miércoles, marzo 02, 2011

Josefina: no, no y no

Martha Anaya / Crónica de Política

La llaman, le piden, le ruegan por distintas vías que le entre a la competencia por la candidatura del gobierno del Estado de México, pero Josefina Vázquez Mota responde no. No, no y no.

Todavía el lunes, Javier Corral –encargado del PAN para construir la alianza con el PRD—insistía en que si a la coordinadora de los blanquiazules en la Cámara de Diputados no le interesaba competir por el Edomex, “hay que pedirle que diga que sí, porque la suma del PAN y el PRD dan un empate técnico de salida”.

“Estamos construyendo una alianza ganadora”, exponía. Y mostraba los datos con los que partirían en la contienda: “los votos del PAN y PRD quedan 1.8% abajo del PRI”, indicó, por lo que había una buena oportunidad para ganar la elección.

Josefina Vázquez Mota hacía mutis. Su equipo en San Lázaro señalaba que se encontraba muy ocupada con los asuntos legislativos.

Cecilia Romero, secretaria general del PAN, señalaba todavía ayer por la mañana que ella había percibido que la ex secretaria de Educación Pública había cambiado un poquito su negativa a participar en la elección: “de un no contundente a probablemente no”; pero hasta ahí. Incluso rechazó que se estuviera cabildeando con Vázquez Mota.

-¿Buscarán persuadirla?-, se le preguntó directamente.

-No, yo creo que ella tiene que tomar sus decisiones-, respondió.

No pasó mucho rato para que doña “Jose” diera a conocer su postura de nuevo y contestara directamente a la petición-sugerencia de Javier Corral con un “reitero mi convicción de no participar por la candidatura al gobierno del Estado de México”.

Más aún, agregó: “Por el respeto y el cariño que le tengo al Estado de México, estoy convencida que la candidatura al Estado de México no puede ser producto de un capricho personal o de un grupo, y menos ser visto como un trampolín político”.

¿Por qué tales calificativos a la propuesta que le hacen? ¿Por qué mencionar “caprichos personales o de grupo” y la posibilidad de que utilice tal candidatura como “trampolín político”?

Sin duda, ahí se encuentran algunas de las razones por las que no acepta entrar a esa competencia –además de que busca la “grande”, la candidatura a la Presidencia de la República, como bien sabemos–, y una de ellas es que Josefina Vázquez Mota no es partidaria de las alianzas. Se opuso a ellas desde un principio y fue motivo de un enfrentamiento con César Nava, cuando éste era presidente del PAN, según cuentan en su bancada.

¿Quién o quiénes tienen están encaprichados con su postulación para el Edomex? Evidentemente quienes quieren sacarla de la jugada de la candidatura panista por la Presidencia de la República. Y algunos de estos personajes no sólo están en el gabinete, en algunas gubernaturas y hasta en la estructura del partido, sino también en Los Pinos. Personajes que no la ven bien desde que Calderón inició su campaña presidencial.

En cuanto a que pudiera utilizar la contienda del Edomex como “trampolín político”, es uno de los “beneficios” que le han querido vender para que acepte su postulación a la búsqueda de la gubernatura. Pero Vázquez Mota ve en ello un mero garlito.

Así pues, la mexiquense volvió a decir nuevo: No, no y no.

Calderón-Obama (II y última)

Gregorio Ortega Molina / La Costumbre Del Poder

Sentarse a conversar en el Salón Oval de la Casa Blanca, con la certeza de que el anfitrión está dispuesto a entrometerse en los asuntos internos del país que se gobierna, no ha de ser sencillo. Se conducen, los estadounidenses, con la zalamería del que se sabe en la necesidad de joder al vecino, para dejar claro que se acude a la entraña del Imperio, y que de esa visita no se puede salir indemne.

Ayer mencionamos las debilidades de México que son la fortaleza del presidente Calderón, para hacerse oír de Saturno tal como está representado por Francisco de Goya. Hoy corresponde exponer lo que de acuerdo a nuestra fuente de información, en el Departamento de Estado ven como desacierto del gobierno mexicano.

