sábado, enero 16, 2010

Direcciones y teléfonos de centros de acopio para Haití

El gobierno de México y la sociedad civil comenzaron desde el miércoles a recolectar distintos artículos para ayudar a los afectados por el terremoto de 7 grados Richter que azotó Haití.

Autoridades gubernamentales y organizaciones civiles recibirán alimentos enlatados; agua. De preferencia en botellas de un litro para facilitar su transporte u distribución.

También se requiere material de curación, medicamentos nuevos, sellados de origen por favor y con seis meses de margen en su caducidad. Sobretodo antidiarreicos.

Toallas sanitarias; pañales de cualquier etapa para bebés; material higiénico, papel de baño, jabón, detergente.

La Secretaría de Relaciones Exteriores habilitó el número 3686-5883 en la Ciudad de México, para atender solicitudes de información sobre nacionales mexicanos en Haití o datos que puedan contribuir a encontarlos.

Los principales centros de acopio son:

-Embajada de la República de Haití en México
Presa Don Martín No. 53, colonia Irrigación, CP 11500.
Delegación Miguel Hidalgo, México, DF Tel: 5557-2065

-Oficina en México de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU)
Presidente Masaryk 29, colonia Chapultepec Morales, CP
11570. Delegación Miguel Hidalgo. Tel: 5263-9762

-Cruz Roja Mexicana
Juan Luis Vives No. 200, segundo piso, colonia Los Morales-
Polanco, CP 11510. Tels. 1084-4505 y 1084- 4506

-Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia
(DIF)
Prolongación Xochicalco, esquina Repúblicas, colonia Santa
Cruz Atoyac. Delegación Benito Juárez.

-Sede del Gobierno del Distrito Federal
Antiguo Palacio del Ayuntamiento. Plaza de la Constitución.

-Sede de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito
Federal (CDHDF)
Universidad 1449, pueblo de Axotla. Delegación Álvaro
Obregón (cerca del Metro Viveros).

-Explanadas de las delegaciones Iztacalco, Álvaro Obregón,
Coyoacán, Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Gustavo A.
Madero y Miguel Hidalgo, así como la Asamblea Legislativa
del Distrito Federal.

- La Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal
mantiene su centro de acopio a un costado de la Catedral
Metropolitana

CUENTAS DE BANCO

-Embajada de Haití
Cuenta Protección Civil de Haití en el Banco HSBC
4042482604
Clabe interbancaria 021180040424826046.

-Cruz Roja Mexicana
Cuenta número 0404040406
Bancomer (sucursal 683)
Clabe 012180004040404062


- UNICEF
Cuenta número 1976039404 de Banamex. Número de referencia
0001001619, sucursal 197, a nombre del Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia. Clabe 002180019760394046.

-Oxfam México-Rostros y Voces
Bancomer: 149295577
Clabe: 012-180-0014-9295577-7
A nombre de Rostros y Voces FDS, A.C.
Teléfono 5543-1259
www.oxfammexico.org

- Fundación Carlos Slim duplicará donativos recibidos vía
telefónica y por mensaje de texto a través de los servicios
de Telmex y Telcel

Telmex: número *7777
Aportaciones de 100, 200, 300 y 500 pesos con cargo
automático al recibo telefónico

Telcel: SMS al 8888 e indicando el monto a donar, cuyas
cifras son iguales a las de Telmex

Noticias MVS del 15 de enero con Carmen Aristegui



Noticias MVS con Carmen Aristegui

¿Qué planea EE.UU. en Haití?

Comentario del BZ: Y por si fuera poco, además de que sistemáticamente están ocultando el apoyo que da Cuba a Haití, ahora al país afectado EUA pretende enviar tropas, a la voz de ya, ¿cómo para que?, pues para la misma mierda de siempre, para sentirse amos y señores del mundo, con el pretexto de "ayudar" y "combatir la delincuencia" los pinches yanquis van a mandar ya tropas, nches ojetes, como siempre buscando sacar ventaja hasta de los desastres naturales, faltaba eso al pueblo haitiano, que ahora los Yunaited Esteits se vayan a meter a su territorio para causarles más desgracias... ta madre...

Andrés Sal.lari (Especial para RMX)


Extractos de un cable de la agencia EFE del viernes 15 de enero:

EE.UU. elevará a 10.000 soldados su presencia militar en Haití antes del lunes

Washington, 15 ene (EFE).- EE.UU. enviará en los próximos días nuevas dotaciones militares a Haití, entre ellos varios buques de guerra y helicópteros, lo que hará que se multiplique su presencia militar de 1.000 a 10.000 soldados antes del lunes, según el jefe del Estado Mayor Conjunto, almirante Mike Mullen.

