viernes, abril 29, 2011

El gobierno secreto que dirige Estados Unidos

En el libro La route vers le nouveau désordre mondial, el profesor Peter Dale Scott recorre la historia del “Estado profundo” en Estados Unidos: la estructura secreta que dirige la política exterior y la política de defensa de ese país, más allá de las apariencias democráticas. En entrevista, el autor retoma la discusión sobre el grupo que organizó los atentados del 11 de septiembre de 2001 y que se financia a través del tráfico mundial de droga

Maxime Chaix / Anthony Spaggiari / Red Voltaire


Un libro documenta la estructura secreta que dirige la política exterior y la política de defensa de Estados Unidos. El profesor Peter Dale Scott, su autor, recorre la historia del “Estado profundo” de ese país, cuya apariencia democrática es apenas una fachada. Este estudio ofrece la ocasión de poner bajo los reflectores al grupo que organizó los atentados del 11 de septiembre y que se financia a través del tráfico mundial de droga. Se trata de un libro de referencia cuya lectura aconsejan ya las academias militares y diplomáticas.

Red Voltaire (RV): Profesor Scott, ¿pudiera usted proporcionar una definición de “la política profunda” y explicar la diferencia entre lo que usted llama el “Estado profundo” y el “Estado público”?

Peter Dale Scott (PDS): La expresión “Estado profundo” viene de Turquía. Hubo que inventarla en 1996, después del accidente de un auto Mercedes que rodaba a toda velocidad y cuyos pasajeros eran un miembro del parlamento, una reina de belleza, un importante capitán de la policía local y el principal traficante de droga de Turquía, quien dirigía además una organización paramilitar –los Lobos Grises– que asesinaba gente. Se hizo entonces evidente que existía en Turquía una relación secreta entre la policía –que oficialmente estaba buscando al hombre que se encontraba en aquel auto con un jefe de la policía– y aquellos individuos que cometían crímenes en nombre del Estado.

El Estado para el que se cometen crímenes no es un Estado que puede mostrar su propia mano al público. Es un Estado escondido, una estructura secreta.

En Turquía lo llamaron el “Estado profundo”, y yo mismo venía hablando desde hace tiempo de la “política profunda”, así que utilicé esa expresión en mi libro La route vers le nouveau désordre mondial [El camino hacia el nuevo desorden mundial].

Definí la política profunda como el conjunto de prácticas y de disposiciones políticas, intencionales o no, habitualmente criticadas o no mencionadas en el discurso público, además de no reconocidas. Es decir que la expresión “Estado profundo” no es cosa mía. Se refiere a un gobierno paralelo secreto, organizado por los aparatos militares y de inteligencia, financiado por la droga, que se implica en acciones de violencia de carácter ilícito para proteger el estatus y los intereses del ejército de las amenazas que representan los intelectuales, los religiosos y, en ocasiones, el gobierno constitucional.

En La route vers le nouveau désordre mondial, adapto un poco esa expresión para referirme a la más amplia conexión que existe, en Estados Unidos, entre el Estado público constitucionalmente establecido y las fuerzas profundas que se mueven en segundo plano de ese Estado: las fuerzas de la riqueza, del poder y de la violencia que están fuera del gobierno.

Esa conexión podríamos llamarla la “puerta trasera” del Estado público, [puerta] que sirve de acceso a fuerzas oscuras situadas fuera del marco legal.

La analogía con Turquía no es perfecta, ya que lo que actualmente hemos observado en Estados Unidos no es tanto una estructura paralela, sino una amplia zona o ambiente de contactos entre el Estado público y fuerzas oscuras invisibles. Pero esa conexión es considerable, y se necesita una apelación como “Estado profundo” para describirla.

RV: Usted escribió La route vers le nouveau désordre mondial en momentos en que el régimen de Bush se hallaba en el poder y después lo reactualizó con vistas a la traducción al francés. ¿Piensa usted que el Estado profundo se ha debilitado, lo cual favorecería al Estado público, como resultado de la elección de Barack Obama? ¿O, por el contrario, se ha reforzado con la crisis y con la actual administración?

PDS: Después de dos años del gobierno de Obama, la influencia del Estado profundo, o más exactamente de lo que yo llamo en mi último libro La máquina de guerra estadunidense, ha seguido existiendo, como lo ha hecho bajo cada presidente de Estados Unidos desde la época de Kennedy.

Un importante síntoma de ello es la manera en que Obama, a pesar de su retórica de campaña, ha seguido ampliando el campo de aplicación del secreto dentro del gobierno de Estados Unidos y cómo ha seguido castigando a quienes lanzan llamados de alerta: su campaña contra Wikileaks y contra Julian Assange –quien no ha sido inculpado aún por el menor crimen– no tiene precedentes en la historia de Estados Unidos. Sospecho que el miedo a la publicidad que se percibe en Washington viene de que existe la conciencia de que las políticas de guerra de Estados Unidos están cada vez más desvinculadas de la realidad.

En Afganistán, Obama parece haber capitulado ante los esfuerzos del general Petraeus y de otros generales que querían garantizar que las tropas estadunidenses no comenzaran a retirarse de las zonas de combates en 2011, como había adelantado Obama cuando autorizó un aumento del número de soldados en 2009. El último libro de Bob Woodward, Las guerras de Obama, reporta que durante aquel largo combate que se produjo dentro de la administración para determinar si había que decidir una escalada militar en Afganistán, Leon Panetta, el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), le aconsejó a Obama que “ningún presidente democrático puede ir en contra de los consejos del ejército… Así que hágalo. Haga lo que ellos le dicen”. Obama dijo recientemente a soldados estadunidenses en Afganistán: “Ustedes cumplen sus objetivos, ustedes tendrán éxito en su misión”. Este eco de testimonios anteriores –tontamente optimistas– de Petraeus muestra por qué no se hizo en la Casa Blanca una evaluación realista del desarrollo de la guerra en diciembre de 2010, a pesar del mandato recibido inicialmente.

Al igual que Lyndon Johnson antes que él, el presidente está atrapado ahora en un cenagal que no se atreve a perder, y que amenaza con extenderse a Pakistán, así como a Yemen, si no más lejos aún. Sospecho que las fuerzas profundas que dominan los dos partidos políticos son ahora tan poderosas, tan coincidentes y, sobre todo, están tan interesadas en las ganancias que la guerra genera, que un presidente está más lejos que nunca de oponerse a ese poder, ni siquiera ahora cuando se hace cada vez más evidente que la era de dominación mundial de Estados Unidos –al igual que sucedió en su tiempo con la de Gran Bretaña– está a punto de terminar.

En ese contexto, Obama –sin debate ni revisión– ha prolongado el estado de urgencia interna proclamado después del 11 de septiembre, con las drásticas limitaciones de los derechos civiles que ello implica. Por ejemplo, en septiembre de 2010, la Agencia Federal de Investigación tomó por asalto las oficinas de pacíficos defensores de los derechos humanos en Minneapolis y en Chicago: se basó en una decisión reciente de la Corte Suprema, según la cual, la libertad de expresión y el activismo no violentos reconocidos en la Primera Enmienda se convierten en crímenes si están “coordinados con” o “bajo la dirección” de un grupo extranjero designado como “terrorista”. En nueve años, el Congreso no se ha reunido ni una sola vez para discutir el estado de urgencia decretado por George W Bush después del 11 de septiembre, que, por lo tanto, permanece en vigor hoy en día.

En 2009, el excongresista Dan Hamburg y yo lanzamos una exhortación pública al presidente Obama para que pusiera fin al estado de urgencia y llamamos al Congreso a que realizara las audiencias que su responsabilidad requiere. Pero el 10 de septiembre de 2009, Obama, sin la menor discusión, prolongó nuevamente el estado de urgencia del 11 de septiembre y lo hizo de nuevo al año siguiente. Mientras tanto, el Congreso ha seguido ignorando las obligaciones que le impone su propio estatuto.

Un congresista explicó a uno de sus electores que lo previsto en la National Emergencies Act se ha hecho inoperante por causa de la Continuidad del Gobierno (Cog, por su acrónimo en inglés), un programa ultrasecreto destinado a organizar la dirección del Estado en caso de situación de urgencia nacional. El programa de la Cog fue parcialmente aplicado el 11 de septiembre por Dick Cheney, uno de los principales arquitectos de ese programa, desarrollado dentro de un comité que opera fuera del gobierno regular desde 1981. De ser cierto que las disposiciones de la National Emergencies Act se han hecho inoperantes por causa de la Cog, indicaría que el sistema constitucional de contrapoderes ya no se aplica en Estados Unidos, y que los decretos secretos predominan ahora sobre la legislación pública.

RV: En ese contexto, ¿por qué el Congreso de Estados Unidos no desempeña su papel en la limitación de los poderes secretos que se instauró después del Watergate? ¿Qué consecuencias tuvieron entonces la expulsión de Nixon y el fortalecimiento de la supervisión del Congreso sobre las operaciones secretas de los servicios de inteligencia estadunidenses?

PDS: La estrategia de Nixon para Vietnam consistió en tratar de obtener el apoyo del bando opuesto llegando a acuerdos estratégicos tanto con la Unión Soviética como con China. Esto encontró una violenta oposición tanto de los “halcones” como de las “palomas” en el seno de una nación profundamente dividida. Creo que los “halcones” provenientes tanto de la CIA como del Pentágono fueron partícipes de la crisis fabricada del Watergate, que dio lugar a la dimisión forzosa de Nixon.

Después del Watergate, las “palomas” del Congreso –al que se aplicó por entonces el sobrenombre de McGovernite– de 1974 implantaron cierto número de reformas en nombre de políticas más abiertas y públicas, aboliendo un estado de urgencia que se había mantenido desde la época de la guerra de Corea y estableciendo las restricciones jurídicas y legislativas sobre la CIA y sobre otros aspectos del gobierno secreto. Esas reformas tuvieron como respuesta una movilización concertada tendiente a revertirlas y a restablecer el statu quo.

Aquel debate político implicaba la existencia, en el seno de la dirección del país, de un desacuerdo entre los llamados “negociantes” y los “prusianos”, y la cuestión era saber si, después del fiasco de Vietnam, Estados Unidos debía esforzarse por volver a su anterior papel de nación prominentemente comerciante o si debía responder a la derrota de Vietnam con un aumento suplementario de sus fuerzas armadas.

Aquella lucha burocrática e ideológica fue, a la vez, una lucha por el control del Partido Republicano. Aquello terminó provocando la caída de Nixon y el gradual redireccionamiento –durante la presidencia de Ford– de la política exterior de Estados Unidos de coexistencia pacífica con la Unión Soviética hacia planes tendientes a debilitar y, posteriormente, a destruir –bajo la administración de Reagan– lo que este último llamó “el imperio del mal”. Fue así como, en octubre de 1975, la implicación muy probable de Dick Cheney y de Donald Rumsfeld en la revolución palaciega, que los historiadores designan como “Masacre de Halloween”, significó la derrota del republicanismo moderado de Nelson Rockefeller. Aquello significó esencialmente la reorganización del equipo de Ford, preparando así el fin de la distensión.

Dick Cheney y Donald Rumsfeld, que por entonces dirigían el equipo de la Casa Blanca del presidente Gerald Ford, y controlaban el Departamento de Defensa, desempeñaron un papel decisivo en el triunfo final de los prusianos, al alejar a Henry Kissinger y nombrar como director de la CIA a George H W Bush, quien elaboró desde allí un nuevo estimado, más alarmista, de la amenaza soviética, dando lugar a la correspondiente explosión de los presupuestos de defensa y al sabotaje de la política de distensión. Desde entonces, hemos podido observar en la economía estadunidense una influencia cada vez más importante de lo que Dwight D Eisenhower había llamado, en el histórico discurso de fin de mandato que pronunció el 17 de enero de 1961, el “complejo militar-industrial”.