Los estadounidenses han hecho patente su desconcierto y su descontento por la permanencia de Genaro García Luna como titular de la secretaría de Seguridad Pública Federal. Los resultados reales -creció el porcentaje de consumidores en México; no ha descendido el trasiego de estupefacientes ni indocumentados hacia Estados Unidos; la violencia es incontenible; a fin del sexenio pueden sumarse en más de 50 mil los muertos; lo sucedido a Sara Salazar y Josefina Reyes se reproduce en muchas familias del norte del país; el número de víctimas adicionales crece geométricamente: huérfanos, viudas, familiares que se quedan sin sustento; el efecto negativo en la economía no puede ocultarse con declaraciones; la incidencia en males sicosociales crece, por mencionar algunos de los efectos de esta cruenta lucha- del combate al narcotráfico muestran su ineficiencia y hacen crecer el costo para el país, que no se ha medido en su verdadera dimensión.

Inmerso México en un diálogo de sordos, porque el presidente Calderón ha decidido no escuchar, acude nuestro gobernante a su encuentro al Salón Oval, sin ninguna alternativa para disminuir al narcotráfico a un asunto policial, darle su verdadera dimensión, evitar que permanezca como tema de la agenda de seguridad nacional. Matar a los narcotraficantes de toda laya -o que se maten entre ellos- no resuelve el problema, sino al contrario, lo magnifica e involucra a una sociedad que no tiene manera de defenderse, y tampoco tiene quien la proteja.

La otra piedra en el zapato es permitir que desde el primer círculo y alentados por Miguel Ángel Yunes Linares, se desacredite la labor del procurador General de la República, Arturo Chávez Chávez -quien no es de mis afinidades, precisamente por su labor en los crímenes contra mujeres en Ciudad Juárez-, por el hecho de cumplir con su mandato constitucional y no querer prestarse a politizar la procuración de justicia.

Cuando se siente en el Salón Oval, el presidente Calderón debe hacerlo con la convicción de que la política estadounidense frente a México, en el capítulo del narcotráfico, tiene el propósito de identificar al país como uno de corruptores y de corruptos.

Sentarse a conversar, con la certeza de que en ese tema las posiciones y argumentos de la Casa Blanca, se fundan en los informes proporcionados por los organismos de ese país dedicados al narcotráfico, y que operan por la libre desde hace muchos años, desde su embajada en México.

Convencido también, de que es en esa sede diplomática que surgen gran parte de los malentendidos e intrigas en torno al narcotráfico, debido a la multiplicidad de contactos establecidos entre los diplomáticos y espías de Estados Unidos con funcionarios mexicanos de todo nivel y diferente importancia y credibilidad. Así lo demuestran los cables de WikiLeaks.

En cuanto me esfuerzo por ver el comportamiento del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recuerdo un texto de Jean Baudrillard: “En este universo fatal, el problema del 'otro' es la hospitalidad. Dimensión dual, ritual, dramática. ¿A quién recibir, cómo recibir, obedeciendo a qué reglas? Sólo se existe al ser recibido y al recibir (y no al ser conocido y reconocido). La comunicación, en la que el mensaje sólo es decodificado y no dado y recibido, carece de esa dimensión simbólica. Sólo pasa el mensaje, las personas no se intercambian. Sólo pasa la dimensión abstracta del sentido, que cortocircuita la dimensión dual”.

La cumbre, el encuentro, la charla en el Salón Oval, resulta tan importante para el anfitrión como para el huésped, con una desventaja para el primero, por ser él quien recibe: las obligadas normas diplomáticas, aunque esas puedan ser pasadas por alto en cuanto entre en consideración la realidad.

Esa realidad que avasalla y desconcierta tal como ha sido descrito ese fenómeno por Javier Marías: “Qué malo es que le cuenten a uno, de todas formas, qué malo es que nos metan ideas en la cabeza, aunque sean insólitas y descabelladas y aunque no se sostengan y resulten inverosímiles (pero todo tiene su tiempo para ser creído), cualquier dato que registra la mente se queda en ella hasta que lo alcanza el olvido y el olvido siempre es tuerto, cualquier relato o información y también hasta la posibilidad más remota se graba, y por mucho que uno limpie y restriegue y borre, ese cerco es de los que no salen jamás; cómo se entiende deteste el conocimiento y niegue lo que está ante sus ojos y no quiera enterarse de nada y repudie saber, que evite la inoculación y el veneno y lo aparte nada más vislumbrarlo o sentir su proximidad, lo mejor es no exponernos, qué comprensible es que casi todos hagamos caso omiso de lo que vemos y adivinamos y anticipamos y olemos, y que arrojemos a la bolsa de las figuraciones lo que se nos aparece claro durante un instante, antes de que se nos pueda asentar en el ánimo y nos lo deje turbado para siempre jamás…”

De allí que no se quiera aceptar que el daño está hecho, que restañar el tejido social y lograr que la sociedad olvide las humillaciones a que ha sido sometida, requiera de algo más que una visita al Salón Oval, algo más que ubicar en su verdadero lugar a Genaro García Luna y dar una oportunidad a la procuración de justicia sin usarla como arma política, para que Hillary Clinton y Barack Obama estén conscientes de que intervenir en México requerirá algo más que simple hospitalidad.

