miércoles, marzo 23, 2011

¿Y el cambio de Gabino Cué?

Rubén Cortés

Al gobernador aliancista de Oaxaca, Gabino Cué, le sucedió en sus primeros tres meses de gobierno como a los dos presidentes panistas tras el advenimiento de la alternancia en el 2000: prometieron desactivar el sistema priista y luego se acomodaron a éste como anillo al dedo.

“Reconocemos que el proceso de cambio no será rápido ni espectacular, porque nuestros rezagos se han acumulado por décadas, y no podrán ser superados con una visión de corto plazo”, dijo ayer Cué, al cumplir 111 días en el poder.

Es decir, los oaxaqueños deberán esperar para ver cumplidas las promesas del ex priista (y ahora lopezobradorista) de acabar con la impunidad, la represión, el acoso político, el autoritarismo y la corrupción.

Sí, al igual que la mayoría de ciudadanos del país que aguarda hace una década que los gobiernos panistas destruyan la estructura monopólica y corporativista sobre la que, éstos todavía se llenan la boca diciendo, basó el PRI su dominio durante setenta años.

Porque, según las campañas presidenciales panistas del 2000 y el 2006, era a causa de esa estructura que en México había poco crecimiento económico, pobreza y desigualdad, inseguridad pública e informalidad laboral… todo lo cual aún existe, sin el PRI en Los Pinos.

¿Y todo lo otro que criticaban? Como los “poderes fácticos”, “la concentración del poder” y “los monopolios públicos” o “los monopolios privados”, “los económicos”, “los comerciales”, “los financieros”, “los políticos” y “los sindicales”. ¿Los erradicaron?

Lo mismo argumentó Cué en su campaña para sepultar setenta años de “desgobiernos priistas” en Oaxaca. Pero lo primero que hizo al ganar fue ratificar a dos miembros del gabinete de Ulises Ruiz: Estefan Garfias en Proyectos Estratégicos, y Andrés Henestrosa, en la Secretaría de Cultura.

Pero no fueron las únicas cuotas que pagó a los caciques oaxaqueños el Cué que enterraría el “caciquismo”. Hay más:

– A Pedro Vásquez Colmenares, con Bernardo Vásquez Guzmán en el Instituto Estatal de Educación Pública.

–A Diódoro Carrasco, con Gerardo Cajiga (Finanzas) y con el propio Garfias en Proyectos Estratégicos.

–A José Murat, con Germán Tenorio (Salud) y con Germán Espinosa en el Colegio de Bachilleres.

–Al mismo Ulises Ruiz, con Henestrosa en Cultura.

–Al PANAL, con Irma Piñeyro en la Secretaría General de Gobierno.

–A AMLO, con Salomón Jara en Desarrollo Rural

–Al PRD, con Carlos Altamirano en Desarrollo Social, y con Pedro Silva en la Coordinación de Transporte

–A Chucho Ortega, con Lenin López-Nelio en la subsecretaría de Desarrollo Rural.

–Al PAN, con Perla Woorlich en la Contraloría del Estado

–Al PT, con Daniel Juárez en Trabajo.

¿Entonces? ¿Es priista el caciquismo? ¡Por favor!

Es tan priista como panista, perredista y… aliancista.

PRI, Verde y Panal pactan alianza en el Estado de México

Los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista (PVEM) y Nueva Alianza (Panal) firmaron un acuerdo para participar en alianza en la elección del Estados de México, el próximo 3 de julio.

El acuerdo fue firmado por los dirigentes nacionales del PRI, Humberto Moreira; del PVEM, Jorge Emilio González Martínez, y del Panal, Jorge Kahwagi.

El próximo sábado 26, el PRI designará un “candidato de unidad” entre cinco aspirantes, el cual registrará su postulación al día siguiente. Aspiran a la nominación priista el alcalde de Ecatepec, Erubiel Ávila; el alcalde de Huixquilucan, Alfredo del Mazo Maza; el coordinador de los diputados locales del PRI, Ernesto Nemer Álvarez; el dirigente estatal, Ricardo Aguilar Castillo, y el diputado federal Luis Videgaray.

Esta será la segunda ocasión en que los tres partidos participen en alianza en el Estado de México. La primera, en 2009, cuando consiguieron el triunfo en 97 de 125 presidencias municipales en disputa.

Aun cuando ninguno de los tres partidos ha definido a su candidato, informaron que la alianza será registrada oficialmente el próximo 16 de mayo ante el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM)

En el acto celebrado en Toluca, los dirigentes de los tres partidos lanzaron duras críticas en contra de la pretendida alianza entre el PAN y el PRD, así como contra la consulta que ambos partidos realizarán el próximo domingo.

Humberto Moreira aseguró que la alianza PAN-PRD está destinada al fracaso, y agregó que la consulta ciudadana es un “montaje teatral” para engañar a la población mexiquense.

"Saben que no van a ganar y a lo que aspiran es a competir, perdiendo lo poco que les quedaba: vergüenza y dignidad", sostuvo Moreira.

En tanto, e l líder nacional del PVEM, Emilio González, consideró que impulsar una alternancia en el gobierno del Estado de México no garantiza un buen gobierno.

Por su parte, Jorge Kahwagi advirtió que los líderes de Acción Nacional y de la Revolución Democrática están destinados a administrar el fracaso.

Peña Nieto niega encerrona con aspirante

En otro tema, el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, negó que se haya reunido con los cinco aspirantes a la candidatura del PRI para sucederlo.

En entrevista, Peña Nieto reiteró que no intervendrá en el proceso de selección del candidato priista a la gubernatura, y en ese sentido insistió que no se ha reunido con ninguno de los aspirantes.

Confió en que el PRI elegirá al candidato en un ambiente de unidad, “de gran acuerdo, y sobre todo de una gran solidez del partido por la competencia que va a enfrentar. Esto es lo que yo deseo”.

Cisen deberá informar sobre muertos por violencia

Arturo Rodríguez García

El Centro de Información y Seguridad Nacional (Cisen) deberá dar a conocer la cantidad de personas que han fallecido en la última década en enfrentamientos entre bandas del crimen organizado y en choques violentos contra autoridades, ordenó hoy el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI).

El pleno del IFAI ordenó al Cisen realizar una búsqueda exhaustiva de información que deberá entregarse, desglosada por mes y entidad, con el número de fallecidos y si éstos pertenecían a la delincuencia organizada o eran agentes federales, estatales o municipales –policías, militares, marinos--, ciudadanos civiles o personas extranjeras.

La solicitud realizada por un particular fue rechazada por el Cisen con el argumento de que no era de su competencia, por lo que lo orientó pedir la información a la Procuraduría General de la República, así como recurrir a la estadística presentada en el sitio electrónico de la Presidencia de la República.

Sin embargo, el particular se inconformó y, por el caso, el comisionado Ángel Trinidad Saldívar, elaboró un proyecto que determinó que la orientación del Cisen no satisfacía la petición del particular, y revirtió la respuesta.

El IFAI consideró que la estadística presentada en el sitio de la Presidencia, sólo contempla los homicidios presuntamente relacionados con la delincuencia organizada y no muertes en enfrentamientos. Además, dicho conteo sólo abarca el período comprendido entre 2006 y 2010, en tanto el particular pidió informes desde el año 2000.

El proyecto de Saldivar, aprobado por el pleno del IFAI, también revirtió la negativa del Cisen, al determinar que es competente para dar dicha información que se supone en su poder, pues forma parte del Gabinete de Seguridad y del Sistema Nacional de Seguridad Nacional.

Denuncia Telcel a televisoras y cableros por prácticas monopólicas

Las demandas se basan en la existencia de arreglos entre competidores para fijar, elevar y manipular el precio de venta de publicidad y el intercambio de información con el mismo fin.

México, DF. Telcel denunció ante la Comisión Federal de Competencia (CFC) a empresas de Grupo Televisa, Tv Azteca y diversos afiliados a la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable (Canitec), por incurrir en prácticas monopólicas.

La telefónica explicó en un comunicado que las denuncias se basan en la existencia de arreglos entre competidores para fijar, elevar y manipular el precio de venta de publicidad y el intercambio de información con el mismo fin.

Asimismo, en la existencia de arreglos para la segmentación entre competidores de diversos mercados como el de la publicidad, la televisión abierta y la venta condicionada de espacios publicitarios.