Hoy en día, estamos sometidos a un nuevo estado de urgencia ampliado, y la supervisión del Congreso sobre las operaciones secretas del Estado profundo de Estados Unidos se ha hecho casi inexistente. Por ejemplo, la supervisión con mandato jurídico del Congreso sobre las operaciones secretas de la CIA se ha evitado con éxito gracias a la creación, en 1981, del Joint Special Operations Command en el Pentágono, al igual que la supervisión sobre las operaciones que dirigió el general Stanley McChrystal antes de su nombramiento como comandante de las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán.

RV: En su anterior respuesta, mencionó brevemente el importante papel de George Bush padre en el sabotaje de la política de distensión que había desarrollado Kissinger. Fue, sin embargo, muy breve el periodo de Bush a la cabeza de la CIA. ¿El reemplazo de George H W Bush por el almirante Stanfield Turner, más moderado, a la cabeza de esa Agencia incrementó el control de las operaciones secretas de los diferentes elementos del Estado profundo de Estados Unidos?

PDS: No, en lo absoluto. Sucedió lo contrario, ya que ciertos actores clave de lo que acabo de explicar, ya excluidos de la CIA como consecuencia de la nominación del almirante Turner, se buscaron una nueva “casa” y trabajaron para el Safari Club. Ésta era una organización secreta fuera de todo control que reunía a los directores de los servicios de inteligencia de numerosos países –como Francia, Egipto, Arabia Saudita e Irán. Estimulada esencialmente por el entonces director del espionaje francés, Alexandre de Marenches–. Esta organización tenía como objetivo completar secretamente las acciones de la CIA mediante la realización de otras operaciones anticomunistas en África, Asia Central y Medio Oriente, operaciones que escapaban a todo control del Congreso estadunidense.

Después, en 1978, Zbigniew Brzezinski –que no era miembro del Safari Club– desarrolló una forma de escapar al control del almirante Turner mediante la creación de una unidad especial de la Casa Blanca con Robert Gates, el actual secretario de Defensa, que era por aquel entonces un joven agente operacional de la CIA. Bajo la dirección de Brzezinski, oficiales de la CIA se aliaron a la agencia de inteligencia de Irán –la Organización de Seguridad e Inteligencia Nacional– para enviar agentes islamistas a Afganistán, desestabilizando así aquel país. Esto condujo a la invasión soviética de Afganistán en 1980.

La siguiente década, que se caracterizó por la implicación secreta de la CIA en Afganistán, fue determinante en la transformación de aquel país en un vivero de cultivo de la amapola del opio, del tráfico de heroína y del islamismo yihadista.

Hay muy buenos libros sobre ese tema –uno por Tim Weiner, el otro por John Prados–. Pero, como se dirigieron a oficiales de la CIA que les mostraron sólo algunos documentos que acababan de ser desclasificados, esos autores no hablan de la droga en sus libros.

La conexión de los narcóticos es tan profunda que no se menciona en los documentos de la CIA que se han hecho públicos. Pero la cooperación de la CIA, dirigida por William Casey desde 1981, con el banco de la droga Bank of Credit and Commerce International (BCCI), estimuló la creación en Afganistán de una inmensa narcoeconomía, cuyas consecuencias desestabilizadoras ayudan a explicar por qué hay soldados de la OTAN, afganos y pakistaníes muriendo diariamente en esos lugares.

El BCCI fue un enorme banco de lavado de fondos provenientes de la droga. Corrompía, con sus presupuestos y sus recursos, a políticos de primer plano en el mundo entero… presidentes, primeros ministros… Y una parte de ese dinero sucio –de eso no se habla mucho, pero es la realidad– llegaba a políticos en Estados Unidos, a políticos de los dos partidos; ésa es una de las principales razones que explican por qué nunca logramos que el Congreso abriera una investigación contra el BCCI. Hubo de hecho un informe del Senado que fue publicado, firmado por un republicano, Hank Brown, y por un demócrata, John Kerry. Brown felicitó a Kerry por haber tenido el coraje de escribir aquel informe cuando tantas personas de su partido estaban vinculadas con el BCCI.

Este banco fue un factor primordial en la creación de conexiones con gente como Gulbuddin Hekmatyar, probablemente el principal traficante de heroína del mundo entero en la década de 1980. Se convirtió [Hekmatyar] en el principal beneficiario de la generosidad de la CIA, que se completó con una suma similar de dinero proveniente de Arabia Saudita. ¡Hay algo terriblemente nefasto en este tipo de situación!

RV: En 1976, Jimmy Carter fue electo con base en un programa de reducción de los gastos militares y de distensión con la Unión Soviética, lo que en realidad no se concretó en los cuatro años de su mandato. ¿Puede usted explicarnos por qué? ¿Será que su consejero de Seguridad Nacional, Zbigniew Brzezinski, desempeñó algún papel en aquella política exterior, sensiblemente más agresiva que lo que se esperaba?

PDS: Los medios de difusión presentaban a Carter como un candidato populista, como un granjero sureño cultivador de maní. Pero la realidad profunda era que Carter había sido preparado para la presidencia por Wall Street, particularmente por la Comisión Trilateral, financiada a su vez por David Rockefeller y dirigida por Zbigniew Brzezinski.

Brzezinski, un polaco furiosamente antisoviético, se convirtió entonces en el consejero de Seguridad Nacional de Carter. Y desde el principio de aquel mandato [Brzezinski], interfirió continuamente al secretario de Estado Cyrus Vance para mantener una política exterior más vigorosamente antisoviética. En ese aspecto, Brzezinski actuó en contra de los objetivos planteados de la Comisión Trilateral, de la que el presidente Carter había sido miembro.

La idea subyacente de la Comisión Trilateral era una imagen más bien atrayente de un mundo multipolar en el que Estados Unidos hubiese desempeñado un papel de mediador entre el Segundo Mundo, es decir el bloque soviético, y el Tercer Mundo, que era lo que en aquel momento se designaba como los países subdesarrollados o menos desarrollados ?yo detesto esa expresión porque viví en Tailandia y, en ciertos aspectos, ¡ellos están mucho más desarrollados que nosotros!

En resumen, al ser electo, Carter nombró como secretario de Estado a un verdadero trilateralista, Cyrus Vance, y tenía como consejero de Seguridad Nacional a Zbigniew Brzezinski, quien estaba decidido a utilizar el Estado profundo para hacerle a la Unión Soviética tanto daño como le fuera posible. Y la mayor parte de lo que se interpretó como los “éxitos” del régimen de Reagan claramente se inició en la época de Brzezinski.

Fue una renuncia total de aquello a lo que se había comprometido la Comisión Trilateral. El pobre Carter fue electo porque había prometido cortes en el presupuesto de Defensa y, antes de su salida [de la Casa Blanca], había metido al Departamento de Defensa en masivos aumentos presupuestarios que, una vez más, fueron asociados a Reagan, aunque en realidad habían comenzado antes.

Por consiguiente, una masiva campaña tendiente a un aumento de los presupuestos de defensa –campaña discretamente realizada por ricos industriales del aparato militar que actuaban a través del Comité sobre el Peligro Presente– llevó a la opinión pública estadunidense a fortalecer el esfuerzo de Brzezinski a favor de una presencia y de una política exterior estadunidenses más militantes, sobre todo en el Océano Índico.

RV: Después de haber sido un hombre muy influyente con el presidente Gerald Ford, Dick Cheney –junto a su mentor Donald Rumsfeld y junto al vicepresidente George H W Bush– fue, a partir de la presidencia de Reagan, uno de los hombres claves del programa ultrasecreto Cog. ¿Puede usted explicarnos en qué consiste ese programa? ¿Ya se ha aplicado, aunque sea parcialmente?

PDS: Desde el comienzo de la presidencia de Reagan, en 1981, se creó un grupo secreto, fuera del gobierno regular, para trabajar sobre la llamada Continuidad del Gobierno o Cog; dicho de otra manera, en planes de la Cog destinados a organizar la gestión del Estado en caso de urgencia nacional. Ese programa era inicialmente una extensión de planes preexistentes destinados a responder a un ataque nuclear que decapitara la dirección de Estados Unidos. Pero antes del fin del mandato de Reagan, su orden ejecutiva número 12686 de 1988 modificó los términos [de dichos planes] para que cubrieran cualquier tipo de urgencia.

La Cog es otra de las cosas que se asocian a Reagan; pero aquellos planes en realidad comenzaron en la época de Carter, aunque es posible que este último nunca haya estado al corriente de ello. En efecto, Carter creó la FEMA [la Agencia Federal de Manejo de Situaciones de Urgencia], que históricamente siempre fue la estructura de planificación de la Cog.

Lo que resulta bastante chocante es que, aunque los planes de la Cog son extremos, el Congreso no estaba al corriente de ellos en la década de 1980. Sólo un pequeño grupo –en el que se encontraban Oliver North, Dick Cheney y Donald Rumsfeld– estaba encargado de trabajar en esos planes, en virtud de una orden ejecutiva altamente secreta de Reagan emitida en 1981.

La cuestión de la Cog se mencionó públicamente por primera vez en 1987, durante las audiencias sobre el escándalo Irán-Contras, cuando un miembro del Congreso, Jack Brooks, le preguntó a Oliver North: “Coronel North, en el marco de su trabajo en el Consejo de Seguridad Nacional, ¿no le asignaron a usted en un momento dado la planificación de la Continuidad del Gobierno en caso de un desastre de envergadura?”. Agregó el congresista Brooks: “Yo estaba particularmente preocupado, señor presidente, porque leí en varios diarios de Miami y en algunos más que había un plan elaborado, por esta misma agencia, un plan de contingencia en caso de urgencia que suspendería la Constitución de Estados Unidos. Aquello me inquietó mucho y me pregunté si era un aspecto en el cual había trabajado él. Yo creo que así es y quería tener esa confirmación”.

El senador Inouye, director de aquella comisión investigadora del Congreso, le respondió con un poco de nerviosismo: “Con todo respeto, ¿puedo pedirle que no se toque ese tema en este momento? Si queremos abordarlo, estoy seguro que pueden hacerse arreglos para una sesión ejecutiva”. Está claro que las preguntas del congresista Brooks eran sobre la Continuidad del Gobierno. Aquellos arreglos para la realización de una sesión ejecutiva nunca tuvieron lugar.

Cheney y Rumsfeld –dos figuras claves del programa de la Cog– siguieron participando en esos planes y ejercicios, muy onerosos, a lo largo de dos décadas sucesivas, incluso en momentos en que, hacia fines de la década de 1990, los dos eran directores de empresas privadas que nada tenían que ver con el gobierno. Se ha dicho que el nuevo blanco que sustituyó a la Unión Soviética fue el terrorismo, pero algunos periodistas han mencionado que desde principios de la década de 1980 había importantes planes destinados a hacer frente al tipo de manifestaciones que, según la mentalidad de Oliver North y de otros como él, habían llevado a la derrota de Estados Unidos en Vietnam.

Nadie duda que los planes de la Cog se hayan aplicado parcialmente durante el 11 de septiembre de 2001, paralelamente a un estado de urgencia proclamado oficialmente. Este último sigue aún en vigor al cabo de nueve años, a pesar de una ley posterior al Watergate que exige ya sea una aprobación o un cese de una urgencia nacional por parte del Congreso cada seis meses. Los planes de la Cog son un secreto celosamente guardado, pero en la década de 1980 hubo informes que señalan que esos planes implicaban medidas de vigilancia y detenciones sin mandato, así como una militarización permanente del gobierno. En cierta medida, esos cambios claramente se aplicaron después del 11 de septiembre.

No hay manera de determinar cuántos cambios constitucionales ocurridos desde el 11 de septiembre pueden tener su origen en la planificación de la Cog.

Sabemos, sin embargo, que nuevas medidas de aplicación de la Cog fueron instauradas nuevamente en 2007, cuando el presidente Bush emitió la National Security Presidential Directive 51 (Directiva Presidencial de Seguridad Nacional, o NSPD-51/HSPD-20). Esta directiva estipulaba lo que la FEMA posteriormente llamó “una nueva visión para garantizar la continuidad de nuestro gobierno”, y fue seguida por un nuevo Plan de Desarrollo de la Política de Continuidad Nacional.

