Alonso Urrutia y Héctor Briseño / Reportero y corresponsal La Jornada
El alcalde de Acapulco, Guerrero, Luis Walton, sostuvo que recibió un desastre financiero debido a los manejos irresponsables de la administración 2009-2012 y que el puerto está al borde de la quiebra.
Exigió a la Federación que rescate al municipio, pues para enero no tendrá dinero ni para pagar la nómina, la cual es demasiado voluminosa, pues consta de 8 mil trabajadores, cuando ciudades similares operan con 4 mil.
Acompañado por los dirigentes de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (PC) en la ciudad de México, destacó que en el trienio 2009-2012 la deuda creció casi 400 por ciento, de 396.4 a mil 561 millones de pesos.
Además, recibió un déficit de 311 millones de pesos, al que se suma un pasivo de 270 millones de pesos derivado de laudos de la Junta de Conciliación y Arbitraje en favor de trabajadores. Es decir, dijo el alcalde, para enero próximo Acapulco tendría adeudos por más de 2 mil 100 millones de pesos, mientras sus ingresos apenas ascienden a 2 mil millones.