Además, en la acción unilateral de los denunciados en rehusarse a vender espacios publicitarios ofrecidos a terceros.

Telcel también acusó la existencia de arreglos entre competidores y otros agentes económicos para ejercer presión con el propósito de que Telcel acepte condiciones discriminatorias y contrarias a la competencia en materia de publicidad e interconexión.

"Telcel mantendrá informado al público en general del progreso de las denuncias presentadas el día de hoy ante CFC", explica en el texto.

Acribillan a director de seguridad de La Piedad, Michoacán

Entraba a su casa cuando recibió 50 tiros. Es el 4to jefe policiaco asesinado en el año en el estado.

Morelia, Mich. Un grupo armado acribilló al director de Seguridad Pública de La Piedad, José Luis Guerrero Morales, cuando regresaba a su casa, informaron fuentes oficiales de la Procuraduría General de Justicia de Michoacán.

A las 23 horas, justo cuando iba a entrar a su domicilio, ubicado entre las calles Francisco Zarco y Álvaro Obregón de la citada ciudad del Bajío, varios sujetos que iban en dos vehículos llegaron de pronto y le dispararon en más de 50 ocasiones con rifles AK-47 y R-15 al jefe policiaco.

Un policía a bordo de la patrulla 01520 que había ido a dejar a su jefe en el fraccionamiento La Peña huyó de inmediato, pero su automóvil recibió varios impactos de bala que no lograron alcanzarlo.

El uniformado dejó la patrulla cerca de la presencia municipal y hasta el momento no se sabe de su paradero.

Guerrero Morales es el cuarto director de Seguridad Pública ejecutado en lo que va del año en la entidad. El pasado 6 de enero fue abatido en Taretan, Francisco Aparicio Méndez; el primero de marzo, José Gómez Basurto, en Tanhuato, el 10 de marzo, Jorge Hernández Espinosa, jefe policiaco de Santiago Tangamandapio.

El dedazo de Televisa

Jesús Cantú

Las revelaciones de Arturo Montiel (Proceso 1793) confirman que los priistas nunca han elegido a sus candidatos presidenciales, pues hasta la elección del año 2000 –cuando perdieron la Presidencia de la República– dicha atribución correspondía al presidente de la República, quien tomaba la decisión y buscaba la vía para instrumentalizarla; y en 2006, de acuerdo con el exgobernador, siguió prevaleciendo la voluntad presidencial, aunque en ese entonces fuese un panista quien utilizó a Televisa para impulsar la candidatura de Roberto Madrazo.

Durante el priismo, las televisoras fueron muy útil instrumento para modelar una opinión pública favorable al régimen autoritario; como fieles “soldados del presidente”, como alguna vez señaló Emilio Azcárraga Milmo, obedecían ciegamente sus instrucciones y, por lo mismo, ocultaban, manipulaban o inventaban información para beneficiar al gobernante en turno.

En el primer gobierno de la alternancia, la relación tuvo cambios importantes, aunque no en lo sustancial, ya que Fox entendió, incluso desde antes de ser candidato a la Presidencia, que requería del apoyo de las televisoras, primero para ganar la elección, y después para gobernar. Únicamente así pueden entenderse las concesiones y consideraciones que tuvo con los dos integrantes del duopolio, que fueron desde la tolerancia con TV Azteca ante la ilegal toma de las instalaciones de Canal 40 y el apoyo que le brindó para que se quedara con la concesión, hasta el famoso decretazo del 2 de octubre de 2002 –que redujo a una décima parte los tiempos fiscales– o el otorgamiento de varias decenas de permisos para que Televisa instalara casas de juego por todo el territorio nacional.

Y por el adelanto del libro de Montiel, publicado la semana pasada en Proceso, Fox también utilizó a Televisa para entrometerse en la designación del candidato priista a la Presidencia de la República, pues veía en Roberto Madrazo un candidato cómodo para cualquier aspirante blanquiazul, como finalmente resultó.

Sin embargo, de ser cierto el testimonio de Montiel, Televisa rápidamente aprendió la lección y en el presente sexenio –el segundo de la alternancia– ya operó por su cuenta, no siguiendo instrucciones presidenciales, sino obedeciendo únicamente a sus instintos e intereses. Y quizá quien primero le mostró el camino a Televisa fue el mismo Montiel, pues hay que recordar que el primer candidato de la televisión, de principio a fin, fue precisamente el delfín de Montiel: Enrique Peña Nieto.

Desde que Montiel designó a Peña Nieto como candidato tricolor a la gubernatura del Estado de México, Televisa se hizo cargo de la imagen de éste, primero para que ganara las elecciones estatales, y, después, para proyectarlo hacia la candidatura priista a la Presidencia de la República en 2012. Y, hasta hoy, las encuestas de preferencia electoral muestran que lleva una amplia ventaja sobre el resto de los contendientes, tanto internos como externos.

Pero a pesar de que las lealtades –de Peña Nieto con Televisa y de ésta con el gobernador– parecen probadas, Televisa no quiso poner “todos los huevos en una sola canasta” e impulsó a otros candidatos con perfiles similares, que le permitieran tener segundos mejores en caso de que su candidato predilecto sufriera algún accidente, en sentido metafórico; por ello apoyó decididamente a Rodrigo Medina para que alcanzara la gubernatura de Nuevo León. De acuerdo con las versiones que circulan entre los priistas neoleoneses, dicho respaldo fue mucho más allá de lo que se vio en las pantallas televisivas.

Conforme a tales versiones, los directivos de Televisa hablaron directamente con quien en ese entonces encabezaba las encuestas de preferencia electoral –al menos en la contienda interna– entre los priistas, que era Abel Guerra, para obligarlo a renunciar a sus aspiraciones. Los integrantes de la cúpula priista no lanzaron la convocatoria sino hasta que estuvieron seguros de que Guerra no se inscribiría como precandidato a la gubernatura, pues sabían que contaba con los recursos económicos y humanos para eventualmente ganarles la elección interna, especialmente contra Medina, quien entonces apenas era conocido por 25% de la población de la entidad.

Tanto el entonces gobernador Natividad González Parás como la dirigente nacional del tricolor, Beatriz Paredes, intentaron convencerlo de que desistiera, pero ninguno cumplió su cometido. Por lo que tuvieron que ser los directivos de la televisora quienes lo disuadieran amenazándolo con utilizar toda la fuerza de sus pantallas para destruir su imagen personal. Ante dicha amenaza, Guerra optó por ser candidato a la alcaldía de Monterrey, puesto que perdió en la elección constitucional por segunda vez consecutiva.

Durante el proceso electoral, Televisa hizo sentir su apoyo decidido a Medina, básicamente denostando al candidato panista Fernando Elizondo en sus noticiarios y ofreciéndole espacios muy generosos al candidato priista en todo tipo de programas, particularmente los de mayor audiencia. La fórmula funcionó y Medina ganó con amplio margen los comicios.

En ese caso, como en el de Peña Nieto, todo se lo deben a Televisa, ya que antes de que ésta se hiciera cargo de la promoción de su imagen eran totalmente desconocidos y logró posicionarlos por encima de sus oponentes (Rubén Mendoza y Yeidckol Polevnsky, en el Estado de México; y Elizondo, en Nuevo León), quienes sí contaban con cierto reconocimiento entre los electores de sus respectivas entidades. En ambos casos la estrategia fue muy similar: amplia exposición para sus candidatos, mucha de ella fuera de los programas noticiosos, y frecuente denostación de sus opositores.

Pero Televisa no se conforma con gubernaturas, y va por la Presidencia en el 2012. Ya tiene seis años trabajando en la construcción de la imagen de Peña Nieto, por lo cual tampoco ahora los priistas podrán decidir quién será su candidato a la Presidencia de la República, porque será una mera validación de la designación de la televisora. Y, desde luego, su intención no es únicamente conseguir que sea el candidato tricolor, sino que sea el próximo presidente, como antes lo hicieron gobernador.

Así que, eventualmente, también a la ciudadanía nos arrebatan nuevamente la facultad de elegir al próximo presidente, y la jornada electoral simplemente sirve para validar la designación de Televisa.

Suspende sus actividades el Poder Judicial de Durango por amenazas de bomba


Luis Lozano

La totalidad de los juzgados civiles, penales y mercantiles con sede en la capital del estado suspendieron sus actividades este miércoles, luego de que reportaran amenazas de bomba en contra de las diferentes sedes del Tribunal Superior de Justicia del Estado.