La NSPD-51 invalidó también la PDD 67, que era la directiva de la Cog del decenio anterior elaborada por Richard Clarke, quien era por aquel entonces el zar del contraterrorismo en Estados Unidos desde la época de Clinton. En fin, la NSPD-51 hizo referencia a nuevos “anexos clasificados sobre la continuidad”, señalando que deben “ser protegidos contra toda divulgación no autorizada”.

Bajo la presión de algunos de sus electores que se habían movilizado a favor de la apertura de una verdadera investigación sobre el 11 de septiembre, el congresista Peter DeFazio, miembro de la Comisión sobre la Seguridad Interior, presentó dos pedidos para consultar esos anexos.

Su primer pedido fue rechazado. DeFazio presentó entonces un segundo pedido, mediante una carta firmada por el presidente de su Comisión. El pedido fue rechazado de nuevo. Una vez más, esto indicaría que el sistema constitucional de contrapoderes ya no se aplica en Estados Unidos y que los decretos secretos están ahora por encima de la legislación pública.

RV: En La route vers le nouveau désordre mondial, usted afirma que la Comisión Nacional Investigadora sobre el 11 de septiembre –cuyos miembros fueron nombrados por el gabinete de George W Bush y cuyo informe final fue redactado por el equipo del director ejecutivo Philip Zelikov– incurrió en repetidos engaños sobre el tema del 11 de septiembre, sobre todo en lo tocante a las actividades de Dick Cheney en aquella mañana. ¿Puede usted explicar ese aspecto en particular?

PDS: Inicialmente, George W Bush se resistió a toda investigación sobre el 11 de septiembre hasta que el Congreso impuso una Comisión Investigadora, en respuesta a una eficaz campaña de las familias de las víctimas. Thomas Kean y Lee Hamilton, directores de la Comisión, prometieron públicamente guiarse por las preguntas sin respuestas de las familias de las víctimas, como, por ejemplo, saber quiénes eran realmente los presuntos secuestradores de los aviones y cómo fue que se derrumbaron tres edificios del World Trade Center cuando uno de ellos ni siquiera llegó a recibir el impacto de un avión.

Finalmente, esas preguntas, al igual que otras muchas interrogantes, no llegaron a mencionarse. Asimismo, la Comisión recogió gran cantidad de testimonios contradictorios y, en muchas ocasiones, reescribió ciertos relatos. Bajo la estrecha supervisión de Philip Zelikov, el director de aquella Comisión, quien por mucho tiempo había sido empleado del gobierno en cuestiones de seguridad nacional, el Informe de la Comisión sobre el 11 de septiembre ignoró ciertas contradicciones y corrigió otras de una forma que fue cuestionada por numerosos críticos.

El Informe atribuyó la ausencia de respuestas [de la Defensa estadunidense] de aquel día a un caos y a una ruptura sistémicas, ignorando así otros testimonios de Cheney, según los cuales él desempeñó aquel día un papel preponderante. La Comisión ignoró igualmente importantes contradicciones y dudas sobre el testimonio que había prestado Cheney. Un tema crucial que la Comisión no investigó de manera explícita fue la aplicación de los planes de la Cog [durante los hechos] el 11 de septiembre.

Tampoco mencionó la Comisión de Estudios sobre el Terrorismo de Cheney –reunida por decreto de Bush en mayo de 2001– que fue citada como fuente de origen de una orden del Comité de Jefes del Estado Mayor Conjunto, que databa del 1 de junio de 2001. Aquella orden modificó [u obstaculizó, haciéndolas inoperantes] las condiciones de intercepción de los aviones secuestrados por parte de la Fuerza Aérea.

Para lograr su recuento restringido sobre la responsabilidad de Cheney [en lo sucedido] aquel día, la Comisión también restó importancia –y de manera flagrante– a varios recuentos de testigos oculares [que estaban] en completo desacuerdo con la cronología de la propia Comisión, particularmente los del director del contraterrorismo Richard Clarke y del secretario de Transportes, Norman Mineta.

RV: Gran parte de La route vers le nouveau désordre mondial trata sobre la geopolítica del petróleo, de la droga y del armamento y la manera como el Estado profundo estadunidense la maneja en Asia Central y en el Medio Oriente desde la época del presidente Carter. Sabiendo que la “guerra contra el terrorismo” perdura y se extiende hoy en más de 60 países –principalmente a través de operaciones secretas–, ¿cuáles son los verdaderos orígenes y objetivos de ésta?

PDS: Al principio de la “guerra contra el terrorismo”, estaba muy claro que los consejeros estratégicos de los dos partidos, al igual que los grupos de reflexión [think tanks, centros o institutos de propaganda y/o difusión de ideas políticas], como el Council on Foreign Relations, estaban preocupados por la necesidad de Estados Unidos en preservar su dominio histórico sobre los mercados petroleros mundiales. Produjeron documentos que apoyaban la idea de un incremento de la fuerza militar de Estados Unidos en la región del Golfo Pérsico, así como la idea de adoptar planes militares destinados, en particular, a ocuparse de Sadam Husein.

Hoy, la “guerra contra el terrorismo” ha seguido extendiéndose, y nos dicen que los militantes salafistas se han desplazado –como era de esperar– hacia nuevas regiones del mundo, sobre todo hacia Somalia y Yemen, para preparar sus represalias. La “guerra contra el terrorismo” se ha convertido en un ensayo para la actual doctrina estratégica de Estados Unidos tendiente a implantar un “dominio total”, como fue definida en el importante informe del Pentágono Joint vision 2020, llamando entonces a garantizar “la capacidad de las fuerzas estadunidenses, operando solas o con el apoyo de los aliados, para derrotar a cualquier enemigo y controlar cualquier situación mediante la gama de operaciones militares [disponibles]”.

Desde la Segunda Guerra Mundial, cada una de esas escaladas ha sido conducida por un lobby de la Defensa financiado originalmente por el complejo militar-industrial y actualmente por media docena de fundaciones de derecha que dispone de fondos ilimitados. Con el tiempo, su personal ha ido emigrando de grupo en grupo –el American Security Council, el Comité sobre el Peligro Presente, el Proyecto para el Nuevo Siglo Americano y, actualmente, el Center for Security Policy (CSP). Pero sus objetivos han ido ampliándose con el paso de los años: de maximizar la presencia estadunidense hasta restringir las libertades individuales para impedir la reaparición de cualquier tipo de movimiento antiguerra en Estados Unidos. Yo abordo la expansión de esta facción del sector de la defensa en mi más reciente libro La máquina de guerra estadunidense.

Esa agenda incluye cada vez más el macartismo, por no decir el fascismo. Cierto número de grupos está alimentando una histeria islamófoba que recuerda la histeria anticomunista de la década de 1950, llamando a una guerra aparentemente sin fin contra el Islam. Por ejemplo, el CSP publicó recientemente el documento Shariah, the threat to America, en el que proclama que la sharia es “la amenaza totalitaria de nuestra época”, con advertencias alarmistas sobre una “yihad infiltrada” y una “yihad demográfica”.

RV: Esa “guerra contra el terrorismo” –cuyos verdaderos fundamentos y objetivos están lejos de ser expuestos explícitamente por los gobiernos de los países miembros de la OTAN– comenzó en Afganistán, en 2001. En ese Estado, poderosos señores de la guerra aliados a Estados Unidos en la década de 1980 –época en la que los muyahidines combatían a las tropas soviéticas– son actualmente destacados actores del conflicto en “AfPak”, la entidad geopolítica que abarca Afganistán y Pakistán. Tomemos como ejemplo simbólico el caso de Gulbuddin Hekmatyar. La opinión pública de los diferentes países de la OTAN no parece darse realmente cuenta de quién es este señor Hekmatyar. ¿Puede usted proporcionarnos información sobre él? En su opinión, ¿cómo simboliza [Hekmatyar] el peligro que representa una política exterior estadunidense que, por falta de control legislativo y de visibilidad pública, ha provocado la explosión del tráfico de droga a nivel global?

PDS: Al disponer de pocos agentes leales en Afganistán, Estados Unidos decidió realizar su Operación Ciclón a través de los que estaban a la disposición de la Inter-Services Intelligence (ISI, los servicios secretos pakistaníes). Pakistán, temiendo a su vez a los reclamos de los verdaderos nacionalistas afganos que reivindican sus propios territorios fronterizos, dirigió el volumen de las ayudas provenientes de Estados Unidos y de Arabia Saudita hacia dos extremistas cuya base de apoyo en Afganistán era muy restringida: Abdul Rasul Sayyaf y Gulbuddin Hekmatyar.

Este último, miembro de la etnia pashtún y de la tribu ghilzai, originario del Norte de pashtún, fue entrenado inicialmente para la resistencia violenta bajo la dirección de los pakistaníes. Fue, al parecer, el único líder afgano que reconoció explícitamente la línea Durand, que define la frontera entre Afganistán y Pakistán. Para compensar el apoyo que no tenían entre la población local, Sayyaf y Hekmatyar cultivaron y exportaron opiáceos de forma masiva en la década de 1980, también con apoyo del ISI.

Fue por esa misma razón que los dos colaboraron con los muyahidines extranjeros –es decir, con los iniciadores de Al Qaeda– que por entonces afluían hacia Afganistán, y Hekmatyar parece haber desarrollado una estrecha relación con Osama bin Laden. Aquella afluencia de fundamentalistas wahabitas y deobanditas provocó el debilitamiento de la versión tradicional sufista del Islam local.

Durante la campaña antisoviética, las fuerzas de Hekmatyar asesinaron a personas que apoyaban a Ahmed Shah Masud, la principal amenaza para los planes de Hekmatyar –que contaban con el apoyo del ISI–, que consistían en dominar el Afganistán postsoviético. Después de la retirada de estos últimos, la CIA –actuando en contra de las recomendaciones del Departamento de Estado– utilizó también a Hekmatyar para impedir la constitución de un gobierno de reconciliación nacional, lo cual condujo a una guerra civil que provocó la muerte de miles de personas en la década de 1990.

Desde la invasión de Estados Unidos contra Afganistán en 2001, Hekmatyar ha dirigido su propia facción de combatientes para obtener una retirada de las tropas de la OTAN, aunque parece más abierto que los talibanes, en cuanto a integrarse a un gobierno de coalición dirigido por el actual presidente Hamid Karzai. En Washington, importantes funcionarios de la Defensa –como Michael Vickers– aún se refieren a la Operación Ciclón como “la acción clandestina más exitosa” en la historia de la CIA.

No parecen preocupados por el hecho de que ese programa de la CIA haya contribuido a generar y a desencadenar algo como Al Qaeda –la nueva justificación postsoviética para los aumentos sin precedentes de los presupuestos de defensa– ni tampoco por haber conferido a Afganistán su actual papel de principal fuente mundial de heroína y hachís.

RV: En conclusión, ante la situación financiera, económica, política, social e incluso moral existente en Estados Unidos, así como en numerosos países a través del mundo, ¿tiene usted confianza en el futuro? ¿Ve usted indicios estimulantes de una mayor influencia de lo que usted llama la “voluntad prevaleciente de los pueblos” en la toma de decisiones políticas, un proceso que es hoy por hoy más oligárquico que nunca?

PDS: Se dice que deberíamos ver cada crisis como una oportunidad. La crisis de Estados Unidos, que es también la del mundo, pudiera ser ciertamente la ocasión de introducir reformas de gran envergadura en los procesos del capitalismo de mercado que engendraron diferencias tan grandes entre los muy ricos y los muy pobres. Desgraciadamente, debido a esos procesos, las políticas tradicionales y los métodos de movilización se han hecho más ineficaces, aun de lo que ya eran anteriormente.

En La route vers le nouveau désordre mondial, defiendo que importantes cambios sociales son posibles cuando la opresión da lugar a la formación de una opinión pública unida –o de lo que llamo “la voluntad prevaleciente de los pueblos”– en oposición a esa opresión. Hago referencia a ejemplos como el movimiento por los derechos cívicos en el Sur de Estados Unidos o el movimiento polaco Solidarnosc.