Cara de turistas

Francisco Rodríguez / Índice Político

La fallida Administración va de desatino en desatino. El mayor de todos es el que ha costado al país más de 40 mil víctimas mortales, sin que el objetivo que se dice perseguir –brindar seguridad a la población– esté al alcance. El más reciente, el de la pretensión de ingresar a nuestro territorio en el Top Five de las naciones más visitadas por turistas extranjeros: una vacilada. O quizá un acto revestido de esquizofrenia.

Ambos desatinos son similares en el fondo.

Inició Calderón su guerra en contra del narcotráfico sin plan alguno. Cualquiera diría, coloquialmente, que el ocupante de Los Pinos se lanzó como “El Borras” a la caza de mañosos, aunque siempre habrá quien piense –no sin razón– que de lo que en realidad se trata es de sustituir a los cárteles “del pasado” por el de Joaquín El Chapo Guzmán, que todo indica es el que más y mejor tributa a la causa panista. El caso de Ciudad Juárez es, en este sentido, paradigmático: con la ayuda de las llamadas fuerzas federales, el denominado Cártel de Sinaloa paulatinamente se adueña de “la plaza”, incrementando el número de muertos y de familias destruidas.

Sin plan, empero, el problema de la violencia ha escalado a las alturas. Sin plan, el lavado de dinero se ha incrementado en México. Sin plan, instituciones como el Ejército, la Marina Armada y la Policía Federal están enfrentadas. Sin plan, acepta el titular de la Defensa Nacional, la única solución viable es unificar a los cárteles para exterminar a Los Zetas.

Y así, igualito, sin plan es que Calderón se lanza ahora a la conquista –¿otra “guerra”?– de los mercados mundiales turísticos.

Mero acto oratorio el celebrado apenas este lunes para dar a conocer el Acuerdo Nacional por el Turismo que, se dijo, busca hacer de México uno de los cinco principales destinos en el mundo antes de 2018, y generar más de 4 millones de empleos e incrementar a 40 mil millones de dólares el ingreso de divisas por esa vía.

Una vacilada, por más que al evento se hayan llevado –por su nivel jerárquico, imposible decir que se les haya “acarreado”– a gobernadores y capitostes de la “industria sin chimeneas”.

Porque, apuntó inmediatamente el diputado priísta Carlos Joaquín González, quintanarroense que preside la Comisión de Turismo de la Cámara Baja, que ni siquiera hay un Reglamento de la Ley del ramo aprobada en la Legislatura anterior.

La fallida Administración del señor Felipe Calderón tenía un plazo para emitir tal Reglamento, mismo que ya se le venció, pues tal concluía en diciembre de 2009. Catorce meses han transcurrido, y el Ejecutivo Federal ocupado por Calderón y dos sucesivos secretarios de Turismo, el señor Elizondo y la señorita Guevara, siguen sin cumplir el mandato regulatorio.

Otro desatino, pues, porque ni siquiera hay plan.

Pero, ¿sabe usted qué es lo peor?

Que el reclamo del legislador Carlos Joaquín ni siquiera es reciente. Cada ocasión en la que el señor Calderón se enchaqueta la casaca “turistera”, el diputado quintanarroense lo apremia a que elabore y emita el Reglamento de la Ley Federal de Turismo.

Lo hizo, apenas, en enero de este 2011, cuando el michoacano se trepó a aviones y helicópteros para grabar un programa para la televisión estadounidense –quizá pagado por nosotros los contribuyentes– en el que se encomian las no pocas bellezas naturales del territorio nacional.

Entonces Joaquín dijo que “no bastan las pirotecnias mediáticas y paseos presidenciales” para impulsar efectivamente el turismo en México, por lo que el priista llamó a realizar acciones concretas como aprobar el reglamento de dicha ley. El legislador federal subrayó la importancia de dicho reglamento, pues en él se establecen las normas de operación del sector, tales como la penalización, supervisión y el actuar de la Secretaría de Turismo (Sectur) en los diversos destinos del país.