Aunque dijo desconocer la forma en que se enviaron las advertencias, el magistrado presidente de dicho poder, Apolonio Betancourt Ruiz, confirmó el hecho luego de que elementos del Ejército llegaran a su sede principal a realizar una inspección.

La revisión se replicó en las salas de juicios orales, ubicadas a un costado del Centro de Reinserción Social No. 1. Ahí fueron suspendidas varias audiencias, que finalmente fueron reprogramadas. Hasta el momento no se ha informado de algún hallazgo.

Betancourt Ruiz señaló que, ante la situación, se decidió suspender todas las actividades jurídicas en los espacios judiciales de la ciudad, mismas que serán reanudadas este jueves.

En total, suspendieron su jornada laboral unos 700 trabajadores. Algunos elementos militares también ingresaron a la sede del Congreso local, aledaña al edificio del Tribunal; no obstante, el presidente de la Gran Comisión, Adrián Valles Martínez, aseguró que en su caso, no recibieron amenaza alguna.

Acusa Iusacell a Telmex de incumplir pago por interconexión en febrero

Señaló que no fue notificada oficialmente de esta falta de pago correspondiente al mes de febrero y tampoco medió comunicación sobre el asunto.

México, DF. Teléfonos de México (Telmex) suspendió a Iusacell el pago correspondiente al mes de febrero por concepto de interconexión, aseguró la firma de telefonía perteneciente a Grupo Salinas.

En un comunicado destacó que no fue notificada oficialmente de esta falta de pago y que tampoco medió comunicación alguna entre ambas empresas sobre el asunto.

“Es importante destacar que hasta el día de hoy, Telmex siempre había cumplido en tiempo y forma con su pago”.

Estas prácticas, añadió, exhiben el poder monopólico de Telmex a sabiendas de que Iusacell no los puede desconectar.

“Una vez más, el monopolio Telmex-Telcel actúa de manera arbitraria contra sus competidores”.

Se reúne Calderón con delegación bipartidista de congresistas de EU

El mandatario mexicano les pidió aplicar medidas más estrictas contra el trasiego ilegal de armas y dinero.

Alonso Urrutia


México, DF. El presidente Felipe Calderón se reunió esta tarde en la residencia oficial de Los Pinos con una delegación bipartidista de congresistas de Estados Unidos, a quienes explicó las acciones de su gobierno para enfrentar al crimen organizado. Al mismo tiempo, les reiteró la importancia que tiene para el gobierno mexicano combatir de manera más firme y eficaz el tráfico de armas en la frontera norte del país.

Durante el encuentro privado, el mandatario mexicano pidió a los legisladores estadunidenses la aplicación de medidas más estrictas para detener el trasiego ilegal de armas y dinero en efectivo hacia territorio mexicano. Al mismo tiempo, reconoció el apoyo bipartidista que ha tenido en el Congreso estadunidense para impulsar mayores niveles de cooperación en éste y otros rubros de la relación bilateral.

Encabezados por la representante republicana Kai Granger, los legisladores estadunidenses – según informó la Presidencia de la República – reconocieron la importancia del combate frontal a la delincuencia organizada que se está dando en México. Ambas partes coincidieron en la necesidad de alcanzar la plena instrumentación de la Iniciativa Mérida, en especial de asegurar entregas de equipo, tecnología y capacitación, equivalentes a 500 millones de dólares durante este año.

Por otro lado, se destacó la necesidad de mantener las acciones bilaterales y avanzar en la modernización de la frontera común, a fin de que se tenga una mayor seguridad y competitividad en ambos países. Durante el encuentro con siete legisladores estadunidenses, Calderón estuvo acompañado de los secretarios de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, y de Gobernación, Francisco Blake.

Quote of the Day


QUOTE OF THE DAY

“Over the weekend the U.S. contributed to the U.N. declared suppression of Libyan air power with, among other things, 124 Tomahawk missiles. In 2011 dollars the unit replacement cost is about $750,000. Apiece. So in the span of a few hours and for reasons that very few non-AEI employed Americans would find compelling, Uncle Sam just spent $93 million dollars.

That doesn’t count the thousands of gallons of aviation fuel and other ordnance dropped on Libya, the cost of repositioning assets, the $1.02 billion B-2 bombers used for daytime strikes, and so on. Even if American involvement in the conflict is brief, there is little doubt that the total monetary cost of our military action will approach or even exceed a quarter of a billion dollars. As usual, this money gets spent without thirty seconds of debate in Congress and with nothing but glee from the voting public. Hoo boy, can’t wait until the Wings Over Libya on the Military Channel brings us the nose camera footage.

But teachers sure do make a lot of money, amirite?

El México que vio Colosio

Francisco Rodríguez / Índice Político

Diecisiete días antes de que lo asesinaran –hace ya 17 años–, Luis Donaldo Colosio pronunció el memorable discurso en el que compartía su visión del país.

En 1994, el malogrado candidato presidencial priísta veía “un México de comunidades indígenas, que no pueden esperar más a las exigencias de justicia, de dignidad y de progreso…”. Ese México no ha cambiado.

“Yo veo un México de campesinos que aún no tienen las respuestas que merecen. He visto un campo empobrecido, endeudado, pero también he visto un campo con capacidad de reaccionar, de rendir frutos si se establecen y se arraigan los incentivos adecuados”, decía Colosio el 6 de marzo de 1994, pero igual podría repetirlo hoy cualquiera que se preocupe por os problemas agrarios.

“Yo veo un México de trabajadores que no encuentran los empleos ni los salarios que demandan; pero también veo un México de trabajadores que se han sumado decididamente al esfuerzo productivo, y a los que hay que responderles con puestos de trabajo, con adiestramiento, con capacitación y con mejores salarios”, decía Colosio. Y ese México de fines del salinato es el mismo México de los estertores del calderonato.

“Yo veo un México de jóvenes que enfrentan todos los días la difícil realidad de la falta de empleo, que no siempre tienen a su alcance las oportunidades de educación y de preparación. Jóvenes que muchas veces se ven orillados a la delincuencia, a la drogadicción; pero también veo jóvenes que cuando cuentan con los apoyos, que cuando cuentan con las oportunidades que demandan, participan con su energía de manera decisiva en el progreso de la Nación.” Y esos jóvenes de 1994 son ya adultos que tampoco tienen oportunidades en el 2011. Y en este 2011 hay cada vez más jóvenes sin futuro.

“Yo veo un México de mujeres que aún no cuentan con las oportunidades que les pertenecen; mujeres con una gran capacidad, una gran capacidad para enriquecer nuestra vida económica, política y social. Mujeres en suma que reclaman una participación más plena, más justa, en el México de nuestros días.” Y aquellos días descritos por el sonorense son los mismos días de hoy.

Colosio, y con él millones de mexicanos, veía entonces “un México de empresarios, de la pequeña y la mediana empresa, a veces desalentados por el burocratismo, por el mar de trámites, por la discrecionalidad en las autoridades. Son gente creativa y entregada, dispuesta al trabajo, dispuesta a arriesgar, que quieren oportunidades y que demandan una economía que les ofrezca condiciones más favorables”, y 17 años después ninguna de estas circunstancias ha cambiado.

“Yo veo un México de profesionistas que no encuentran los empleos que los ayuden a desarrollar sus aptitudes y sus destrezas –se lamentaba Colosio–. Un México de maestras y de maestros, de universitarios, de investigadores, que piden reconocimiento a su vida profesional, que piden la elevación de sus ingresos y condiciones más favorables para el rendimiento de sus frutos académicos; técnicos que buscan las oportunidades para aportar su mejor esfuerzo.”

Y rubricaba entonces Colosio su diagnóstico de aquel México de 1994, con la frase que originalmente pronunciara El Maestro de América, don Justo Sierra O’Reilly: “Yo veo un México con hambre y con sed de justicia.”

Más de tres lustros han transcurrido. Un gobierno priísta, el de Zedillo. Dos panistas que se comprometieron a “el cambio”, el de Fox y Calderón… Y nada ha cambiado y sí mucho o prácticamente todo se ha puesto peor.

México, hoy, padece más hambre y más sed de justicia.

El México que vio Colosio estaba enfermo, pero había esperanza de que recuperara la salud.