Desarrollos tecnológicos como internet han facilitado más que nunca la unión de las personas tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Pero la tecnología ha perfeccionado también los instrumentos autoritarios de vigilancia y represión, haciendo la movilización activista más difícil que antes. Por consiguiente, el futuro es muy incierto. Pudiera decirse que el sistema global actual está más inestable que nunca y que es posible que algún tipo de prueba de fuerza logre cambiarlo.

En todo caso, yo estoy convencido de que estamos viviendo un periodo particularmente estimulante. La juventud debe continuar uniéndose como siempre lo ha hecho a movimientos que aspiran al cambio social y a crear nuevos espacios propicios al intercambio global. Y, por sobre todo, no hay ninguna excusa para la desesperación.

Todo por una manzana

Rubén Cortés

Wilbert Torre ha escrito un libro que lo mete en la polémica más actual del periodismo: Javier Cercas (El País) ve el periodismo como un ensayo de comprensión imaginativa, y Arcadi Espada (El Mundo) cree que ello permitiría fabricar una verdad a partir de una mentira.

En Todo por una manzana (Editorial Jus), Wilbert les demuestra que se puede comprender sin imaginar y escribir verdades sin fabricarlas, con algo que enseñó Hemingway desde sus crónicas para Toronto Star en 1919: describiendo.

¿Cómo lo logra Wilbert? Persiguiendo a sus entrevistados, ocho artistas mexicanos que triunfaron en Nueva York, entrevistándolos en sus departamentos, ensayos, conciertos, restaurantes, el taxi… preguntándoles hasta qué comen, la colonia y el maquillaje que usan.

Arcadi Espada, periodista de redacción, es incapaz de entender esto. En su libro Diario, se asombra de que la periodista Pilar Urbano arranque así su libro El hombre que veía amanecer, sobre el juez Baltazar Garzón:

“Sentado en el borde de la cama, un pie descalzo y el otro aún con calcetín, Baltazar mira a Yayo, el nombre íntimo que le da a su mujer. Ella recela de que Felipe González quiera conocer a su marido”.

Espada se asombra de que un reportero conozca tantos detalles: “Parece extraño que la autora compartiera la habitación con el matrimonio, pero hay que rendirse ante el órdago de precisión de su escritura: ha sido entre un calcetín y otro cuando Baltazar ha notado el recelo de Yayo”.

Pero Wilbert enseña que no hay que meterse dentro de una habitación, sino que basta con ser un entrevistador prolijo para ver a través de las respuestas de los entrevistados y entregar reportajes bellamente escritos y excelentemente armados.

Lo demuestra en estas historias sobre Eugenio Derbez, Magos Herrera, Alondra de la Parra, Bianca Marroquín, Antonio Sánchez, Víctor Rodríguez, José Limón y Enrique Norten, en las que, para describirlos, hizo que le abrieran sus puertas y las empujó hasta meterse hasta la cocina.

Yo prefiero las de las mujeres. Son las que explican mejor el espíritu neoyorquino que hizo famoso Frank Sinatra: Si puedo hacerlo aquí, puedo hacerlo en cualquier parte. Decide tú, New York, New York…

En esta ciudad, dice Alondra, “si das el ancho te dicen adelante y si no, te despiden. Eso le da nobleza a Nueva York. No importa si eres gordo o guapo, amigo del director o de una familia importante”.

Y Magos: “Aquí no tenía que explicar por qué era mexicana, nadie esperaba que cantara La cucaracha. No tenía que justificar por qué era una cantante de jazz. Nueva York no te pide explicaciones”.

Por eso prefiero las historias de Wilbert sobre mujeres. Porque las mujeres siempre dicen la verdad.

Sólo hay que saber convencerlas.

El lavado de dinero se modifica en México

Andy Novell F.

En los últimos días el Senado de la República ha estado muy activo, tal parece que los senadores están trabajando. Algo muy raro les pasa o quizá estén enfermos, debido a que están aprobando todo lo que cae en sus manos, sin ni siquiera estar enterados del tema.

Hace unos días el Senado de la República aprobó en comisiones la Ley contra el lavado de dinero, que incluye la creación en la PGR de una unidad especializada en análisis financiero en contra de la delincuencia organizada.

Sin embargo, a los senadores o a sus asesores se les olvidó algo muy importante, “el lavado de dinero ya se modificó en México”, claro ejemplo son los municipios al sur del Estado de México y están en los límites de Michoacán y Guerrero en la región conocida como tierra caliente.

Municipios ubicados en la zona conocida como el triángulo de la Brecha (Tejupilco, Luvianos, Tlatlaya, Valle de Bravo, Amatepec, Ixtapan de la Sal) cooptados por los Zetas y La Familia Michoacana, son centros de lavado de dinero, esto se da a través de todos los negocios familiares.

Desde hace tres años, las células del crimen organizado en estos municipios llegaron a cada uno de los municipios para solicitar el “apoyo”, es decir, los delincuentes les pagan tres mil pesos a los dueños de los negocios a cambio de que con el dinero del narco se compren los productos del establecimiento, el resultado de la venta va directamente a diferentes cuentas de prestanombres.

Pero estas cantidades no son mayores de 5 mil pesos semanales, es por ello que nunca serán rastreadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) u otra autoridad. Los negocios son, en general, populares, es decir tiendas de abarrotes, veterinarias, estéticas, ferreterías, entre otros.

Otra estrategia de lavado de dinero se está dando en Coahuila, con la compra de cedacería de oro la cual al tener un peso específico se funde para hacer pequeños lingotes que son depositados en los bancos. Esto lo realizan personas que están vinculadas al sector de la minería o en su defecto aquellos que venden joyas.

¿Hasta cuando se darán cuenta los senadores, diputados y asesores que el crimen organizado siempre busca alternativas para seguir cometiendo sus ilícitos? En estos momentos ya no se utilizan las sucursales bancarias para depositar grandes cantidades de dinero o transacciones. están usando los negocios de dinero exprés, los cuales no tienen las medidas de seguridad. No me creen, las llamadas de extorsión para el pago se realizan en este tipo de sucursales.

La pregunta sería si los asesores que crearon esta ley de lavado de dinero, serán expertos en el tema de seguridad o como siempre son todológos que es lo mismo de chile, mole y de dulce.

La nueva ley de lavado de dinero, señala que las “actividades vulnerables” proclives al ‘lavado’ de dinero, son los juegos con apuesta, la venta de boletos para dichos juegos, la emisión de tarjetas de crédito y de cheques.

También el ofrecimiento habitual o profesional de operaciones de mutuo o de garantía o de otorgamiento de préstamos o créditos, así como la prestación habitual o profesional de servicios de construcción de inmuebles.

También la comercialización habitual o profesional de metales y piedras preciosas, joyas o relojes cuyo valor sea igual o superior a 20 mil pesos, y de obras de arte con un costo mínimo de 300 mil pesos.

De igual manera, se deberán reportar a la SHCP operaciones mayores a 500 mil pesos en la compra de inmuebles, así como la comercialización de vehículos nuevos o usados aéreos, marítimos y terrestres por 400 mil pesos o más.

En la actualidad los narcotraficantes no meten el dinero en el banco, lo tienen en efectivo en sus casas de seguridad o en la guantera de sus vehículos, con la finalidad de que los “negocios se pagan en efectivo”, ahí tienen a Zhenli Ye Gon.

Las inundaciones mexiquenses y el peñanietismo

Álvaro Cepeda Neri

Si “por sus obras los conoceréis”, entonces las administraciones del priista Peña Nieto en el Estado de México, y del pseudoperredista Marcelo Ebrard en la ciudad de México, que navegan en la corrupción, ineficacia y sangrienta inseguridad, sería suficiente para que fueran desde ahora no precandidatos, sino candidatos a juicio político por sus malos gobiernos. Pero sin camisa de fuerza, están desatados y enloquecidos por ocupar el cargo que Calderón ha marcado con las mismas degradantes características de inseguridad, corrupción e ineficacia, elevadas a la potencia federal. La capital del país y la entidad mexiquense, sin mantenimiento desde hace diez años, transitan en el filo de varios desastres.

Los dos galanes, no de la política, pero sí de la grilla, se han dedicado a embellecer sus figuras con poses de bonitos en publicidad televisiva (gastando miles de millones de pesos de los dineros ciudadanos, Ebrard hasta con oficina en Washington para su primera y ya ex esposa, como su representante y Peña Nieto ocultando la verdadera historia del suicidio de su también primera esposa). El narcotráfico ya se apoderó de ambas entidades. Los feminicidios están a la orden del día, contándose entre mil y mil 500 homicidios de mujeres. La basura por todas partes (y más ahora con la separación de orgánica e inorgánica, en las zonas de los ricos, el transporte lleva doble depósito para recibir ambos desechos y en las colonias de los pobres, recogen sólo un tipo de basura por día, por lo cual mexiquenses y defeños optan por dejar la que no les reciben en la calle, tapando las coladeras con graves consecuencias en esta época de lluvias.

Van tres ocasiones que se inundan las colonias asentadas en el Valle de Chalco, Estado de México. Se desborda el río La Compañía, porque Peña Nieto sólo le hace parches. Y la Conagua, de Luege (tapadera del desgobernador de Sonora, en el robo de agua al sur de la entidad) dependiente de Calderón, también hace dizque obras de contención y cada época de lluvias cientos de miles de familias, claro: pobres, han sido devastadas y hasta vidas humanas han cobrado los desastres. Ha vuelto a tener lugar la enésima inundación. Otra vez las mutuas acusaciones entre Peña Nieto versus Luege-Calderón.

El municipio de Chalco es un territorio donde sobreviven mexicanos que están entre los de extrema pobreza y por eso es que no viven en las zonas residenciales del Estado de México. Y para colmo, están bajo el desgobierno del peñanietismo. Otra vez esos mexiquenses han sufrido pérdidas totales de sus escasos bienes. El gobierno federal culpa a la mala administración de Peña Nieto y éste les devuelve la imputación, que en el país es una manera de eludir responsabilidades. Nadie cumple con sus obligaciones y el país se asfixia por el mal gobierno de presidentes municipales, desgobernadores y el presidente de la República. Una asfixia donde los mexicanos dan patadas de ahogados y en una de esas o siguen resistiendo o se rebelan constitucionalmente, si es que continúa vigente el Art. 39.

Carta a Don Javier Sicilia de Subcomandante Insurgente Marcos

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL. MÉXICO.

Abril del 2011.

“Y a ustedes, ciudadanos, cuarenta y nueve niños os hacen saber:

Que en México la justicia recuperó la vista,

Pero sólo mira con el ojo derecho y en sesgada forma.

Que en este país la tal señora es manca como Venus de Milo,

Pero no es bella sino esperpéntica.

Que en razón de los defectos antedichos,

La balanza que sostenía la fulana se arrastra y es del lodo.

Que los sentimientos que vieron nacer la nación mexicana

No viven más bajo la toga de esa doña justicia

Escrita aquí con intencional minúscula.

Por eso, mexicanos, este alado escuadrón os convoca:

A levantar el palacio de la Justicia con las propias manos,

Con el propio amor y con la verdad indefectible.

A romper las tapias que los sátrapas cometen

Para segar nuestros, ojos, corazón y bocas.

A luchar hasta que el último aliento nos alcance

Y se convierta en el primero de un país

Que sea digno paisaje de la paz que nos ganamos”.

Juan Carlos Mijangos Noh. (Fragmento de “49 Globos”, en memoria de l@s 49 niñ@s muert@s en la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora).

Para: Javier Sicilia.
De: SupMarcos.