El secretario de Defensa, Robert Gates, quien compareció en una rueda de prensa junto a Mullen, negó que la presencia militar de EE.UU. en Haití sea vista como una fuerza ocupante por parte del país caribeño, sino como un "alivio".

"No creo que nos vean así", como una fuerza ocupante, dijo el jefe del Pentágono. "Dado que estamos dedicándonos a repartir agua y comida y atención médica, yo creo que la reacción (del pueblo haitiano) es de alivio, al ver que Estados Unidos les da este tipo de ayuda".

Gates indicó que la primera prioridad es repartir agua y comida a la comunidad lo más rápido posible, para "evitar que, debido a la desesperación de la gente, la seguridad se deteriore o haya un brote de violencia".

Estados Unidos ha comenzado a desplazar a la costa haitiana algunos de sus más importantes buques de guerra. Hoy mismo, según dijo Mullen, llegó el "Carl Vinson" cargado con 19 helicópteros y con una capacidad de 51 camas de hospital, tres salas de operaciones quirúrgicas, y la capacidad de producir cientos de miles de litros de agua potable al día.

El destructor "Higgins" también se encuentra en la zona para labores de búsqueda, socorro y apoyo, así como varios barcos medianos de la Guardia Costera con sus helicópteros, que ya están prestando su apoyo a la población.

Una compañía de la 82 División Aerotransportada de EE.UU., formada por unos 100 soldados, se encuentra ya en Haití preparando el campamento para la llegada durante el fin de semana, del resto de la brigada (unos 3.500 soldados de Infantería del Ejército de Tierra).

En el curso de la próxima semana llegarán otros dos buques de guerra que llevan helicópteros: el crucero "Normandy" y la fragata "Underwood" ambos equipados con misiles dirigidos.

También irá el buque "Bataan" de asalto anfibio que tiene capacidades similares a las del portaaviones "Carl Vinson", acompañados por las otras dos naves del grupo de asalto anfibio, el "Fort McHenry" y el "Carter Hall".

Esta flotilla transporta la 22 Unidad Expedicionaria de la Infantería de Marina (unos 2.000 soldados).


Análisis

Gates dice que no cree que los haitianos vean a los soldados estadounidenses como ocupantes sino como un “alivio”. Esto es exactamente lo mismo que decía Donald Rumsfeld cuando invadieron Iraq.

Todos los medios están informando estos hechos con la misma intencionalidad que le imprime la versión oficial de Washington, que lo único que se busca es ofrecer ayuda humanitaria a Haití.

Mientras países como México, Reino Unido, Argentina, Uruguay, Venezuela, Nicaragua y otros envían a sus equipos especializados en catástrofes naturales para colaborar con la sociedad haitiana; Washington despacha al “destructor Higgins”, a dos buques de guerra equipados con misiles dirigidos y a los buques “Bataan”, “Fort McHenry” y el ”Carter Hall” (estos últimos 3 son de asalto anfibio).

Además la corresponsal de CNN en Washington informó ayer que la flotilla que transporta la 22 Unidad Expedicionaria de la Infantería de Marina, está compuesta por 2200 de los famosos marines que realizarán tareas de control interno dentro del territorio haitiano.

Otros soldados simplemente se quedarán en los barcos, según lo que afirmó Michael Mullen.

El presidente Barack Obama anunció 100 millones de dólares en ayuda humanitaria para Haití, pero no lo hizo rodeado de sus asesores en materia social y humanitaria, lo hizo rodeado de su gabinete de guerra.

Lo primero que habrá que entender es que esos 100 millones no deben ser para ayuda humanitaria sino para solventar los gastos de movilización militar anunciados (¡10.000 soldados!)

No sé qué buscará Estados Unidos en Haití, pero sí sé que sus intenciones (como siempre y en virtud de estos elementos) no pueden ser santas.

Adicionalmente, si yo fuera el Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, no estaría distraído ni un minuto.

Nunca se sabe qué es lo que se puede esperar de estos buenos muchachos, no vaya a ser que aprovechen la volada para hacer un tour humanitario por Cuba con sus destructores y buques de asalto con miles de soldados a bordo.

