen parlamentario, Enrique Peña Nieto no regresaría de China. La comprobada ineptitud de su gobierno, así como la enorme desconfianza social en su persona a raíz de la masacre de Iguala obligaría al parlamento a emitir una moción de censura para destituirlo a él y a todo su gabinete, así como llamar a nuevas elecciones federales. Con motivo de faltas mucho menores a las del actual presidente mexicano, el primer gobierno de Stephen Harper, en Canadá, fue disuelto en 2011 y los mandatos de Gerhard Schroeder, en Alemania, y de Romano Prodi, en Italia, fueron recortados en 2005 y 2008. En un sistema democrático, simplemente no tiene sentido que el titular del gobierno federal se mantenga en su puesto si no cuenta con el apoyo de la población, ya que ello genera una situación de extrema ingobernabilidad.

En los sistemas presidenciales como el mexicano, el procedimiento para el relevo anticipado del titular del Poder Ejecutivo es más complicado, pero no por ello menos necesario. En 1992, a raíz de graves acusaciones de corrupción en su contra, Fernando Collor de Mello renunció como presidente de Brasil. En 1997, el Congreso Nacional de Ecuador destituyó a Abdalá Bucaram por su demostrada incapacidad mental. En 2001, Fernando de la Rúa abandonó su cargo de presidente de Argentina en medio de una importante crisis económica y social. Los incompetentes presidentes bolivianos Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa también fueron obligados a renunciar en 2003 y 2005. Y en 2000, después de meses de protestas contra la corrupción de su gobierno, Alberto Fujimori renunció a la presidencia de Perú durante un viaje a Japón. Peña haría un gran favor a la patria si siguiera el ejemplo de Fujimori ahora durante su propio viaje a Asia.

Los Abarca detenidos en Puebla, luego el montaje

Alejandro Mondragón

Los Abarca (José Luis Abarca Velázquez y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa) fueron detenidos desde la noche del 22 de octubre en Puebla y no la madrugada del 4 de noviembre en Iztapalapa, como informó la Procuraduría General de la República.

Lo que pasó en la izquierdosa delegación del DF fue un montaje, al estilo del gobierno de la República.

La aprehensión fue posible por el operativo de inteligencia que había hecho en primera instancia el gobierno de Rafael Moreno Valle, cuyas conclusiones entregó al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, donde se establecían que dentro de las propiedades de los Abarca se encontraba una residencia en Lomas de Angelópolis.