Hermano y compañero: Reciba los saludos de los hombres, mujeres, niños y ancianos indígenas del EZLN. Las compañeras y compañeros bases de apoyo zapatistas me encargan que le diga lo siguiente: En estos momentos especialmente dolorosos para nuestro país, nos sentimos convocados por el clamor que se sintetiza en sus valientes palabras, provocadas por el dolor del vil asesinato de Juan Francisco Sicilia Ortega, Luis Antonio Romero Jaime, Julio César Romero Jaime y Gabriel Alejo Escalera, y en el llamado que hace para la Marcha Nacional por la Justicia y contra la Impunidad, que saldrá el 5 de mayo del 2011 de la ciudad de Cuernavaca, Morelos, y llegará al Zócalo de la Ciudad de México el día domingo 8 de mayo de este año. Aunque es nuestro deseo sincero el marchar a su lado en la demanda de justicia para las víctimas de esta guerra, no nos es posible ir ahora hasta Cuernavaca o a la Ciudad de México. Pero, de acuerdo a nuestras modestas capacidades, y en el marco de la jornada nacional a la que nos convocan, l@s indígenas zapatistas marcharemos en silencio en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, en ejercicio de nuestros derechos constitucionales, el día 7 de mayo del 2011. Al finalizar la marcha en silencio, diremos nuestra palabra en español y en nuestras lenguas originarias, y después regresaremos a nuestras comunidades, pueblos y parajes. En nuestra marcha silenciosa llevaremos mantas y carteles con los mensajes de: “Alto a la Guerra de Calderón”, “No más sangre” y “Estamos hasta la madre”. Le pedimos por favor que haga llegar estas palabras a los familiares de los 49 niños y niñas muertos y los 70 lesionados en la tragedia de la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora; a las dignas Madres de Ciudad Juárez; a las familias Le Baron y Reyes Salazar, de Chihuahua; a los familiares y amistades de las víctimas de esta ensoberbecida guerra; a los defensores de los derechos humanos de nacionales y migrantes; y a tod@s l@s convocantes a la Marcha Nacional por la Justicia y contra la Impunidad. Respondiendo a su llamado de nombrar a las víctimas inocentes, hoy nombramos a las niñas y niños muertos en la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, quienes aún esperan justicia: María Magdalena Millán García Andrea Nicole Figueroa Emilia Fraijo Navarro Valeria Muñoz Ramos Sofía Martínez Robles Fátima Sofía Moreno Escalante Dafne Yesenia Blanco Losoya Ruth Nahomi Madrid Pacheco Denisse Alejandra Figueroa Ortiz Lucía Guadalupe Carrillo Campos Jazmín Pamela Tapia Ruiz Camila Fuentes Cervera Ana Paula Acosta Jiménez Monserrat Granados Pérez Pauleth Daniela Coronado Padilla Ariadna Aragón Valenzuela María Fernanda Miranda Hugues Yoselín Valentina Tamayo Trujillo Marian Ximena Hugues Mendoza Nayeli Estefania González Daniel Ximena Yanes Madrid Yeseli Nahomi Baceli Meza Ian Isaac Martínez Valle Santiago Corona Carranza Axel Abraham Angulo Cázares Javier Ángel Merancio Valdez Andrés Alonso García Duarte Carlos Alán Santos Martínez Martín Raymundo de la Cruz Armenta Julio César Márquez Báez Jesús Julián Valdez Rivera Santiago de Jesús Zavala Lemas Daniel Alberto Gayzueta Cabanillas Xiunelth Emmanuel Rodríguez García Aquiles Dreneth Hernández Márquez Daniel Rafael Navarro Valenzuela Juan Carlos Rodríguez Othón Germán Paúl León Vázquez Bryan Alexander Méndez García Jesús Antonio Chambert López Luis Denzel Durazo López Daré Omar Valenzuela Contreras Jonathan Jesús de los Reyes Luna Emily Guadalupe Cevallos Badilla Juan Israel Fernández Lara Jorge Sebastián Carrillo González Ximena Álvarez Cota Daniela Guadalupe Reyes Carretas Juan Carlos Rascón Holguín

Para ell@s pedimos justicia. Porque nosotros sabemos bien que nombrar a los muertos es una forma de no abandonarlos, de no abandonarnos. Don Javier: Sepa que también haremos un llamado a nuestr@s compañer@s de La Otra en México y a quienes están en otros países para que se sumen a la movilización que han convocado. Estaremos atentos a lo que vaya aconteciendo para apoyar en lo que podamos. Vale. Salud y no olviden que no están sol@s.

Desde las montañas del Sureste Mexicano. Subcomandante Insurgente Marcos. México, Abril del 2011.

Culpan a Enrique Peña Nieto de todo lo que sucede en el Congreso

El gobernador Enrique Peña Nieto no está nada a gusto con que todo lo que sucede en el Congreso se le cargue a él.

No importa que sea la Ley de Seguridad, o la Reforma Política o lo que sea, dicen sus cercanos, siempre termina en él como el factor de que se congele o se apruebe una iniciativa.

La molestia actual tiene que ver con la Reforma Política, aprobada por el Senado, y que tanto senadores del PRD, como diputados y medios de comunicación, afirman que si no se sale antes del cierre del periodo ordinario, será culpa exclusiva de él.

Dicen los que saben que la molestia de Peña Nieto tiene sustento, pues varias de las iniciativas pasaron y fueron liberadas por la Junta de Coordinación Política del Congreso, que fue la que al ampliar el número de comisiones para su revisión -como el caso de la Ley de Seguridad Nacional-, se provocarona sí mismos un empantamiento.

En casos como la Reforma Política, nada ayuda que algunos de los diputados más cercanos a Peña Nieto, como Felipe Enríquez, condicione la aprobación a que se incorporen puntos propuestos por el gobernador el año pasado.

La realidad es que la minuta del Senado llegó apenas el jueves al mediodía e incompleta en aspectos fundamentales, como la inexistencia de reformas al Código Electoral para el caso muy popular de las candidaturas ciudadanas, pues el Senado sólo aprobó su existencia, sin preveer cómo se van a financiar y cómo se supervisarán sus gastos.

Detrás del tiro al blanco que da Peña Nieto, dicen cercanos a él, se encuentra también la mala gestión de algunos diputados priístas, que no han salido primero a repartir las responsabilidades, ni tampoco a explicar la mecánica procesal de las reformas.

¡Increíble! Elba Esther Gordillo traerá a México a Fernando Savater

La maestra Elba Esther Gordillo volverá a dar qué hablar la próxima semana, por razones inesperadamente filosóficas.

La líder de los maestros, llevará la próxima semana al auditorio central del SNTE a un personaje de talla internacional para que ofrezca una ponencia magistral a sus agremiados.

Se trata del intelectual español, Fernando Savater, que ha escrito de ética, política y violencia con una prosa accesible y persuasiva.

El próximo martes se dirigirá a los maestros, quienes podrán seguirlo en todo el país gracias a que se espera transmitirlo por internet en tiempo real.

Los ex trabajadores de LyFC… ¿por la barbarie?

Álvaro Cepeda Neri

Los 16 mil ex trabajadores de la extinta empresa paraestatal Luz y Fuerza del Centro, que no aceptaron su liquidación y han continuado luchando desde hace un año y medio, para demandar su reinstalación en la Comisión Federal de Electricidad, se excedieron hasta la barbarie o, cuando menos, con actos muy cercanos en lo que fue el desbordamiento de la violencia para manifestarse en memoria de su aniversario de cuando fueron despedidos autoritariamente por Calderón y Lozano.

Agredieron a los que transitaban por el lugar de los hechos. Incendiaron automóviles (así sea, como alegan, que eran de su propiedad). Dañaron el inmueble de la Comisión Federal de Electricidad. Desquiciaron la circulación del transporte de toda clase. Y, de paso, al parecer hasta intencionalmente, a una orden de Martín Esparza, sus obedientes golpeadores se fueron encima de dos reporteros (a uno de ellos le robaron su cámara y documentos personales).

La cuestión es que las agresiones al reportero gráfico: Marco Peláez, del periódico La Jornada, y a Juan Carlos Santoyo, reportero de Radio Fórmula, como el resto del vandalismo, demuestra que los electricistas fueron más allá de sus derechos de petición y de protesta (Artículos: 8 y 9 constitucionales). Pasando de manifestaciones y mítines, a una violencia que los presenta como provocadores. Y si a esto le agregamos que posiblemente hubo otros individuos que, infiltrados, se dieron a la tarea de activar o iniciar la violencia, aquello se complicó porque las policías, federal y defeña, atacaron con gases lacrimógenos, convirtiendo el lugar en un infierno.

Periodistas y ciudadanos fueron víctimas al igual que los bomberos que concurrieron a sofocar el fuego de los cinco automóviles. Fue el exceso. De esta manera han desacreditado su lucha que se ha convertido en lo que quieren los funcionarios: un movimiento de fines violentos que echó por la borda sus fines laborales. Y se está transformando en otro grupo de los que abundan en el contexto de la violencia que aterroriza a los mexicanos. Los integrantes de lo que se sigue denominando Sindicato Mexicano de Electricistas, tienen simpatía y apoyo obrero; pero ante la opinión pública, sus actos que esta vez rayaron en la barbarie, los están marcando con el estigma de que se han pasado de una actitud pacífica y legal a un estado de cosas y conductas tipificadas penalmente.

Incurrir en la barbarie es el camino, la salida, más fácil para un gremio formado sindicalmente que, a toda costa, debería mantenerse fiel a los principios del sindicalismo para continuar su lucha. Si han de continuar violentamente, entonces estarán totalmente derrotados y de nada habrá servido su comportamiento anterior a los hechos del lunes 11. El parteaguas, antes y después de ese lunes, ya puso a los trabajadores en el filo de que el gobierno calderonista los pueda reprimir con el visto bueno de varios sectores. Y una lucha sindical así deja de serlo. La barbarie conduce al suicidio y los ex trabajadores de la ex LyFC, no lo merecen.

Calderón ya apostó

Francisco Rodríguez / Índice Político

En el diferendo de Televisa contra Grupo Carso, el ocupante de Los Pinos ya tiró sus dados a favor de la primera. Para quien tiene como obsesión perpetuar al PAN en el poder es más funcional tener de su lado a la “fábrica de opiniones” –lo mismo “construye” buenas imágenes que, instantáneamente, las destruye–, esto es, la empresa de Emilio Azcárraga Jean, que a Carlos Slim Helú, aún y cuando éste sea el mayor potentado del mundo.

Slim, por su parte, también se pertrecha. La “guerra” es en serio y ha buscado aliados internacionales de peso, cual es el caso de William Clinton, el ex presidente de los Estados Unidos, al lado de quien no ha mucho puso en marcha un ambicioso programa social, en un punto clave del “Estado fallido” mexicano: Ciudad Juárez.

Y aunque pareciera que Televisa es “la madrina” del priísta Enrique Peña Nieto en su campaña por la Presidencia en el 2012, tal no será permanentemente así. Ya se vio hace seis años, cuando el consentido de las cámaras y micrófonos era el también mexiquense Arturo Montiel, y subitáneamente fue convertido en “el más malo entre los muchos malos de Malolandia” en prácticamente todos los monitores que captan la señal que se emite desde la capitalina Avenida Chapultepec.

Calderón se ha puesto del lado de Azcárraga. La fallida Administración del michoacano no sólo ha impulsado en contra de Slim la megamulta por 11 mil 998 millones de pesos que la Comisión Federal de Competencia impuso a Telcel por su “reincidencia” en prácticas monopólicas, también ha instruido a un muy dócil Marcelo Ebrard –quien espera ser el “Plan B” del ocupante de Los Pinos en el 2012–, para que sus instancias de procuración y administración ¿de justicia?, den un palo carcelario a la viuda de Emilio Azcárraga Milmo, contra quienes su júnior no ha podido superar reales o imaginarios agravios infantiles y juveniles.

Tales son las evidencias a las que ha tenido acceso informativo la sociedad. Pero seguro hay más acciones de Los Pinos que, en el pleito Televisa Vs. Carso, favorecen a la primera.

Y todo porque a Calderón le conviene tener de su lado a la televisora. Va a usarla, como ya lo hicieron los contendientes priístas y foxistas en contra de Montiel hace seis años, para perjudicar a quien entre los contendientes de quien vaya a ser “su” candidato –no del PAN–, de aquí a diciembre de 2012.

Dar credibilidad al consorcio Televisa es infantil. Es tanto como pensar que son ciertos los teledramones que tarde a tarde monta la peruana “señorita Laura”, para satisfacer el morbo de la clientela del llamado “Canal de las Estrellas”… o cualquiera de sus programas dizque noticiosos.