Y cuidado que el gobierno de Cuba acaba de permitirle a Estados Unidos realizar vuelos humanitarios sobre su territorio para ayudar a la población haitiana. No vaya a ser que los halcones de Washington aprovechen la oportunidad para llenar de bombas algún avión, informar que traslada suministros y bombardear a la mayor de las antillas.

Nada de esto parece lo más probable, pero…

El País oculta 344 sanitarios cubanos en Haití

Comentario del BZ: como siempre pinches medios de comunicación pro capitalistas, miente y miente los cabrones que no mamen, Cuba es de los que más están ayudando en Haití y omiten poner eso en la información que dan... hasta en esto no se tientan el corazón, hijos de puta...

Pascual Serrano (Especial para RMX)


El diario El País de ayer 15 de enero, en la página 3 de su edición de papel adjuntaba a su crónica sobre el terremoto de Haití un cuadro titulado “Ayuda financiera y equipos de asistencia” donde se detallaba la ayuda de 23 países más la ONU. En él se observa que el país que más personal sanitario tiene en Haití es Perú con 250 personas, seguido de Francia con 85.


Observamos que El País no incluye a Cuba entre los países que están ayudando a Haití. Por eso es bueno contar que los primeros en ofrecer asistencia sanitaria fueron “los 344 médicos y paramédicos cubanos que desde hace doce años colaboran en la paupérrima isla caribeña”. El Gobierno cubano “envió otros 30 especialistas con material de emergencia tras el terremoto. (…) En Puerto Príncipe, se encontraban 152 facultativos en el momento del terremoto. Su primera reacción fue levantar dos hospitales de campaña en su residencia porque el edificio donde trabajaban se derrumbó”.

Los datos los ofreció el corresponsal del grupo Vocento M. L. de Guereño, y se publicaron también el 15 de enero en periódicos regionales españoles como El Diario Montañés.

La información la confirmó a un servidor el Ministerio de Relaciones de Cuba, quien añadió que sus facultativos están prestando atención en 6 centros sanitarios y la noche del día 14 llevaban atendidos a dos mil pacientes y realizadas 111 operaciones quirúrgicas.

Pero para El País, que sí cita, por ejemplo, dos profesionales turcos y dos rusos, los 344 sanitarios cubanos no están en Haití.

La doble maldición de Haití

Maurice Lemoine / Le Monde diplomatique

Traducido para Rebelión por Caty R.


«A la muerte le gustan los pobres», decía Le Monde diplomatique en febrero de 2005 tras el tsunami que acababa de golpear a Indonesia, las costas de Sri Lanka, el sur de la India y Tailandia (1). Es muy pronto para hacer balance del terremoto de 7 grados en la escala Ritcher que ha arrasado el país más pobre de América Latina, Haití, el 12 de enero. Pero se puede temer lo peor. Ahora se trata, urgentemente, de buscar y rescatar a las víctimas, llevar asistencia sanitaria a los supervivientes, habilitar refugios, proporcionar alimentos y agua y evitar las epidemias. La solidaridad internacional y la ayuda humanitaria de todos, de la ONU a Estados Unidos pasando por la Unión Europea -especialmente Francia, que no puede desentenderse de su deuda histórica con la isla- o América Latina, se moviliza según (o no) sus posibilidades.

Otra vez el seísmo golpea una región del globo poco respetada por los fenómenos naturales. En 2008, Haití ya sufrió el infierno de cuatro huracanes tropicales –Ike, Anna, Gustav y Fay-. No se pueden comparar con este terremoto, obviamente tan imprevisible como imprevisto, difícil de anticipar. Sin embargo, surge la primera pregunta: ¿Por qué durante esos huracanes, que las arrasan de la misma forma (con consecuencias económicas desastrosas), en Haití hubo que lamentar setecientas noventa y tres muertes y «sólo» cuatro en Cuba? Como un efecto de lupa, las catástrofes ponen de manifiesto el estado «real» de las sociedades.

Una vez pasado el choque inicial y la conmoción, los gobiernos, ONG, instituciones internacionales y medios de comunicación se dedicarán, todos a una, al tema de la «reconstrucción». Si es que se puede emplear el término «reconstruir» en un país que carece de todo.