Aerolíneas, hoteles, arrendadoras de vehículos que, efectivamente, necesitan supervisión. Sólo un caso: el hotel Jashita, en Tulum, donde los propietarios italianos han encontrado la forma de defraudar a sus potenciales visitantes, cargando a sus tarjetas de crédito estancias que no se realizaron.

Sin plan, pues, este intento de llevar a México al Top Five –como dicen los mismos turisteros– es, en realidad, una nueva oportunidad para que la fallida Administración de Calderón nos vea a los mexicanos “la cara de turistas”. ¿O no?

Índice Flamígero: Las autoridades de Texas recomendaron a sus estudiantes que se abstengan de viajar a México durante las próximas vacaciones de primavera, ante la ola de violencia por el narcotráfico. La medida fue anunciada por el Departamento de Seguridad Pública del estado de la estrella solitaria. Sólo faltó decirles que no se preocupen. Que la droga de todos modos les va a llegar allá. De eso se encargan El Chapo y sus cómplices federales.

Encinas se lanza contra Jesús Ortega

La dirigencia del PRD no respetó el acuerdo sobre las alianzas en el Edomex, critica.

Alejandro Encinas, precandidato para la gubernatura del Estado de México, dijo este miércoles vía Twitter que la decisión tomada por su partido para definir si va en alianza o no con el PAN es violatoria al acuerdo que se tenía.

Por la mañana, los dirigentes nacionales del PAN, Gustavo Madero, y del PRD, Jesús Ortega, anunciaron que gastarán 4 millones de pesos en la consulta a los ciudadanos del Estado de México que se realizará el domingo 27 de marzo con el fin de conocer si avalan una alianza entre ambos partidos.

Horas después, Encinas se lanzó directamente con Ortega.

“Lo dado a conocer hoy por la dirigencia de mi partido, viola los acuerdos que teníamos”, tuiteó.

“Desde que se planteo la realización de la consulta ciudadana en el Edo de México señale que me sujetaría a las disposiciones de mi partido lo que he cumplido puntualmente, sin embargo debo decir que por ningún motivo me sujetare a resolución alguna en la que intervenga un partido ajeno al PRD”, sintetizó.

"De resultar mayoritaria la opinión de la gente en favor de la coalición no podrá haber candidatos vetados", afirmó Madero este día en la presentación de las bases de la consulta, de acuerdo con Reforma.

"Si nos dicen no, no iremos a la coalición, si nos dicen sí pondremos nuestro esfuerzo para construir una gran alianza en el Estado de México", comentó por su parte Ortega.

Encinas, que ha sido apoyado por Andrés Manuel López Obrador, agregó en Twitter que el partido no debe estar sujeto a lo que decide el PAN.

“Lo que esta a debate es la política de alianzas del PRD no la del PAN, ese es un asunto que solo a ellos compete. Nuestras decisiones se deben tomar con independencia”.

El político después advirtió en un comunicado que el Consejo Nacional de PRD no aprobó que tal consulta se realizara en conjunto con el PAN y reiteró que no se sujetará a resultados o decisiones en los que haya intervención de Acción Nacional.

"En ningún momento se acordó celebrar esta consulta conjuntamente con el Partido Acción Nacional, asimismo, al momento de su anuncio ninguna instancia de la dirección nacional, fuera de los dirigentes en el Estado de México, todos ellos a favor de alianza, ha participado en el diseño y organización de esta consulta".

"Sin embargo, debo señalar que por ningún motivo me sujetaré a resolución alguna en la que intervenga un partido ajeno al nuestro, como es el caso del Partido Acción Nacional", señaló.

Miedo al cambio



Via Armchair Ravolutionary

Estados Unidos no presta atención a México: Clinton


Por Ximena Vega

“Se veía venir” podrían decir los pocos mexicanos que apoyaban a John McCain en las pasadas elecciones presidenciales en Estados Unidos. Es bien sabido que la agenda internacional estadounidense de la administración de Obama no ha favorecido mucho a México o ¿acaso se ha tomado en serio el tema de la reforma migratoria?