El México que nos han dejado Zedillo –con el más grande atraco a la población, llamado Fobaproa–, Fox y Calderón –con sus complicidades con la delincuencia organizada a la que dicen combatir– agoniza.

Le hace falta una terapia de shock…

Y ese shock puede ser el ya muy alto precio de la tortilla, y la privatización de los servicios municipales de agua potable…

Hambre y sed. También de justicia.

Índice Flamígero: Las 50 Acciones para Restaurar la República propuestas este último domingo por Andrés Manuel López Obrador son también terapia de shock. El país, sus habitantes, carecerán de viabilidad, si desde el poder persisten en seguir los pasos que hasta hoy nos han llevado a la orilla del precipicio.

El día que mataron a Colosio

Martha Anaya / Crónica de Política

El día que mataron a Luis Donaldo Colosio –23 de marzo de 1994—me encontraba en San Cristóbal de las Casas. Como muchos otros reporteros, aguardaba el resultado de la consulta que realizaban los zapatistas entre sus bases sobre los acuerdos a los que se había llegado en los llamados “Diálogos de Catedral” entre el EZLN y el gobierno.

Manuel Camacho Solís, quien entonces encarnaba la figura de Comisionado para la paz en Chiapas, aguardaba también en un pequeño hotelito de San Cristóbal alguna comunicación del sub comandante Marcos.

Camacho venía de reunirse apenas unos días atrás con Colosio –cuya nominación a la candidatura presidencial por el PRI no había reconocido en su momento, pues él se sentía con el derecho y los méritos para ser el sucesor de Carlos Salinas—con el que finalmente había hecho las paces y Donaldo lo acababa de hacer saber en un acto de campaña.

Otro de los actores importantes de aquella época, el obispo Samuel Ruiz, se encontraba en un salón de la nunciatura de San Cristóbal conversando con algunos de sus ayudantes más cercanos.

Ninguno –ni el sub, ni Camacho, ni don Samuel, ni los reporteros—imaginábamos lo que ocurría aquella tarde noche en Lomas Taurinas, Tijuana.

Yo me enteré por una llamada que recibí de la redacción de Excélsior (entonces no existían aún los celulares) en la que me alertaban del suceso. En ese momento sólo se sabía que le habían disparado a Colosio al salir de su último mitin y que se encontraba grave, hospitalizado.

Salí al patio del hotel donde solían realizarse las conferencias de prensa y me encontré con Oscar Arguelles, que hacía las veces de jefe de prensa de Camacho Solís, y le comenté la noticia. No estaba enterado. Salió rápidamente a avisarle al ex regente de la ciudad de México.

Unos minutos después vi a Camacho Solís caminar a toda prisa hacia la nunciatura en busca de don Samuel. Lo alcancé en la calle. Iba alterado, por no decir horrorizado. Me tomó por el codo y sentí cómo sus manos temblaban.

Los reporteros nos reunimos en distintos cuartos del hotel donde nos hospedábamos para seguir por televisión las noticias. Ya para esos momentos, la transmisión sobre el atentado era continua. Así nos enteramos, en una imagen a las afueras del hospital y a través de la voz de Liébano Sáenz, de que Luis Donaldo había fallecido.

Ya muy noche, en plena madrugada, enfilé hacia el hotel donde se hospedaba Manuel Camacho. Subí hacia su cuarto y vi algo que no había sucedido durante todo el tiempo que llevaba el conflicto con el EZLN: ante su puerta estaba un soldado haciendo guardia.

Me quedé paralizada. ¿Lo están vigilando o lo están cuidando?, me interrogué. Di media vuelta y volví a mi hotel.

Aquella noche, sabría tiempo después, muchos fueron vigilados-custodiados. Las hipótesis sobre quién había mandado matar a Luis Donaldo abarcaban todo el espectro: político, militar, policiaco, criminal.

Han pasado 17 años desde entonces. El destino de algunas de las figuras en aquella fecha ha seguido derroteros distintos, extraños en algunos casos:

Samuel Ruiz recién falleció y fue despedido con honores por sus feligreses aún y cuando la jerarquía religiosa y distintos gobiernos intentaron acabar con él y su causa por los indios. Su cuerpo reposa en la catedral de San Cristóbal.

El sub comandante Marcos sigue en “las montañas del sureste mexicano”. En su última misiva niega padecer cáncer, versión que corrió en algunos medios. La famosa consulta que se hacía en aquellas fechas se interrumpió por completo. Los posteriores Acuerdos de San Andrés terminaron siendo para los zapatistas una farsa.

Carlos Salinas de Gortari tuvo que decidirse por Ernesto Zedillo para reemplazar a Colosio. Ello le significó su derrumbe político. Vivió un exilio voluntario por años y ya con Vicente Fox en la Presidencia de la República volvió al país. Se ha dedicado a escribir libros para tratar de limpiar su imagen y a acusar a Zedillo del “error de diciembre”. Ahora, algunos lo consideran el “Maquiavelo” del retorno del PRI a Los Pinos.

Manuel Camacho Solís, señalado por su mezquindad ante Colosio al no reconocerlo, hubo de pagar durante años una especie de cargo de conciencia. Abandonó el PRI, intentó formar un partido que lo llevara a la frustrada candidatura presidencial. Fracasó. Ahora es el arquitecto de las alianzas PRD-PAN que buscan evitar el regreso del PRI a Los Pinos.

Liébano Sáenz se convirtió en secretario particular de Zedillo. Tuvo gran poder durante todo ese sexenio. Ahora es presidente del gabinete de Comunicación Estratégica y mantiene una columna semanal en el periódico Milenio.

Otro de los personajes de aquel entonces fue Manlio Fabio Beltrones. Era gobernador de Sonora. Apenas ocurrido el atentado a Colosio, se trasladó a Tijuana para investigar lo que había ocurrido. Habló a solas con el acusado, Mario Aburto. Nunca ha referido lo que le dijo. Zedillo intentó acabar políticamente con Manlio. Sólo pudo contenerlo. Hoy, Beltrones es el coordinador de los priistas en el Senado de la República y aspirante a la candidatura presidencial.

Ernesto Zedillo, quien era el coordinador de la campaña de Colosio, se convirtió en Presidente de la República. Marcó lo que llamó una “sana distancia” –que resultó ser más bien enfermiza—con el PRI y le entregó el poder al PAN. Vive fuera de México asesorando distintos organismos internacionales e ignorando cuantas pullas y acusaciones le lanza Carlos Salinas.

Sí, hace diecisiete años mataron a Luis Donaldo Colosio. Nos conmocionamos. Fue la primera bala. Ahora sumamos en ese tipo de cuentas criminales, alrededor de 36 mil muertos en lo que va de este sexenio.

¿Por qué nos reímos de Pascual?

Raymundo Riva Palacio / Estrictamente Personal

Carlos Pascual regresará a Washington como una víctima de los humores del presidente Felipe Calderón y de la manera heterodoxa como procesó un conflicto en el gabinete de seguridad por los cables secretos que el embajador de Estados Unidos en México envió a sus jefes en Foggy Bottom. Pascual cometió errores de valoración a partir de una mala calidad de información, no menores ciertamente, pues a partir de ellos la Administración Obama formulaba políticas hacia México. Pero la forma como quedó expuesto, vulnerable y descabezado por el Presidente, que hizo inevitable su renuncia, no va a quedar sin costo para el gobierno mexicano.

Mal hacen algunos funcionarios en Los Pinos en festinar que el Presidente le cortó la cabeza a Pascual. La ignorancia no es buena consejera, y la soberbia menos. Mal hacen quienes elaboran privadamente cálculos para demostrar que el Presidente y su gobierno salen fortalecidos de este episodio, cuando la realidad es el que mayor daño hará a las relaciones bilaterales por la simple razón de que las actuales relaciones eran las mejores, en términos de colaboración, comunicación fluida y voluntad política, que jamás hubieran tenido las dos naciones.

El presidente Calderón no tuvo, empieza a ser claro, ninguna alternativa mejor para apaciguar la ira de las Fuerzas Armadas contra Pascual, que cortarle públicamente la cabeza. Pero a la vista de los resultados, se puede presumir que si Calderón hubiera pedido en privado al presidente Barack Obama el relevo de embajador para salvaguardar esa relación espléndida que llevaban, se la hubiera concedido. No fue así, y el jefe de Estado mexicano arrinconó a Obama, le metió una daga a la diplomacia de la cancillería estadounidense -¿por qué no otras naciones exigen el mismo trato con sus embajadores que el de México?- y lo colocó a rango de tiro de los republicanos. Las cosas no pueden quedarse así.