Creer que va a “jalar” con quien más recursos públicos le ha entregado en los últimos años mediante sus pautas publicitarias y/o propagandísticas es, efectivamente, pueril.

Televisa, como lo fue el Televicentro de Azcárraga Milmo, es “soldado del Presidente”… así y éste lo sea “haiga sido como haiga sido”, pero sobremanera por un fallo del fallido Tribunal Electoral y la complicidad de los priístas que le abrieron la puerta de atrás.

Slim, por lo pronto, ha pospuesto el anuncio que muchos esperábamos desde hace unas semanas. Lo ha postergado, sí. No lo ha cancelado. Traer al popular periodista Larry King –el ex entrevistador estrella de la CNN internacional–, a dirigir su negocio de televisión, que ya funciona a través de la internet y de una alianza con el Canal 52 de la familia Vargas.

Pero esa posposición es estratégica. Quizá de uno o dos años. Con Clinton y con todo el grupo financiero por el que da la cara el oriundo de Arkansas y esposo de la secretaria de Estado de Barack Obama, la familia Slim Domit ya prepara la contraofensiva.

No se pierda, pues, el siguiente capítulo de este teleculebrón en el que Felipe Calderón juega el papel de “La Madrastra” de Televisa.

Índice Flamígero: En la SEP-DF sigue la mata dando en materia de corrupción. Apenas el viernes 15 de abril se celebró una reunión entre el administrador federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal y personal del Órgano Interno de Control en esa institución. El encuentro tenía como objetivo atender las diversas observaciones que se han realizado a servidores públicos y que no han podido ser subsanadas. Las observaciones habían sido realizadas, entre otros, a Antonio Ávila Díaz, director general de Operación y Servicios Educativos y ex secretario particular de Miguel Limón Rojas, ex titular de la SEP con Zedillo, y a Joaquín Guzmán López, quien ocupaba el cargo de Director General de Administración cuando se realizaron dichas auditorias y quien a la fecha se desempeña como director general de Planeación, Programación y Evaluación Educativa. Las observaciones se realizaron en torno a contratos de honorarios, ya que en algunos casos se observó que había personas que nunca habían cobrado efectivamente, aunque los recursos sí habían sido ejercidos, así como con contratos de capacitación que no se habían celebrado y contratos de mantenimiento y reparación de escuelas con diversas irregularidades, todo ello por un monto de más de 100 millones de pesos. Lo anterior provocó la ira del “Dr.” Luis Ignacio Sánchez Gómez, protegé de Marcelo Ebrard, quién señaló que los iba a acusar con su madrina, la maestra Elba Esther, porque luego era a él a quien acusaban y no lo dejaban en paz. ¿Los dineros “distraídos”? Bien, gracias.

Eduardo Gallo desairó a García Luna

Gregorio Ortega Molina / La Costumbre Del Poder

Debe quedarnos claro que padecemos las consecuencias de once años de despropósitos y desorientación crecientes. Las ejecuciones, los secuestros, la violencia cada día más cruel en nada se parecen a lo ocurrido en el país hasta la fecha. De haber consignado así lo sucedido en Topilejo y Hiutzilac, de haber sido tan cruel la muerte de los orozquistas a manos de Rodolfo Fierro, el destierro de yaquis al sureste del país o la ferocidad de los Cristeros con “Pepe” Dinamita (mejor conocido como monseñor José Garibi Rivera) al frente, hubiesen quedado escritos en la historia como lo quedará esta guerra presidencial contra los barones de la droga.

Sólo hay una explicación: las políticas públicas se determinaron por las debilidades ideológicas de Acción Nacional, por su insaciable voracidad de poder y el deseo irrefrenable de permanencia, cueste lo que cueste, como se vuelve a mostrar en la renovada incursión presidencial en el Congreso, para que le aprueben modificaciones legales a la todavía atorada Ley de Seguridad Nacional, que se presenta con nuevos bríos ideológicos, impulsados desde el pasado, cuando las Camisas Pardas hicieron de las suyas en las calles de Múnich, para después, a “güevo”, hacerse con el poder.

Este es el contexto en el que hay que analizar la renuncia de Eduardo Gallo a la presidencia de México Unido Contra la Delincuencia, pues como hoy se sabe, es una ONG que se puso a modo para servir a los intereses de Genaro García Luna -así lo informan a este columnista quienes dicen saberlo-, con objeto de permitir que la violencia vaya en aumento, sea cada vez más cruel, para que en México todos los días se cierren más puertas a piedra y lodo en los hogares, como sucedáneo de la seguridad que es mandato constitucional que debe asumir el presidente de la República e instrumentar con sus empleados.

Eduardo Gallo denuncia que hay opacidad en la organización que lo invitaron a presidir, donde le antecedieron María Elena Morera y Ana Franco, ya que en su interior se crearon grupos de poder que 'pusieron por encima del interés ciudadano y social el aspecto económico, y consideraron que la critica a las acciones de gobierno pondrían en riesgo los donativos económicos entregados por el gobierno federal'.

Denunció también que al serle entregada la presidencia del organismo, no se hizo con un acta de entrega recepción, y que a lo largo de su gestión pidió que se hiciera una revisión de los estados financieros, pero nunca le entregaron cuentas; solamente le informaron que disponía de 600 mil pesos en la caja de la organización, y debía considerar una deuda por 400 mil.

Consideró inexplicable el hecho de recibir donativos por 40 mil pesos mensuales para salarios, mientras la nómina era de 300 mil, por lo que tuvo que despedir a varias personas cuando llegó a presidir México Unido. Dijo también que durante la administración de Ana Franco se hicieron contratos y proyectos por los que se recibieron cantidades millonarias, pero no hay un reporte de los ingresos y egresos de la organización para consultar la forma en que se aplicaron los recursos.

Puntualizó Eduardo Gallo que se consideró muy crítica su posición de rechazo a la estrategia del gobierno federal en la declarada guerra a la delincuencia organizada, como la dio a conocer ante el presidente Felipe Calderón al desarrollarse los Diálogos por la Seguridad, en donde también planteó una serie de alternativas. Hasta aquí la información oficial.

La otra, la que se mueve de boca a oído, en correos electrónicos encriptados o se entrega con la confianza con la que los actores sociales buscan hacer llegar su opinión a la sociedad sin que haya deformaciones en el camino, indica que Eduardo Gallo nunca quiso actuar o proceder como se le sugirió o indicó a través de alguno de los miembros del Consejo Directivo de México Unido, o por conducto de los administradores que esperaron inútilmente los donativos del gobierno federal, a los que debería corresponder un alineamiento a las políticas de seguridad pública federal determinadas por Genaro García Luna.

Lo cierto es que México se ha convertido en una nación dura y violenta en casi todos sus ámbitos, incluso en aquellos en los que las ONG debieran servir a la sociedad y no al gobierno -sería diferente si se tratara de una política de Estado-, lo que nos obliga a releer ¿Podremos vivir juntos?, de Alain Touraine, donde en lo referente al Fundamento moral de la vida social encontramos:

“La definición de las sociedades de la baja modernidad como sociedades de intervención nos retrotrae al interrogante primordial de la sociología: ¿cómo es posible la vida social?

“La respuesta más general es que el paso del caos y la violencia al orden y la paz supone la regla, el derecho y el poder de formularlos y hacerlos aplicar. Pero esta respuesta asumió formas muy diferentes, las tres principales de las cuales pueden presentarse de la siguiente manera. La más exigente, muy presente en la alta modernidad, es que el orden social descansa sobre la adhesión a valores comunes; algunos llegaron a hablar de una comunidad de destino. Una segunda respuesta alude al principio más abstracto de la utilidad colectiva, que proporciona un criterio de evaluación de las conductas y de la conciliación de intereses opuestos. La tercera es la más limitada y formal: reduce las leyes a reglas del juego, principios constitucionales, procedimientos”.

Lo que hoy proponen a la sociedad a través de políticas públicas y reformas constitucionales no cabe dentro de ninguna de las tres respuestas, pues con el proceder político de Acción Nacional -que es excluyente- y el abandono de sus principios ideológicos, se perdieron los valores comunes y la comunidad de destino. La guerra al narco, tal como se desarrolla, no presenta ninguna utilidad colectiva ni facilita la conciliación de intereses opuestos, ya que el presidente Calderón asume que pedirle, solicitarle un cambio de estrategia equivale a repliegue, a doblar las manos, cuando es precisamente lo contrario, pero esa violencia le facilita el diseño de su estrategia electoral-judicial. En cuanto a las reglas del juego, se encargaron de romperlas todas.

Por eso era necesario recordar la renuncia de Eduardo Gallo, como lo fue la de Arturo Chávez Chávez. Se presagia mayor violencia, crueldad, mayor afinidad al proceder de las camisas pardas. Ojalá no tengamos nuestra noche de los cristales rotos.

Misterio en el Ángeles

Raymundo Riva Palacio / Estrictamente Personal

Hace una semana, Karla Villegas Millán, debía haber rendido su declaración ante el ministerio público del Distrito Federal, pero se esfumó. Las autoridades no saben en dónde se encuentra quien es el eslabón más firme que tenían para entender lo que sucedió la noche del 30 de marzo pasado en el lobby del Hospital Ángeles del Pedregal, donde su esposo fue ejecutado por una mano fría y entrenada, a la vista de todos, sin importar que su rostro quedara grabado en las cámaras de seguridad.

El crimen de David Valencia Ramírez es una de las noticias más censuradas por la prensa mexicana en los últimos tiempos pese a las peculiaridades del atentado –su nivel operativo y capacidad de fuego alimenta las pesadillas de que se amplíe ese tipo de acción a la población en general-, que hace sospechar a las autoridades de un ajuste de cuentas del narcotráfico.

La pareja acudió por primera vez al Hospital un mes y medio antes del atentado, cuando Karla se atendió de un problema de quistes en los senos, que motivó una cirugía de trasplante el 27 de marzo. Valencia Ramírez aprovechó para hacerse una cirugía plástica con el mismo doctor días antes. El 30 de marzo fueron a revisión, y ante la demora de los doctores en atenderlos, un desesperado Valencia Ramírez, según declaró Karla, bajó con ella a la cafetería que se encuentra en la Torre de Consultas próxima a la entrada del Ángeles.

Mientras eso sucedía, las cámaras de seguridad del Hospital grabaron unos minutos antes del atentado a un hombre maduro, identificado como “Martín”, probablemente en sus 40s, vestido con un pantalón oscuro y una camisa clara, que caminaba por el pasillo que conecta la zona de terapia intensiva y cajas con el acceso a la Torre de Consultas, donde se encontraría con la víctima. Más atrás, por el mismo pasillo, iba el atacante, de 26 o 28 años, moreno claro, cara y ojos ovales, nariz recta afilada y cabello negro quebrado, que vestía una playera Polo roja de manga corta y pantalones de mezclilla.

Valencia Ramírez se encontraba en el lobby de la Torre en espera de su esposa que, dijo, había ido al baño. “Martín” platicaba con él cuando Karla regresó. “Mucho gusto, Martín”, dijo el hombre que vestía elegantemente al presentarla su interlocutor como “mi esposa”. Karla, distraída con su celular, no vio cuando el hombre de la playera roja se acercó a su víctima por la espalda. Sólo escuchó “una explosión fuerte”, que es como describió el disparo que le hicieron a su esposo, que cayó de espaldas a unos cuantos metros de la puerta de la cafetería.

Con una pistola calibre .38 le disparó en el orificio de entrada del oído izquierdo. El segundo tiro, ya cuando huía, lo rozó y pegó en el suelo. Cuando Karla levantó la vista, “vi al señor Martín que no me auxiliaba y que se echaba para atrás muy sorprendido”. En ese momento descubrió al agresor, y mientras pedía auxilio a gritos, “Martín” y al atacante salieron de la Torre de Consultas rápido pero sin prisas, hacia la puerta de entrada del estacionamiento.

