Agencias
El presidente Felipe Calderón Hinojosa encabezará hoy su último Grito de Independencia en Palacio Nacional.
A lo largo de su sexenio, Calderón Hinojosa no sólo mantuvo en Palacio Nacional el tradicional acto ante miles de mexicanos reunidos en el Zócalo de la Ciudad de México, sino que sólo en 2009 y 2010 modificó las arengas para incorporar el centenario de la Revolución y el bicentenario de la Independencia.
En 2010, al cumplirse 200 años del inicio de la Independencia, Calderón decidió emular a Miguel Hidalgo y a la medianoche del 15 de septiembre salió al balcón de Palacio Nacional, pero a las 5 de la mañana despegó en avión para replicar en Dolores Hidalgo, Guanajuato, el Grito como ocurrió en 1810.
En el 2007, Sin incidentes y ante un zócalo con miles de personas, el presidente Felipe Calderón Hinojosa encabezó la ceremonia del grito para conmemorar el inicio de la gesta con la que México obtuvo su Independencia, y retomó el carácter formal, sin cambios ni innovaciones, de este acto popular nacional.
Acompañado por su esposa Margarita Zavala, en el balcón central de Palacio Nacional, el mandatario citó en 2007 sólo en su arenga a los héroes nacionales sin incluir ninguna consigna, como lo hiciera su antecesor Vicente Fox Quesada.
En 2007, el presidente Felipe Calderón hizo repicar la campana en tres ocasiones e inmediatamente después, ante miles de personas que llenaron la Plaza de la Constitución, arengó: “Mexicanos: ¡Vivan los héroes que nos dieron patria, viva Hidalgo, viva Morelos, viva Josefa Ortiz de Domínguez, viva Allende, vivan Aldama y Matamoros, viva nuestra Independencia. Viva México, viva México, viva México!”.
El 15 de septiembre de 2008 fue un grito, el segundo de Felipe Calderón Hinojosa, también austero. Sólo la remembranza a los héroes nacionales. Bastó recordar en esta fiesta a Miguel Hidalgo, José María Morelos, Josefa Ortiz de Domínguez, Ignacio Allende, a Aldama y Matamoros; sin embargo, la ceremonia se adelantó unos tres minutos, para sorpresa de los asistentes al Zócalo capitalino, en donde una valla dividió a los invitados VIP de la plebe concentrada.
La nota discordante en 2008 fueron los gritos de “¡Felipe, Felipe, Felipe!” que empleados del gobierno federal, entre ellos subsecretarios, oficiales mayores, directores de área y amigos le otorgaron a Calderón al término de la arenga.