No se sabe si Obama designará un nuevo embajador en México o si le dará un trato distante al mantener por el resto del sexenio a un encargado de Negocios. Pero para Pascual, a quien en el epílogo de su vida pública mexicana elogiaron en Washington y la propia secretaria de Estado Hillary Clinton reiteró y enfatizó su relación de amiga con él, se está preparando una nueva encomienda a nivel de subsecretario, con lo cual enviarán el mensaje que nada de lo que reportó el embajador a su gobierno, revelado por WikiLeaks, está desautorizado y que la víctima de hoy será un héroe mañana.

Este es el mensaje que no se está entendiendo. Razones prácticas llevaron a Obama a aceptar la renuncia, no por un mal desempeño de Pascual, sino porque el incendio en la pradera mexicana era incontenible. Calderón y México –como medios, diputados y senadores sugieren-, no son vencedores sino todo lo contrario. Calderón será quien paradójicamente tendrá la mayor pérdida, porque Pascual era el mejor aliado que tenía el secretario más vapuleado por la opinión pública y con quien más ha invertido capital político el Presidente, Genaro García Luna de Seguridad Pública.

Pascual era un convencido de la construcción de instituciones civiles, y fue el principal respaldo de García Luna en la edificación de una nueva Policía Federal, apoyándolo en Washington para la obtención de recursos materiales y tecnología que provocaron incluso la envidia de las Fuerzas Armadas y la PGR. Con su salida pierde García Luna –el que más dentro del gabinete-, pero también pierde, a la distancia, el emisario del Presidente ante la Casa Blanca, el embajador Arturo Sarukhán, que trabajó muy cerca de Pascual para persuadir tanto a las diferentes áreas del gobierno estadounidense como en el Capitolio, del respaldo incondicional a México en su guerra contra el narcotráfico.

Sarukhán se quedará solo en sus gestiones en Washington cuando menos por un buen tiempo, y no está claro si el embajador mexicano perderá el enorme acceso que tenía en la Casa Blanca –motivo por cierto de reclamos oficiales de otras embajadas-, y si ese trato privilegiado se convertirá a uno institucional, bueno y fluido, pero no más allá de esa frontera que en momento críticos hace la diferencia entre los resultados.

No son momentos de gloria para el nacionalismo mexicano. No nos equivoquemos. Quizás el presidente Calderón no tuvo mejor forma de resolver el conflicto en el gabinete detonado por los cables de Pascual, pero al final fue un tiro en el pie del propio gobierno mexicano, que es muy prematuro saber cómo podrá curarse, si es que puede sanarse realmente en lo que resta del sexenio.

TV Azteca y Televisa: el burro hablando...

Gregorio Ortega Molina / La Costumbre Del Poder

La confrontación entre el grupo Carso y el poder bicéfalo de la televisión en México, cuyas cabezas son Televisa y TV Azteca, pudiese resultar benéfica para la sociedad si se quiebran los monopolios, bajan los precios y, sobre todo y, la programación de la televisión abierta mejora sustancialmente, porque no importa cuánto cuesten la televisión de paga y las interconexiones, siempre resultará más cara la mediatización cívica, política y cultural debida a la concepción que de entretenimiento desarrollaron Emilio Azcárraga Milmo y Ricardo Benjamín Salinas Pliego.

Mucho se ha bordado sobre cuál debe ser la relación entre el Estado y la televisión, sobre si este medio de comunicación debe cumplir el compromiso social adquirido con quienes le dan el rating, y no el político con quienes les garantizan las concesiones con las cuales se enriquecen y además tienen la posibilidad de condonarles o reducirles los impuestos. Por ello esos poderes fácticos son los que imponen hoy la agenda económica y política.

Pero nada cambia; además, parece no existir la voluntad gubernamental para que efectivamente los monopolios en telecomunicaciones y medios electrónicos cesen, con el propósito de que la sociedad sea beneficiada con bajos costos y entretenimiento divertido e inteligente. Algo ha de contar la opinión que sobre el tema podemos obtener de WikiLeaks, debida a los cables publicados por La Jornada y al trabajo de Roberto González Amador.

Escribió el reportero: “Los ahora enfrentados gigantes de la telefonía y la televisión tienen algo en común cuando de defender sus intereses se trata. Un despacho de la embajada de Estados Unidos en México lo pone en estos términos: “como ocurre en las telecomunicaciones, existe preocupación de que las dos compañías de televisión dominantes en el país, Televisa y Tv Azteca, que forman un duopolio en el sector, continúen ejerciendo influencia sobre el sistema judicial, el Poder Legislativo y los organismos reguladores para impedir la competencia.

“El despacho diplomático (188166) 09MEXICO160, entregado por WikiLeaks a La Jornada, recuerda que la ley mexicana permite hasta 49 por ciento de inversión extranjera en los servicios de telefonía fija y televisión por cable y que no la restringe en la telefonía móvil. Y a continuación añade: sin embargo, Telmex y Telcel (las compañías de telefonía fija y celular, respectivamente, propiedad del magnate Carlos Slim) siguen reinando como dominantes en telefonía fija y móvil y manejan una significativa influencia sobre los principales organismos reguladores y los encargados de tomar decisiones en el gobierno”.

Mucho antes, debido al trabajo y al ingenio de Javier Wimer, quien fundó y dirigió la revista trimestral Nueva política, podemos acceder a diversas opiniones sobre el tema en el número tres de la publicación, aparecido en septiembre de 1976.

Escribió Enrique González Pedrero: “Durante más de 25 años la televisión se desarrolló en México conforme a los requerimientos del mercado, orientada primordialmente a su empleo eficaz como medio publicitario. Creó su propio público con base en una programación popular de alto rendimiento publicitario y de bajo costo de producción.

“Concentrada en una sola empresa (recuérdese, el texto es de 1976), especializó cada uno de los canales de que disponía -como debe esperarse de toda empresa que conoce su negocio- para captar en cualquier momento el mayor auditorio, al mismo tiempo que, para competir mejor en la provincia, enlazaba sus cadenas conforme a una estrategia común. Formó, sin proponérselo deliberadamente, una cultura televisual que ahora, dialécticamente, refuerza sus operaciones y no facilita el éxito de una televisión que pretende ser distinta”.

El texto de Miguel Alemán Velasco es elocuente. Permanece vigente a pesar del decretazo de Vicente Fox. Leamos: “En México se ha encontrado una fórmula original, que ha demostrado ser eficiente a pesar de algunos desajustes que la opacan en la práctica, imputables más a rémoras administrativas susceptibles de corrección que a la doctrina de la economía mixta que la sustenta. Esa fórmula es simple: estaciones del Estado y estaciones privadas; además, el Estado se reserva el 12.5 por ciento del tiempo de las estaciones comerciales…

“… La función teórica que se reserva el Estado, con el 12.5 por ciento del tiempo total de transmisión de los canales, es la de comunicarse con los gobernados. Para que se logre ese propósito, ese tiempo debe ser manejado de acuerdo con una estructura ideológica -contenido y coherencia del mensaje- y ceñirse a los sectores de población que cubre cada canal…”

Lo único cierto es que ese 12.5 por ciento nunca se usó en su totalidad, los empresarios siempre lo consideraron un segundo impuesto, cuando a cambio de acuerdos políticos para sostener a los gobiernos, Hacienda siempre revisó a la baja sus tasas impositivas, no sólo de sus negocios de comunicación, sino los de las diferentes esferas de su diversificación empresarial.

Debe deducirse, entonces, que esta confrontación puede resultar benéfica para la sociedad, porque es menos oneroso pagar más que continuar constreñidos a la mediatización por medio del entretenimiento.

Vargas Llosa el bufón de Calderón y Ebrard por vanidad

Álvaro Cepeda Neri

Para satisfacer su vanidad de recibir aplausos, medallas y diplomas, estuvo en nuestro país Mario Vargas Llosa. Nobel de literatura 2010 por su prosa excepcional en sus historias (no todas de trascendencia, lo que hará morir no pocos de sus libros-novelas), naturalizado español en repudio a su nacimiento peruano (donde se metió a la política fascinado por el poder político y fracasó: no es lo mismo electores que lectores; aunque diga que lo ejercería democrática y conforme al liberalismo económico, desde cuyas ópticas critica a los autoritarismos, pero se deja querer por ellos). Lo recibieron y apapacharon Ebrard, desde su izquierda amañada, chuchista y traidora; Calderón, desde la derecha yunquista y, claro, desde el poder presidencial.