Un testigo declaró haber visto a dos personas que corrían para cruzar la calle. Uno era el hombre de la playera roja, que cruzó la avenida y se subió a una camioneta Jeep, mientras que la otra persona, de la que dijo que llevaba una chamarra oscura –“Martín” no llevaba nada, según los videos de seguridad-, corrió sobre el periférico. Karla dijo no conoce a ninguno de ellos, aunque varios de los datos que dio sobre su estancia en la ciudad de México resultaron falsos.

Karla dijo que se hospedaron en un condominio en las Lomas de Chapultepec, pero el domicilio que dio se encontraba deshabitado desde hacía tres meses. Declaró que se movían en un Mazda del cual dio un número de placas que resultó estaba a nombre de “Rosa María Medina Zepeda”, cuya dirección en el padrón vehicular resultó falsa. Identificó como el chofer a “Gerardo Ortega”, pero no aportó datos que hayan permitido hasta ahora su localización.

En sus primeras declaraciones a la policía dijo que vivió tres años en Guadalajara con Valencia Ramírez, y el último año en Cancún. Antes, reveló sin precisar fechas ni razones, ella había vivido en Colombia. Su pareja –la relación era de unión libre- nació en Uruapan, Michoacán, un estado donde opera el cártel de Los Valencia. El apellido, sin embargo, no es inusual en Michoacán, y no hay ningún dato hasta el momento que establezca una relación del hombre asesinado con la delincuencia organizada.

Valencia Ramírez, según las averiguaciones, vendía ropa en Cancún, Morelia y Culiacán. Según los investigadores, el tipo que ropa que ofrecía es de la misma marca estadounidense que utilizan los narcotraficantes -con estampados coloridos y violentos-, lo que tampoco prueba nada ilegal. Valencia Ramírez fue arrestado en Guadalajara hace unos años por usar documentación falsa y la dirección de él que apareció en los bancos de datos policiales, estaba en el Distrito Federal.

La eventual relación con la delincuencia organizada es una hipótesis de las autoridades a partir del método del crimen y el mosaico de sus actividades y lugares de operación. Pero hasta ahora las conjeturas no han encontrado confirmación. Lo único cierto, a partir de los hechos, es que fue un profesional quien lo ejecutó, una cara fresca que no aparece en Plataforma México, que tenía muy clara su misión: matar a Valencia Ramírez y huir sin ser detenido.

Los abusos de la Comisión Nacional Forestal

Álvaro Cepeda Neri

Al arribar los panistas, sobre todo a la administración pública federal (que incluye la presidencia de la República), para desplazar a los priistas, la ansiada alternancia se convirtió en fracasada alternancia que no solamente frustró la alternancia para “resolver con más democracia a los problemas de nuestra elemental democracia”, sino que con ellos aumentó la corrupción.

Estos panistas han hecho de la administración pública centralizada (secretarías del despacho presidencial) y descentralizada, empezando por Pemex (el ex secretario particular de Calderón: César Nava, quien goza de impunidad al haberlo hecho Calderón diputado federal, tiene una cola de ratón, actualmente investigada), un botín a lo descarado. La legislación penal le llama peculado, a lo que es un robo de dinero y tráfico de influencias por los negocios que han realizado, para ser ya panistas enriquecidos a lo bestia.

Los panistas resultaron empresarios de la rapiña, y mientras están en los cargos, abusan del poder para no cumplir con sus obligaciones. Es el caso de la Comisión Forestal (le suprime lo Nacional, porque el PAN todo lo ha estado desnacionalizando). En las zonas forestales sobreviven, entre el hambre y las injusticias, nada menos que… ¡13 millones de mexicanos, en condiciones sociales y económicas de marginación y pobreza! Y es que la Comisión citada, en manos de panistas depredadores, mejor se dedican al disimulo frente a los negociantes que destruyen los bosques, mientras los campesinos forestales son perseguidos y, en el mejor de los casos, abandonados, para que la deforestación empresarial privada siga acabando con esa muy disminuida producción.

Los campesinos forestales del Altiplano han denunciado la ineficacia de la Comisión, por sus siglas: Conafor. Y señalado que en la década del PAN, ese organismo ha recibido miles de millones de pesos… ¡que se han ido al botín!, ya que no hay una política económica atendiendo los problemas forestales. En una denuncia periodística (La Jornada: 8/04/11), esos campesinos forestales, precisaron acusaciones contra la Conafor (y sus funcionarios panistas que se la han pasado de a pechito) y el lunes once de este abril marcharon frente a todas las delegaciones de ese órgano descentralizado de Sagarpa. Obviamente los del PAN ya se acostumbraron al repudio y es sabido que las marchas no les producen ningún efecto.

Pero, si por todo el país crecen los malestares sociales, en una de esas todas hacen el cierre y las protestas pueden convertirse en revueltas donde se empollará una crisis de alcances nacionales. Es demasiada la indignación, por hambre, injusticias y pavorosa inseguridad, de los mexicanos ante homicidios por cientos de miles, que falta sólo la chispa que prenda un repudio contra el mal gobierno. Los campesinos son los más dañados por causas de pobreza y no resistirán cuanto les están haciendo los funcionarios que han abandonado sus obligaciones. Y la Conafor está dirigida por panistas que tienen en el olvido a los campesinos forestales.

La marcha por la paz en México

José Gil Olmos

El próximo 8 de mayo habrá una marcha que confluirá en el Zócalo de esta ciudad a la que los promotores han dado en llamar “Por la Paz y la Justicia”.

La idea, sin embargo, no es sólo protestar por las miles de muertes y desaparecidos que ha generado la guerra contra el narcotráfico declarada por Felipe Calderón, sino dar el primer paso hacia un movimiento nacional que proponga una ruta distinta para enfrentar este problema y otros que aquejan al país, y que hoy por hoy lo tienen sin rumbo, en medio de una crisis institucional.

En principio se plantea que sea una marcha silenciosa porque, explica Javier Sicilia, se trata de unirse no por el ruido y el estruendo de la protesta, sino por el dolor y la demanda de justicia de miles de familiares que han perdido a los suyos en una guerra absurda a la que nadie, salvo Calderón, convocó al sacar al Ejército a las calles sin tener una estrategia integral de empleo, salud, educación, etcétera.

“Lo único que nos puede unificar es el silencio, un caminar en paz en ese silencio de unidad que grita desde el fondo más profundo por la justicia”, preciso el poeta.

En segundo lugar la marcha no esta lanzada únicamente con el objetivo de manifestar la inconformidad y el repudio a las estrategias militar y policiaca de Calderón que ha generado muertes y violaciones a los derechos humanos, sino como el primer paso, el inicio de un movimiento nacional que de una luz de esperanza a una ciudadana cada vez más angustiada por el clima de terror y violencia que cerca de la vida cotidiana.

En tercer lugar se intenta trascender las manifestaciones que, como la del 2008, se realizó sólo en la ciudad de México, en contra de la inseguridad y los asaltos. No se trata, pues, de un ejercicio catártico para expresar sólo el enojo y el dolor de miles de deudos en medio del zócalo de la ciudad de México. En esta ocasión, se trata de dar los primeros pasos de un movimiento ciudadano que impulse nuevas formas de detener la ola de violencia en todo el país que se contabiliza en 40 mil muertos y cerca de 10 mil desaparecidos, se trata de hacer un alto en el camino y replantear el rumbo que ha perdido el país.

En este sentido, los organizadores plantean el establecimiento de un pacto nacional en el que empresarios, organizaciones sociales, iglesias, agrupaciones ciudadanas, sindicatos se sumen a la demanda de rehacer al país e iniciar un proceso de limpieza en todas aquellas instituciones, incluidos los partidos políticos, que han sido infiltrados por el crimen organizado.

Por eso la iniciativa va más allá de una marcha, la idea es empujar la firma de un pacto ciudadano por la paz en Ciudad Juárez que conlleve a la reconstrucción del país y del tejido social, algo que para muchos puede sonar romántico e idealista, pero que dadas las circunstancias en las que la violencia esta pegando a todos los sectores, ricos y pobres, poderosos y débiles, que el crimen organizado se esta apropiando de los jóvenes y de territorios del país, que esta cometiendo crímenes de los que no se tiene registro en la historia forense, resulta una necesidad apremiante la reconstrucción del estado, del gobierno y de sociedad en general.

La convocatoria lanzada por Javier Sicilia de realizar la movilización nacional y la firma de un pacto por la paz en Ciudad Juárez ha tenido resonancia entre distintos sectores y personajes.

Llama la atención que se haya sumado María Elena Morera, presidenta de Causa en Común y Eduardo Gallo, ex presidente de México Unido Contra la Delincuencia, porque se les había visto muy pegados al gobierno federal como Isabel Wallace, y ahora están del lado crítico a la estrategia militar calderonista.

Todos los días se adhieren empresarios que ha sido secuestrados o extorsionados, familias que ha perdido una hija, un hijo, un hermano, una hermana, primos, tíos, padres, madres y amigos que en esta guerra son mal llamados por el gobierno como “bajas colaterales” y que este movimiento quiere recuperar con nombre y apellido impresos en placas que habrán de fijarse en las plazas de pueblos y comunidades de todos el país para que sus nombres no sean borrados en la historia oficial.

Felipe Calderón ha dicho que estas manifestaciones deberían de ser contra los delincuentes porque son los causantes de la violencia y de las muertes, pero con eso sólo esta evadiendo su responsabilidad de que como primer mandatario y jefe de las fuerzas armadas declaró la guerra al crimen organizado sin estar preparado.

En su miopía no se da cuenta que esta manifestación es una oportunidad para dar un golpe de timón a su estrategia, de mirar y escuchar a la ciudadanía y, de algunas manera, comenzar a reparar los daños que ha ocasionado su obsesión por demostrar fuerza y legitimidad, cuando lo que necesita es mostrar inteligencia y humildad para aceptar que se equivocó y cambiar de decisión.

Corral vs Josefina

Francisco Garfias

Algo anda mal en la fracción del PAN en la Cámara de Diputados. Pareciera que hay dos líneas, dos estrategias, dos coordinadores: Josefina Vázquez Mota y Javier Corral.
En el seno de la bancada azul nos dicen que el asunto tiene que ver con el posible relevo de Josefina en la jefatura del grupo parlamentario.

Para nadie es un secreto que la diputada busca ser la candidata presidencial del PAN. Eso la obligará, en su momento, a separarse de la coordinación del grupo.

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Los apetitos se han abierto. Corral quiere el cargo. “Ya se sumó a la presunta terna de aspirantes (Ramírez Acuña y Felipe de Jesús Cantú también lo buscan.) Trata de generar un liderazgo, mostrarse como el hombre independiente que puede encabezar una bancada libre”, nos dice garganta azul.

A algunos diputados del PAN no les extraña la conducta del legislador de Chihuahua. “Siempre ha sido así”, subrayan. Otros lo critican. Hubo incluso quien nos aseguró que es el Caballo de Troya del PRD

La designación del coordinador parlamentario recae en el jefe nacional del partido. Javier se encuentra en aparente desventaja. Un día sí, y el otro también, ha criticado a Gustavo Madero.

Este ha condicionado el nombramiento del nuevo coordinador al compromiso de observar absoluta neutralidad frente a lo que se viene: la elección del candidato presidencial del azul. “Madero quiere evitar que el sucesor ayude a Josefina”, nos explican.

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Corral se ha desmarcado de la posición de su coordinadora en temas capitales. Uno de ellos es la Ley de Seguridad Nacional. “Allí si hay pedo”, nos dicen, con popular elocuencia.

Y es que Josefina ya confirmó lo que adelantamos ayer en este espacio. Habrá un acuerdo con el PRI en la Junta de Coordinación Política que reemplazará el turno a cinco comisiones que se le dio a esa polémica Ley.

Hace meses, panistas y priistas la turnaron a las cinco comisiones con la intención de bloquearla. Pero esto constituye hoy un obstáculo para su aprobación.

Son muchas las aduanas que tiene que pasar la Ley (que da cobijo jurídico a la intervención de las fuerzas armadas en la lucha contra el narco) y hay prisa por sacarla.