Pero, ¿de qué reconstrucción hablarán? Después del huracán Micht, que en octubre y noviembre de 1998 se cobró casi diez mil vidas y cientos de miles de damnificados en América central, los movimientos sociales avanzaron la idea de vincularla a un nuevo tipo de desarrollo destinado a reducir la vulnerabilidad social. El tiempo se ha encargado de demostrar que desde entonces no se ha hecho nada en ese sentido. El único intento, emprendido mucho después por el presidente hondureño Manuel Zelaya, acabó por el golpe de Estado del 28 de junio de 2009…

A una clase política haitiana amenazada por el espectro de la autodestrucción, y que no está exenta de responsabilidad en el estado calamitoso del país, ¿quién le va a leer la cartilla? ¿Las instituciones financieras internacionales que han demorado el proceso de anulación de la deuda a pesar de los problemas a los que ya se enfrenta la población? ¿Washington, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Interamericano de Desarrollo, etcétera? ¿Los países denominados «amigos» que cínicamente han empujado al descenso a los infiernos a la sociedad haitiana?

Desde 1984, el FMI obligó a Puerto Príncipe a liberalizar su mercado. Los escasos y últimos servicios públicos se privatizaron negando el acceso a ellos a los más necesitados. En 1970, Haití producía el 90% de los alimentos que consumía, actualmente importa el 55%. El arroz estadounidense subvencionado ha matado la producción local. En agosto y septiembre de 2008, el estallido de los precios alimentarios mundiales hizo que aumentaran su precio el 50%, lo que dio origen a los «motines del hambre».

Un cataclismo natural se puede imputar a la fatalidad. El vergonzoso e insoportable empobrecimiento de las poblaciones urbanas y rurales de Haití, no.

(1) Ver «Tsunamis, cyclones, inondations, des catastrophes si peu naturelles...».

Lo que Haití nos refleja

Claudia Rodríguez

La convulsión en todos los órdenes que hoy se vive en Haití, sobre todo en su capital, Puerto Príncipe, es producto de una serie de eventos desafortunados que no tienen que ver única y exclusivamente con la fuerza inclemente de las fuerzas físicas que rigen el movimiento del planeta Tierra.

No es el momento de dilucidar cuál fue la causa geológica que dio origen al movimiento telúrico de 7.0 grados Richter --en promedio--, que cimbró diversos puntos de Las Antillas, ante las consecuencias nefastas en vidas, salud y bienes que ahora se viven entre las haitianos. Sin embargo, hay que acotar que en otros puntos de la región como Dominicana –que comparte la misma región insular con Haití--, Cuba, Jamaica, Puerto Rico e incluso zonas continentales de Honduras y Nicaragua se percibió el temblor, en algunos puntos con una magnitud más elevada que la registrada en Haití, y los estragos no son ni siquiera destacables ante la tragedia que se vive desde el martes en esta última nación.

Más que los orígenes del terremoto sufrido en Haití esta misma semana, habrá que revisar qué fue lo que realmente hizo tan vulnerables a las construcciones de Puerto Príncipe para que no sólo se cimbraran, sino incluso varias de éstas se colapsaran.

Haití, sufre de una enfermedad que mucho se puede explicar como el síntoma de “las venas abiertas de América Latina”. Esta nación sigue arrastrando múltiples lazos nefastos de la colonización pero sobre todo le afecta la corrupción que desde dentro y desde fuera se ejerce sobre una nación ahora independiente pero tocada por un sin número de factores que la hacen terriblemente pobre y multiplicadores de esa condición.

Ahora, decenas de naciones se lucen por la ayuda que se envía a una población que vive uno de sus capítulos más dolorosos, pero se cita como causa un terremoto. Haití ha clamado ayuda para su población durante décadas, pero pocos, muy pocos, son los que se la han proporcionado.

Tan devastada se encuentra en estos momentos la nación más afectada por el terremoto que se sintió en Las Antillas el martes de esta semana, que incluso la ayuda en especie y de rescatistas que ha llegado al aeropuerto de Puerto Príncipe, aún no tienen un cause organizado.

Sería difícil no conmovernos y actuar en consecuencia ante lo que se vive hoy en Haití, pero también nos da oportunidad para preguntarnos si en México estamos preparados para enfrentar un movimiento telúrico devastador como el de 1985.

Por lo que se sabe y lo que se demuestra, la corrupción es también uno de los mayores males de México, que tendría efectos devastadores.

Las prospecciones sociales, políticas y económicas casi siempre olvidan que el planeta está en constante movimiento y un desastre natural muestra lo más negro de sus administraciones o gobiernos, aunque también, lo más noble de la humanidad.

Acta Divina…La secretaria de estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, señaló que es bíblica la tragedia que se cierne sobre Haití y su gente. En tanto que el presidente Felipe Calderón ya envió hasta esa nación, una misión humanitaria, médica y de rescatistas.