Lo llenaron de elogios y haciéndole al actor se presentó en Bellas Artes, en función privada exclusiva para Calderón, su esposa y su grupo (¡un liberal conservador, quedando bien con la realeza panista!). Lo agasajaron como debe de merecerlo. Muy de vez en cuando ha mencionado que su aprendizaje político fue en las páginas deslumbrantes de Karl R. Popper y con ese arsenal construyó su saber ideológico. Radica en Nueva York (no en Perú enseñando a latinoamericanos, verbigracia); en Londres y Madrid. Aquí, el rector Narro lo llevó a la UNAM, pero antes en la Universidad Autónoma Metropolitana dictó una conferencia que le valió elogios de los espectadores.

No ha sabido el escritor de altos vuelos, guardar (como propuso Max weber) la distancia con los hombres y con las cosas. Lo ha vencido la desatada ambición de que lo colmen de honores, hasta desdibujarlo. A veces, somos muchas personalidades; pero una de las peores, es ceder a las tentaciones de la vanidad. Se le olvidó a Vargas Llosa que Ebrard es de los que ejercen el poder autoritariamente; y milita, así sea de labios para afuera, en la izquierda, a la que el nobel combate ideológicamente y dice no concederle ni el beneficio de la duda. Premeditadamente se le olvidó que Calderón es otro del poder omnímodo, tan reaccionario como él y de derecha ultra radical, que los hace coincidir en lo político.

Es dudoso que hayan leído a Vargas Llosa quienes lo colmaron de medallas, abrazos y diplomas (tal vez los cuelga en su cuarto, que debe ser de grandes dimensiones, como el que tiene dedicado a sus “premios” de periodista López Dóriga, a quien cada año le regalan sus “corcholatas”). Y la hizo de bufón de los politiquillos. Ebrard le entregó la llave de la ciudad. Otros le trajeron de invitado para ahogarlo en premios. Y se le vio feliz de tener admiradores de su protagonismo, sin que nadie haya citado siquiera una de sus obras, un párrafo de sus críticas a la violencia sanguinaria, al autoritarismo, a los abusos del poder. Y se despidió cediendo a su antigua calificación despectiva, de que los mexicanos vivíamos en una dictadura perfecta, para elogiar a Calderón y Ebrard con lo de que ahora tenemos una democracia imperfecta. El bufón de sí mismo fue la mejor actuación de Vargas Llosa.

Video: Aristegui aborda la renuncia de Carlos Pascual a raíz de cables de Wikileaks


http://www.youtube.com/watch?v=M_KF_bVJ7ug

La tibieza de Marcelo Ebrard

Álvaro Delgado

El jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, pudo haber tomado una decisión de estadista en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), pero prefirió el cálculo del politiquero: Ofreció su respaldo a los bloques contrapuestos, sin dárselo explícitamente a alguno de ellos, y al final no quedó bien con uno ni con otro.

El resultado fue el esperado: Jesús Zambrano en la presidencia, con lo que se refrenda la hegemonía de Nueva Izquierda en el PRD, si bien venida a menos, y Dolores Padierna en la secretaría general, identificada con el lopezobradorismo, una fórmula que sólo atizará más el pleito entre los partidarios de pactar con la derecha y los que repudian esa estrategia.

Pero la sesión del Consejo Nacional del PRD celebrado el sábado y el domingo, que decretó un receso hasta el 2 de abril para pactar el reparto de las carteras del secretariado, arroja algo más de fondo: Un partido esquizofrénico y unido sólo por las cuotas para grupos, pero incapaz de ofrecerle algo serio a la nación.

Ebrard tuvo en sus manos la posibilidad de estrujar al PRD y cimentar un liderazgo de largo plazo, a partir de la definición estratégica de optar entre las dos líneas políticas en conflicto. Optó por la tibieza, sinónimo de la mediocridad política.

Mientras Andrés Manuel López Obrador anunciaba en el Auditorio Nacional definiciones programáticas del movimiento que encabeza, al que debe someterse a un riguroso escrutinio sobre su viabilidad, Ebrard maniobraba entre las facciones del PRD para convertirse en un líder decisorio y apenas logró, con el uso del aparato gubernamental, un puñado de prosélitos.

A Ebrard se le presentó el momento de la definición cuando, al margen de las fanfarronadas de los contendientes sobre sus supuestas mayorías, concluyó el cómputo de los votos de los consejeros asistentes: Un total de 154 votos para el bloque Nueva Izquierda (con sus aliados de izquierda Democrática Nacional, del senador Héctor Bautista, y Foro Nuevo Sol, de la exgobernadora Amalia García) y 111 para el bloque encabezado por Dolores Padierna.

El candidato de Ebrard, el diputado federal Armando Ríos Piter, obtuvo 43 votos, que pudo haberlos sumado a los Chuchos de Nueva Izquierda, como había ofrecido, y consolidar la alianza que tiene con ellos, enemigos declarados de López Obrador, hacia el 2012. O, como también caviló, pudo dárselos al grupo impulsor de Padierna para generar un empate a 154 sufragios.

De haberse celebrado esa segunda ronda de votación, con el consecuente empate o con una ligera ventaja para uno u otro bloque con los dos votos nulos y la abstención que se contabilizaron, Ebrard habría sacudido al PRD y convertirse entonces en un factor de decisión.

No quiso: En los hechos ratificó su adhesión a la facción hegemónica en el PRD, los Chuchos, aunque no se confrontó con el otro bloque, lidereado en los hechos por René Bejarano, esposo de Padierna, y constituyó su propia corriente, que recogerá algunas migajas.

La motivación de Ebrard para actuar con tal tibieza es su creencia de que Felipe Calderón cumplirá el pacto de respaldar su candidatura en 2012, aun cuando el Consejo Nacional del PRD aprobó, el sábado, que no habrá alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) en la elección presidencial.

Esa prohibición no importa: Hay que recordar que el Congreso Nacional del PRD, en diciembre de 2009, declaró proscritas las alianzas con “los partidos de la oligarquía”, PAN y PRI, y ahí comenzó el amasiato con Calderón y su partido, que iba en caída libre.

A ver quién les cree.

Apuntes

La presencia de Calderón al frente de los representantes de los otros dos poderes, en la explanada del Instituto Federal Electoral (IFE), que preside Leonardo Valdés, para rendir homenaje a Benito Juárez en el 205 aniversario de su natalicio, evoca una sentencia del Benemérito de las Américas: “Malditos los que con sus palabras defienden al pueblo y con sus hechos lo traicionan”…

Japón: el pánico “civilizado”

Víctor Kerber Palma*

Hacia 1973, como resultado de la desesperación en la que cayó el pueblo japonés cuando el sobreprecio del petróleo desató un tsunami inflacionario, el escritor Sakyô Komatsu publicó una novela apocalíptica bajo el título de Nihon Chinbotsu (El hundimiento de Japón). La trama está basada en un hecho real: el archipiélago nipón se localiza en los linderos de una placa tectónica que puede ocasionar una alta mortandad. Si una gran porción de tierra se hundiera en el mar, se produciría un éxodo de sobrevivientes por el mundo.

Ocurre que la imaginación de los novelistas compite con los influjos de la naturaleza, y a veces ésta gana. Komatsu vislumbró un megadesastre con miles de náufragos arribando a las costas de China, Corea y el Sureste Asiático, lugares donde persisten los resentimientos por los desenfrenos del ejército imperial en la guerra.

Aunque Japón sigue ahí a pesar de los terremotos ocurridos en días pasados, el éxodo ha comenzado. Cientos de personas huyen en busca de refugio en el sur; más aún, muchos contemplan la posibilidad de salir del país, atemorizados por la contaminación radiactiva provocada por las explosiones en los reactores de Fukushima. Las islas japonesas, dicen los geofísicos, se han desplazado más de dos metros desde su posición original y hasta se cree que el planeta entero se movió sobre su eje.