Lo “desaseado” del procedimiento ha provocado inconformidad en el seno del grupo panista. “Corral está aprovechando ese descontento en la bancada para chingar a Josefina y llevar agua a su molino”, agrega garganta azul.

Javier no quieta el dedo del renglón: se aferra a que la Comisión de Gobernación, que él encabeza, dictamine también la polémica Ley. Es una de las cinco que recibió turno.

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Otro punto en el que el diputado ha tomado distancia de Vázquez Mota es el de los nuevos consejeros electorales del IFE.

El de Chihuahua se opone a que el magistrado Jacinto Silva, apoyado por Josefina, integre la terna que será elegida. “Corral no lo quiere; apoya a David Gómez Álvarez”, nos dicen.

Otra fuente del azul asegura que Corral ha amenazado incluso con usar su influencia en el grupo para arrastrar a algunos diputados azules a votar en contra de la terna que se proponga y evitar, de este modo, que se logre la mayoría calificada que requiere la elección de los consejeros. No pudimos confirmar la veracidad de la versión.

El sábado habrá noticias sobre los nuevos consejeros electorales. Es el tiempo que solicitó Josefina para negociar un acuerdo que permita la aprobación de la terna.

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Ayer sesionó la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados. La “nota” la dio Javier Sicilia, a quien le acaban de matar a un hijo. El adolorido padre perdió los estribos y se puso a gritarle a Pablo Escudero.

El diputado del Verde abogaba en esos momentos en favor de la aprobación de la mencionada Ley de Seguridad Nacional. Es promotor de los cambios que abrieron el camino al acuerdo para aprobarla.

Las versiones de que se trata de un ordenamiento que sienta las bases de un estado militar, han provocado desconfianza y una enorme confusión.

Sicilia es uno de los convencidos de la tesis de que se promueve “estado militar”. Está convencido de que es una Ley que provocará mayor violencia. El hombre alzó la voz para advertir que no pasará. Afortunadamente se dio cuenta a tiempo de su desplante, y le pidió disculpas a Escudero.

Lujambio y las telenovelas

Miguel Sabido

El secretario Lujambio abrió la caja de Pandora, una de las muchas que deberían abrirse en México cada sexenio, con una pregunta aparentemente sencilla: ¿podría la telenovela ayudar a la labor de la Secretaría de Educación Pública? ¿Inocencia de político inexperto panista o jugada maestra de sagaz precandidato? Como sea, la respuesta señor ministro es: Sí.

Desde el año de 1974, en el Instituto Mexicano de Estudios de la Comunicación fundado por mí, desarrollé una metodología llamada “Entretenimiento Educativo” que se define como: toda telenovela que logre un bien social comprobado sin bajar el rating ni el share ni las ventas.

Lo fundamental de esta metodología y lo que le ha dado un prestigio mundial es el hecho de haberla podido comprobar plenamente y, con ello, liberarla del desorientador opinionismo sin fundamento, que, por desgracia, es tomado como una verdad contundente en nuestro país.

En 1974 con la telenovela Ven conmigo, diseñada conforme a mi metodología y escrita por Celia Alcántara y Miguel Sabido, logró que se inscribieran en el Plan Nacional de Educación para Adultos 536 mil personas. El dato fue plenamente certificado por la propia SEP y por el entonces subsecretario, don Roger Díaz de Cosío que, por fortuna, es un testigo vivo de ese logro.

A Ven conmigo le siguieron las telenovelas Acompáñame, Caminemos y Vamos juntos diseñadas para promover el valor Planeación de vida familiar, transmitidas en horarios comerciales por el canal 2 de Televisa, y que, según el experto en comunicación David Poindexter y la organización filial de la ONU, Population Communication-International PCI, fueron el factor determinante para la espectacular baja de la tasa de explosión demográfica en México de 3.7 al 2.4 en un periodo de cinco años.

Este esfuerzo conocido como el milagro demográfico mexicano, llevó a que la primer ministro de la India, Indira Gandhi, me pidiera asesorar la producción de dos telenovelas dedicadas a la planeación de vida, llamadas Hum Log (Acompáñame) y Hum raavi (Vamos juntos). El éxito de esas dos telenovelas fue tal que se convirtieron en una noticia mundial, acreedoras de primeras planas en el NY Times y la revista Time. Todo esto puede ser comprobado de una manera facilísima: en su buscador de internet simplemente con poner Miguel Sabido Entertainment-Education encontrará usted cien mil conexiones sobre el tema.

Mi metodología en la actualidad es tema de posgrado en maestrías y doctorados en varios universidades del mundo, entre ellas la más prestigiada en comunicación, Annenberg de la Universidad del Sur de California. Ha sido aplicada además de México y la India, en Tanzania, Filipinas, Etiopía, China entre otras naciones.

Por más de 20 años diferentes instituciones, tanto privadas como gubernamentales, en 22 países me han invitado a dar cursos y talleres, donde invariablemente siempre surgen en forma inmediata dos preguntas que son: 1) ¿Por qué el canal 2 comercial produjo y pagó la investigación de estas telenovelas? 2) ¿Por qué se dejaron de hacer y de investigar en el tema? ¿Por qué se hicieron? Lo describo prolijamente en el libro El tono, publicado por la UNAM en 2002, y la compleja historia incluye personajes tan importantes como el presidente Echeverría, Porfirio Muñoz Ledo, Emilio Azcárraga Milmo y Miguel Alemán Velasco, lo que será objeto de otro artículo en esta serie para Proceso.

¿Por qué dejaron de hacerse conforme a mi metodología? Me resulta a mí tan sorprendente y misterioso como a aquellos estudiosos que en Berlín, Nueva York, Los Ángeles, Ámsterdam, Beijing y Manila me lo preguntan. Yo me pregunto: ¿por qué si estas telenovelas no bajaron ni el rating ni el share ni las ventas, y si produjeron un beneficio social comprobado dejaron de producirse?

¿Por qué México, siendo el país pionero que probó que la telenovela puede ser un excepcional instrumento para combatir la pobreza extrema, la explosión demográfica, alentar la educación de adultos, etcétera, ya no sigue ejerciendo esta metodología?

¿Por qué si se tiene el procedimiento comprobado a los más altos niveles académicos, no se emplea para ayudar a resolver los grandes problemas de México?

¿Por qué si en nuestro país está comprobado que el tejido social se ha debilitado debido a la exaltación de la figura de los narcos promovida por la cultura del narcocorrido y los narcogrupos en grandes bailes masivos, por la payola en las estaciones de radio, en las televisoras y las revistas del género, no se fortifica con esta metodología comprobada?

Es urgente trazar un plan de comunicación en el que intervinieran la SEP, el Conaculta, el Consejo de la Comunicación y por supuesto los concesionarios de los medios electrónicos, en especial de televisión, y más en especial aquellos que producen telenovelas, para fortalecer nuestro tejido social.

Lo único que puedo contestar es que en el año 2000 yo, estando aún en Televisa, le presenté al señor Emilio Azcárraga Jean tres proyectos:

1) Una nueva versión de Ven conmigo para apoyar la educación de adultos. 2) Una nueva telenovela para combatir la pobreza. 3) Una serie de 52 capítulos de una hora que relatara la generación de esta metodología, que se inicia con el Primer Encuentro Mundial de Comunicación en 1974 hasta Los hijos de nadie en 1996.

El señor Azcárraga Jean muy amablemente los rechazó, motivo por el cual yo le pedí mi separación de la empresa en la que había trabajado 40 años y que me había permitido redactar las telenovelas históricas La tormenta, La Constitución, Los caudillos y Senda de gloria y diseñar El Carruaje; diseñar y producir los Encuentros Mundiales de Comunicación; diseñar y producir el Canal Cultural 9.

Así, salí de Televisa por decisión propia porque la televisión que me interesa hacer es aquella que comprobadamente sirva a la sociedad.

Al salir de Televisa, me entrevisté con el entonces director de la Fundación Azteca. Lo invité a comer para proponerle la producción de una telenovela dedicada a combatir la pobreza en el canal 13. Me escuchó atentamente y me prometió que lo plantearía inmediatamente al señor Raúl Salinas. Nunca volví a saber de él y las múltiples llamadas que hice a su oficina, jamás fueron contestadas.

Pero reitero lo que constantemente he dicho en los últimos años: cualquier casa productora de telenovelas que quiera que yo diseñe, escriba, produzca y evalúe una telenovela dedicada a la educación de adultos, la explosión demográfica, la igualdad de género, el combate a la pobreza, el refuerzo del tejido social, estaré dispuesto a hacerlo, sea en Televisa, en TV Azteca, en Argos o cualquier nuevo concesionario, como lo he hecho en la India y Etiopía.

Por fortuna, el entretenimiento con un beneficio social (conocido mundialmente como Entertainment-Education –EE) ha llamado la atención de las más altas autoridades mundiales, como la ONU y el Banco Mundial. En este momento se está implementando un hermoso proyecto de radio novela en Oaxaca destinado a enfrentar el problema de las “cajas de ahorro” del Estado. Estamos involucrados en él profesionales de la comunicación y el Banco Mundial observa este experimento para llevar adelante un ejercicio global del entretenimiento con un beneficio social.

El actual gobierno de Oaxaca –menos miope que los gobiernos de otros estados– ya ha acogido con serenidad y agudeza política el proyecto. Y no olvidemos que el de Cué es el primer gobierno de Convergencia. Ha dado un paso gigantesco al respecto del PRI, y no digamos del PAN, al advertir que los medios de comunicación masivos, multitudinarios, deben ser el punto de reunión de esfuerzos de gobiernos, iniciativa privada y universidades.

El presidente Calderón me entregó hace unos meses el Premio Nacional de Comunicación. Curiosamente en su improvisado discurso de entrega dijo: “No sabía yo de la trayectoria profesional de Miguel Sabido”. Quizás yo he tenido la culpa por no haber revalidado a mi salida de Televisa los esfuerzos en la búsqueda de un “uso social de la televisión comercial” que me permitió realizar el señor Emilio Azcárraga Milmo y, lo más importante, haber pagado por las investigaciones realizadas por impecables investigadores, como la doctora Ana Cristina Covarrubias y el doctor Rubén Jara. Pero las cien mil entradas de Google, la decisión del Banco Mundial de apoyar globalmente mi metodología, el aval de grandes universidades del mundo entero y el apoyo de Convergencia del Gobierno de Oaxaca me llevan a aclarar posiciones.

Ahora bien, las preguntas que salen atropelladamente de la caja de Pandora abierta por el licenciado Lujambio no paran aquí. Es el fin de los tiempos: el sexenio expira y todos nos preguntamos: ¿por qué si en otros países se hacen juicio acerca del desempeño de los funcionarios públicos, en México sólo nos limitamos a esperar que el siguiente no cometa los mismos errores y abusos. Por ejemplo:

¿Qué, el ex presidente Fox no debería haber sido sometido a un severísimo juicio político por haberle condonado a los canales de aire el impuesto del 12.5%? ¿Nos damos cuenta del brutal costo social que tuvo para México una decisión tan infortunada? Para empezar, ahora el IFE tiene que pagar cientos y cientos de millones por que pasen los anuncios de los partidos políticos. El sin sentido es flagrante. Fox cercenó la voz del gobierno para poder comunicarse fluidamente con su pueblo. ¿Por qué´?

¿Por qué nadie señaló la infinita petulancia del secretario de Comunicaciones del sexenio pasado, arquitecto Pedro Cerisola, quien afirmó al principio del sexenio que iba a sanear el “triángulo vicioso” que existía entre gobierno, concesionarios de televisión y audiencia, y que, por supuesto, no solamente no saneó, sino que lo corrompió más de lo que parecía posible?

Las preguntas de la caja de Pandora
sobre las comunicaciones en México brotan atropelladamente.

La inocente (aparentemente) pregunta de Lujambio ha sido contestada. Sí, licenciado, una magnífica alternativa para el problema de la educación en México es la aplicación del Entretenimiento Educativo con un beneficio social comprobado. Pero no solamente para ese problema, licenciado. Para muchísimos más. Queda pues sin contestar la pregunta ¿Por qué?

Gracias por haber abierto la caja de Pandora.