Raymundo Riva Palacio
Si la muerte de Heriberto Lazcano, el jefe de Los Zetas, es como la describe la Marina, el gobierno de Felipe Calderón tiene dos problemas muy serios. El primero, que los marinos cometieron una ejecución sumaria. Y el segundo, que no existe ninguna certeza científica que “El Lazca” sea a quien un comando zeta se robó de una funeraria en Coahuila. Entre más explica la Marina lo que hicieron, más confusa queda su participación y más duda genera. El almirante secretario Francisco Saynez, puede hacer algo, como por ejemplo, instruir a su equipo que divulgue la documentación que pruebe que sus comandantes siguieron los protocolos que cualquier acción violenta en la que estén involucrados, exige.
El contexto en el cual sucedieron los hechos es el siguiente: Los Zetas tomaron Coahuila desde hace varios años como su santuario, y Lazcano se movía regularmente entre Monclova y Sabinas. Las autoridades federales y estatales sabían que ahí se refugiaba, por lo cual cualquier persona armada, podrían suponer, era su entorno. Esta realidad es lo que lleva a las primeras dudas sobre el actuar de la Marina, que según su vocero, respondió a una llamada anónima que les reportaba que en el área de un parque de beisbol en la pequeña localidad de Progreso, había gente armada en varios vehículos. Fueron a inspeccionar y se dio el enfrentamiento, que es donde empiezan los problemas.
1.- Dice el vocero de la Marina que al aproximarse sus unidades, les dispararon, hubo respuesta, y comenzaron a perseguir a una camioneta. Cien metros después la detuvieron al matar al conductor. Dos personas más quisieron escapar y en el tiroteo cruzado, mataron a otro. Los marinos llaman al ministerio público, pues en términos legales es un homicidio. ¿Qué procedía? El homicidio tiene excluyentes de responsabilidad, pero para que proceda, quienes matan tienen que probar que actuaron en legítima defensa. Por eso, la necropsia es fundamental. ¿Le dispararon por delante? ¿Por detrás? ¿Le hicieron la prueba de radizonato a quien murió para ver si tenía pólvora en las manos que pudieran demostrar que sí disparó? ¿Se hizo un peritaje del rifle R-15, reglamentario del Ejército, que dijo la Marina traía? El ministerio público tiene que tratar el caso de manera a priori como homicidio. Hasta este momento, la información divulgada no excluye de responsabilidad a los marinos.