Es difícil creer que el país de alta tecnología, robots, diseños fantásticos, historietas manga, cerezos en flor, rollizos luchadores de sumo, Akutagawa y el monte Fuji, se encuentra hoy sumido en la peor crisis desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Hace tiempo que los japoneses dejaron de tener gobierno, si por tal entendemos una autoridad visible con capacidad de decisión sobre los asuntos de Estado. Y es que en el último lustro han tenido no menos de seis primeros ministros, prácticamente uno por año; todos aspiran a por lo menos cinco minutos de gloria; todos quieren concurrir a una reunión de jefes de Estado y saber qué se siente.

Los japoneses confían demasiado en la capacidad administradora de su aparato burocrático, siempre previsor, siempre exacto. No hay procedimiento que no tenga reglas, y si algunas no están en el manual emerge la parálisis. Les resulta increíble la improvisación.

Para tener una idea, el manual para casos de desastre –accesible por internet– recomienda tener a la mano dinero en efectivo, pasaporte, certificado de seguro, tres litros de agua potable, alimentos no perecederos, teléfono móvil con cargador, pañuelos desechables, cinco toallas, una linterna, un radio portátil, un paraguas, ropa para el frío, casco, guantes, tapabocas, una bolsa grande de basura, un refractario transparente para la comida, algunas ligas, cobijas, periódicos (se advierte que no son para leer, sino para protegerse del frío), fotos de la familia, un silbato, un par de lentes para quienes padecen de la vista, medicamentos de uso habitual, toallas femeninas, un aparato de música para tranquilizarse además de la radio, cinta adhesiva, un cojín y un abrelatas.

Las instrucciones de cómo actuar si hay un terremoto no son menos insólitas: hay que abrir puertas y ventanas, poner el equipaje en la entrada de la casa, calzar zapatos con suelas gruesas, cerrar de inmediato las llaves del gas, cocinar arroz (suponemos que sin gas), recargar la batería del celular antes de que se interrumpa la energía eléctrica, y apagar las luces después de desconectar todos los enchufes.

Eso hay que hacerlo en pocos segundos, mientras el subsuelo trepida bajo los pies y las edificaciones se desploman. No es humor negro. Se recomienda permanecer tranquilo ya que (literal) “el terremoto durará al menos 24 horas”. Los simulacros periódicos resultan impecables, no así las realidades. Quienes se apegaron al manual con seguridad fueron arrasados por el tsunami. Aun así, lo admirable en la población, por sobre todo, es su disciplina y estoicismo.

Un amigo me escribe desde Tokio que en estos momentos ya no le preocupan ni las réplicas ni el tsunami, sino los efectos de los reactores nucleares. “Hay un ambiente de pánico”, dice, pero agrega con un dejo de orgullo: “aunque muy civilizado”. ¿Pánico civilizado? Sólo en Japón…

En el terremoto de Hanshin, que destruyó buena parte de Kôbe en 1995, muchas personas perdieron la vida por apegarse al manual. Se encontró a algunos con el cuerpo molido bajo los escombros pero con el casco y la linterna o el celular en la mano. Hubo muertos entre los hierros retorcidos de los muebles de cocina, pero, eso sí, apagaron las hornillas. Escenas similares hallarán en Sendai, ciudad que, por cierto, comparte con México un episodio histórico que data del siglo XVII, cuando una misión de samuráis partió de ahí a entrevistarse con el virrey.

La expansión de las ondas radiactivas es imprevisible; la sola idea de morir quemado por las radiaciones debe ser aterradora para quienes mejor que nadie conocen los efectos nucleares sobre la humanidad inerme. ¿Se agregará Fukushima a los tristes casos de Hiroshima y Nagasaki? ¿Exagera el gobierno u oculta la verdadera dimensión del problema?

Ya hubo un caso de encubrimiento cuando Tokyo Electric Power Company (Tepco), propietaria también de los reactores de Fukushima, minimizó los daños causados por un temblor en la central de Kashiwasaki-Kariwa en julio de 2007. La central cerró por un tiempo. La Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) se comprometió a ayudar en la investigación del accidente, y solicitó a Tokio que en lo sucesivo se informara con transparencia a fin de aprender la lección.

Sin embargo, el aprendizaje sigue pendiente porque el gobierno de Naoto Kan todavía no ofrece información precisa sobre las radiaciones emitidas desde la central de Fukushima ni de cómo pretende contrarrestarlas. Ante la crisis, el primer ministro arremetió contra el operador de Tepco: “¡Qué diablos pasa!”, le dijo. La respuesta no llega.

La biografía oficial de Kan subraya su carácter hiperpragmático; sus amigos lo llaman “Ira-Kan” por iracundo. En cambio su esposa Nobuko le ha fabricado una reputación de incompetente a través de un libro titulado ¿Qué diablos va a cambiar en Japón ahora que tú eres primer ministro? Cuestiona en él la capacidad de su marido para liderar a la potencia asiática y señala: “Me cuestiono si es bueno que este hombre sea primer ministro porque lo conozco bien”. Ambos llevan 40 años casados.

Nadie augura mucho tiempo para Kan en el poder. No sólo las regularidades de la política japonesa demandan su salida, sino que va creciendo el descontento de la población por los malos manejos de la crisis. Hay escasez, no hay transportes, la economía está semiparalizada y, peor aún, no existe información clara sobre los peligros de contaminación radiactiva.

El pánico todavía es “civilizado”, aunque no son descartables las movilizaciones a favor de la paz y en defensa del medio ambiente. Cuando el pánico se transforma en organización ciudadana en Japón, aflora el espíritu aguerrido de los samuráis. Ejemplos hay muchos en la historia reciente.

Se intentó un golpe mediático con la aparición del emperador Akihito llamando a la calma. Fue inaudito más no impresionante, no tanto como cuando su padre, Hirohito, se dirigió a sus súbditos para llamar a la rendición después de las bombas atómicas. Si Hirohito era divino, Akihito devino en simple mortal, simple extravagancia para las generaciones más recientes.

Japón es todavía un pilar en la economía regional de Asia Pacífico pese a que le ha cedido a China el puesto de segunda potencia económica en el mundo. Sigue siendo la mayor fuente de inversión extranjera directa en muchas partes de Asia y un generador significativo de ingresos provenientes del turismo, en especial en el sureste asiático y Oceanía, sin que sea menor el turismo dirigido a China y el propio Estados Unidos. Para Filipinas y Rusia, las remesas provenientes del “país del sol naciente” son también una fuente importante de ingresos.

Los efectos económicos del marasmo nipón ya se dejaron sentir en los mercados accionarios. El Banco Central de Japón ha tratado de paliar el impacto monetario mediante inyecciones masivas de yenes, pero la moneda sigue al alza y eso encarece los productos exportables. Y es que entre otras cosas las cadenas de producción se han interrumpido; para un país acostumbrado a la exactitud eso puede ser ruinoso.

Llevo tres décadas de visitar Japón de manera intermitente. He sido becario, invitado especial de la Casa Imperial, conferencista, diplomático, investigador de la historia japonesa, asesor de empresas y simple adepto de la exquisitez cultural del pueblo yamato. Me tocó vivir la experiencia turbadora del terremoto de Hanshin en 1995 y soy testigo de la increíble capacidad que tienen los japoneses para sobreponerse.

Lo que está pasando es insólito. Uno de los países más ricos del planeta en este momento demanda la solidaridad y apoyo de todo el mundo. La Brigada de los Topos, comandada por Héctor El Chino Méndez, está en lo suyo, como estuvo en Kôbe, donde se le recuerda bien. México fue asimismo generoso con Japón cuando ocurrió el gran terremoto de Kantô en 1923, con un donativo espléndido de 50 mil pesos en oro; ese gesto se retribuyó cuando ocurrieron los sismos de 1985 en nuestro país. l

La Fundación Japón, encabezada en México por Toru Ôno, tiene abierta una cuenta para recibir donativos a través de internet. Si está en su capacidad, acceda a la página http://members.canpan.info/kikin y contribuya a devolver a los afectados en el otro lado del planeta la paz que merecen.

Carlos Abedrop: la banca y la UNAM

Miguel Ángel Granados Chapa

Cuando el primero de septiembre de 1982 el presidente López Portillo anunció en su último informe de gobierno la expropiación de la banca y el control de cambios, para enfrentar la gran crisis que agobiaba a México, los asistentes a la ceremonia en San Lázaro, legisladores e invitados especiales, se pusieron de pie para ovacionar al jefe del Estado y las audaces medidas que había adoptado.