Esta actitud de relativo abandono podía ser predicha desde las campañas pre-electorales; mientras que McCain visitaba México y demás países latinoamericanos, parecía que Obama tenía sus prioridades en otros lados. En lo que a esto se refiere, Hillary Clinton, titular del Departamento de Estado de Estados Unidos, declaró ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, respondiendo a la pregunta de un congresista:

“Gracias por hablar del tema de México, congresista, es un área que no recibe suficiente atención y está allí en nuestra frontera. Las complejidades, negociaciones, requerimientos técnicos con México, lo que esperamos a cambio de nuestro dinero, lo que esperamos cuando les damos nuestro dinero y la necesidad de aumentar nuestro personal para un programa de esta magnitud, han tomado tiempo.”

En esta reunión previa a la visita de Felipe Calderón a Estados Unidos se dio prioridad a Medio Oriente, en especial a la transición política que se vive en Egipto y los disturbios que ocurren en Libia. Y fue por ello que Clinton escogió esas palabras.

Nos guste o no, México y Estados Unidos enfrentan juntos muchos temas, el del combate al narcotráfico siendo uno de los principales. Por ello, el abandono que ha sufrido México por parte de los legisladores no sólo nos afecta a nosotros, también los afecta a ellos. Tanto para mexicanos como para estadounidenses –sean ciudadanos o gobernantes- es momento de dejar de buscar responsables: mientras más se debate sobre el origen de las armas largas ilegales, más artículos de este tipo se cuelan por la frontera. Mientras más nos echamos la culpa mutuamente, menos actuamos y, mientras más se enfrascan ambos congresos –el mexicano y el estadounidense- sobre los términos de la ayuda, menos se logra hacer con ella.

AMLO y Muñoz Ledo, perseguidos

Rubén Cortés

El problema del pasado es que todos tenemos uno… y nos persigue. Lo comprobó Porfirio Muñoz Ledo durante los días de la extinción de Luz y Fuerza del Centro. Lo sufre hoy AMLO, por su oposición a la alianza PRD-PAN en el Estado de México.

Muñoz Ledo pasó aceite el 11 de noviembre de 2009 en un mitin del SME y el ex priista, ex perredista y ex funcionario de Vicente Fox se dio golpes de pecho con un discurso en favor de los desposeídos.

Entonces el senador del PRD Rubén Velázquez tomó la palabra y les recordó a los electricistas:

“Los entiendo ante esta avalancha. Hace más de 30 años, yo fui dirigente de un sindicato del gobierno, de Conasupo, y pusimos banderas rojinegras para mejorar los salarios y el presidente era Echeverría y el secretario del Trabajo era Muñoz Ledo… y nos corrieron del trabajo”.

Ahora le sucede a AMLO con el desplegado que publicó en El Universal el perredista Miguel Barbosa Huerta, dirigente de Nueva Izquierda, la corriente de los chuchos. El documento retoma una entrevista con AMLO que publicó la revista Proceso el 7 de marzo de 1999.

El político tabasqueño era Presidente del PRD, mientras el del PAN era Felipe Calderón. Y, acerca de una eventual alianza con el blanquiazul para las elecciones presidenciales del año 2000, le dijo al reportero Álvaro Delgado. “Si en unas primarias ganara Fox, votaría por él”.

Barbosa, punta de lanza de Jesús Ortega en la idea del líder perredista de realizar una consulta popular sobre la alianza con el PAN, escogió, con cuidado, los párrafos de la entrevista en los que el pasado alcanza a AMLO:

“Llegado el momento, sin que ningún partido abdique de su ideología, los ciudadanos decidirán, y los militantes, y dirigentes deberán comprender que es preciso unir esfuerzos, aunque voten por una personalidad de un emblema distintivo. La democracia —postula— es primero”.

—No debemos tenerle miedo al pueblo. No estamos planteando que decline Vicente Fox para que apoye a Cárdenas o a Porfirio Muñoz Ledo, o al revés. Estamos proponiendo que en una elección primaria el pueblo elija al candidato de oposición.

—¿Y si gana Vicente Fox?

Tendríamos que apoyarlo. Si es Fox, lo apoyamos.

“Por ello”, establece López Obrador, “la urgencia de que la oposición se una en torno de un solo candidato, que surja de una elección primaria. Si ya identificamos cuál es la estrategia electoral del PRI, tenemos que trabajar más en la organización. Sería ingenuo pensar que Zedillo va a corregir estas condiciones”.

—¿Cómo aliarse al partido que surgió para enfrentar a Lázaro Cárdenas?

—Tenemos diferencias históricas con el PAN; inclusive nos hemos enfrentado. Pero la democracia, es primero.

En fin, lo escribió mejor Carl August Sandburg:

“El pasado es un cubo lleno de cenizas”.