No todos lo hicieron. “Trémulos, incrédulos, desencajados, los líderes privados permanecieron sentados”. Estaban allí Manuel J. Clouthier, presidente del Consejo Coordinador Empresarial; Emilio Goicoechea, de la Concanaco; Prudencio López, de la Concamin, y Carlos Abedrop Dávila, director del Banco del Atlántico y presidente de la Asociación de Banqueros de México, el sector directamente afectado por las decisiones presidenciales. “Abedrop echó la cabeza atrás, como queriendo dormir, mientras se anunciaba que los banqueros encabezados por el antiguo comunista dejaban de tener sitio en la sociedad mexicana”. (La banca nuestra de cada día, Océano, 1982.)

Al salir del Palacio Legislativo, Abedrop refutó a López Portillo, a contracorriente del entusiasmo (pasajero o fingido) de los legisladores que antes de cuatro meses estaban ya iniciando la reprivatización de las instituciones de crédito afectadas por los decretos de López Portillo. Consideró un error sacar de la gestión privada el negocio de la intermediación financiera y rechazó el feo retrato que el presidente había trazado del comportamiento de los banqueros y sus empleados en el saqueo que debilitó al peso, devaluado aunque López Portillo jurara defenderlo como un perro.

Hacía por esas fechas 18 años que Abedrop pertenecía al Club de Banqueros. En 1964 había adquirido el control del Banco del Atlántico y desde entonces lo había hecho crecer. Contaba en aquel momento fundacional con apenas cinco sucursales, y cuando la institución fue expropiada ya sumaban 170, un número respetable, suficiente para competir con los que entonces y ahora eran los gigantes de la banca, Banamex y Bancomer.

Para llegar a la banca Abedrop había trabajado duro 20 años. Nacido en cuna modesta en Monclova, Coahuila, el 4 de noviembre de 1920, siguió una ruta frecuente en los años 30 y 40. Se hizo profesor de primaria en la Escuela Normal de Saltillo, y luego estudió economía en la Universidad Nacional. Vivía no lejos del domicilio del plantel, en la calle de Cuba, cerca de Santo Domingo, un inmueble que varias décadas después contribuiría a remozar para que albergara a la asociación de exalumnos de esa escuela nacional convertida más tarde en facultad. Durante sus estudios universitarios tuvo una breve militancia comunista, en que no perseveró debido entre otras causas a las frecuentes disensiones y purgas en ese núcleo iniciático de la izquierda mexicana.

Poco después de graduarse en la ENE, donde fue alumno predilecto del director, don Jesús Silva Herzog, se dedicó a asesorar negocios privados. A diferencia de casi todos sus compañeros, que buscaron acomodo en el servicio público, Abedrop lo hizo en las empresas particulares que deseaban conocer sus mercados y explorar sus capacidades de financiamiento más allá de la intuición y la experiencia de sus propietarios. De esa manera tuvo un lugar en la firma Ingenieros Civiles Asociados, a cuyo consejo de administración pertenecería en su madurez. También se vinculó a intereses financieros franceses que poseían capital en algunas incipientes instituciones bancarias mexicanas. Al consolidarse esas iniciativas surgió el Banco del Atlántico, que después de las sucesivas etapas que ha vivido la intermediación financiera después de la expropiación puede todavía reconocerse en el banco HSBC.

Dueño ya de una posición empresarial eminente, Abedrop amplió sus horizontes. Fue presidente de la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México, cuando ésta ocupaba un lugar aparte de la confederación nacional respectiva. Y en 1967 su antiguo amigo el rector Javier Barros Sierra, con quien había convivido en ICA, lo invitó a presidir el Patronato Universitario. Esta es la oficina, no sujeta a la autoridad del rector, que administra los recursos de la UNAM y rinde cuentas de modo directo ante el Consejo Universitario. Como al propio rector, y los directores de escuelas, facultades e institutos, la Junta de Gobierno designa a los miembros del Patronato, cuya presidencia suele ser ocupada por un personaje ligado a la universidad pero de actuación sobresaliente en el ámbito financiero y empresarial.

Abedrop fue presidente de ese organismo también durante el rectorado de quienes sucedieron a Barros Sierra: Pablo González Casanova y Guillermo Soberón. Dejó de pertenecer a ese cuerpo en junio de 1978, poco después de haber sido elegido por primera vez presidente de la ABM, periodo que concluyó en 1979. Su segundo bienio al frente de los banqueros, iniciado en 1981, parecía marcado por un clima de buena voluntad con el gobierno, hasta que sobrevino la crisis de los precios petroleros, la escandalosa fuga de capitales y la devaluación del peso. Todo ello quiso ser contenido y contestado por López Portillo, primero con la expropiación y luego con la nacionalización de la banca, es decir, la exclusión de los particulares del servicio de banca y crédito.

A diferencia de Clouthier y Goicoechea, quienes eligieron una ruta de protesta política y radical contra el gobierno, a través de la campaña México en Libertad (que los condujo finalmente al PAN), Abedrop impulsó a los banqueros a impugnaciones judiciales y a presiones políticas menos fundamentalistas que tuvieron éxito. No pasó mucho tiempo para que Miguel de la Madrid, heredero de López Portillo, caminara en sentido contrario e iniciara la reprivatización de la banca que culminaría con la venta de los activos expropiados a nuevos banqueros que expoliaron a sus instituciones, las llevaron a la quiebra y al rescate y finalmente a la venta a consorcios financieros internacionales, como Citibank, que compró Banamex; BBVA, que adquirió Bancomer. El banco inglés de Hong Kong HSBC se quedó con Bital, que había resultado de la fusión de los bancos Internacional y del Atlántico, el de Abedrop, quien se mostró crítico de esta extranjerización y propuso que la banca entrara en el mercado de valores para que accionistas mexicanos tuvieran ocasión de participar en su propiedad y eventualmente su control. No le hicieron caso, ni los bancos aludidos ni el gobierno.

A diferencia de otros exbanqueros que quedaron pasmados por la expropiación, Abedrop asumió nuevas líneas de negocios. Formó el Grupo Ícaro, que en un tiempo poseyó las líneas aéreas nacionales, y el Grupo Olmeca, presente en el ámbito de la infraestructura, en sociedad con capitales y empresas francesas como Alstom.

En abril del año pasado la ABM, a la vez distinta y la misma que él había dirigido tres décadas atrás, le expresó su reconocimiento por su actuación como banquero y dirigente del gremio. Y en agosto siguiente, ya en silla de ruedas por el deterioro de su salud, el empresario monclovense entregó a la Universidad Nacional el edificio de posgrado de la ahora Facultad de Economía de la UNAM, que lleva el nombre de su querido maestro Silva Herzog. Había participado también en la creación de la Fundación UNAM a que convocó el rector José Sarukhán. Y asimismo había presidido la Fundación Mexicana para la Salud.

La profusión de esquelas con motivo de su muerte, y sus variados orígenes, dan cuenta de su plural presencia en la vida mexicana, especialmente los negocios y la Universidad.

Acribillan a cuatro hombres en Juárez; fallecen tres

Cuatro hombres que se encontraban en el exterior de una vivienda fueron atacados con armas de grueso calibre por un comando, lo que dejó como resultado tres personas muertas y una herida.

El ataque se registró poco antes del mediodía en el fraccionamiento Riveras del Bravo Etapa I, al suroriente de la ciudad, informó la Fiscalía General del Estado (FGE) en la Zona Norte.

El ataque fue reportado al radio operador de la FGE minutos antes de las doce de la mañana en la calle Rivera de Piedras Negras, sitio en el que los tres cadáveres quedaron al exterior del domicilio.

Los hombres que perdieron la vida permanecen sin ser identificados, sin embargo, la FGE informó que uno de ellos tiene entre 25 y 30 años de edad, el segundo entre 30 y 35 y el tercero pudiera tener entre 40 y 45.

Asimismo, un hombre que resultó lesionado se encuentra en un hospital de la localidad recibiendo atención médica, aunque se desconocen la gravedad de sus heridas.

Al parecer la casa donde ocurrió el ataque es utilizada como un negocio de venta de lavadoras y refrigeradores, según los datos recabados por la autoridad investigadora.

En ese lugar fueron asegurados por parte de los peritos en criminalística de Campo 79 casquillos percutidos de calibre 7.62x39 milímetros, y dos proyectiles deformados, los cuales se enviaron al Laboratorio de Balística Forense para su análisis.